Y es que han cambiado muchas cosas en The Crew 2, juego que casi nadie esperaba después el relativo fiasco que fue el primer The Crew. Nos olvidamos de tramas policíacas de serie B y nos preparamos para disfrutar de la velocidad sin cortapisas argumentales.
El equipo de Ivory Tower nos presenta unos EEUU plagados de carreras de todo tipo, y me refiero a un mapa que según Ubisoft abarca la totalidad del país de las barras y estrellas (menos Alaska y Hawaii por desgracia). Mapa que, como ya nos tienen acostumbrados desde Ubi, estará plagado de cosas por hacer, desde carreras a desafíos y eventos donde ganar la mayor cantidad de seguidores posibles.
Y es que como ya os comentaba en la entradilla, aquí la cosa no va de perseguir a ladrones ni de escapar de la pasma, va de conseguir seguidores a base de ir ganando carreras, para no solo abrir nuevos desafíos, sino también para conseguir nuevos vehículos, cuyo desbloqueo dependerá de nuestros seguidores y nuestro dinero.
Pero vamos a lo que todos estáis esperando, a aquello que se mostró en el E3 del año pasado y que parecía la piedra angular del título. Hablamos del cambio de vehículo entre las distintas disciplinas que el juego nos ofrece, pasando por coches (de carreras y de rally), lanchas y avionetas. Y, al menos en la beta, esto solo lo haremos en la carrera de introducción al título.
Más allá de ese momento no podremos cambiar de vehículo en carrera (vuelvo a decir, en las carreras disponibles para la beta), pero sí que podremos hacerlo cuando estemos en conducción libre por el mapa.
Pasemos ahora al otro elefante en la habitación, el manejo. El primer título adolecía (quizá por su semejanza a títulos del corte Need for Speed) de una conducción demasiado arcade, y por el momento The Crew 2 sigue por los mismos derroteros.
Y aunque entiendo que esto no es un juego de simulación pura y dura, y que el tono mismo del título es más distendido que el de juegos como pueden ser Forza, Gran Turismo y Project Cars (juegos que tienden más al simulador, aunque sin llegar a serlo del todo), creo que le vendría bien que el manejo fuera algo más exigente (o al menos poder configurarlo para que sea así).
En cuanto al tema visual, el juego cumple con creces (algo a lo que Ubi ya nos tiene acostumbrados) y como viene siendo habitual en los últimos desarrollos de la compañía francesa, llega bastante optimizado, corriendo sin problemas en mi equipo de pruebas a 1080p/60FPS con todo a tope (he notado alguna bajada en las ciudades a 50-55 FPS pero sin pasar de ser algo anecdótico).
El problema quizá viene por las comparativas con el que es sin duda su máxima competencia, Forza Horizon 3, en las que el título de Ivory Tower sale perdiendo (aunque no por mucho).
El apartado sonoro merece una mención especial, no ya por el sonido FX que, de nuevo cumple, pero sin sorprender, sino por una banda sonora original que ofrece una amplia selección que abarca desde lo último de Becky G a La cabalgata de las Valkirias de Wagner, pasando por Airbourne. Una lista de piezas en la que es imposible no encontrar algo que te guste.
De momento, The Crew 2 promete como alternativa a Forza Horizon 3, siendo inferior en ciertos aspectos como el visual y en el manejo, pero ampliando la oferta jugable al mar y al aire, dando un soplo de aire fresco a un tipo de juego muy estancado en el transporte rodado.
Por mi parte espero poder ver más, y creo que desde Ubisoft deberían plantearse el dejar una demo del título, al que le puede pesar más de la cuenta llamarse The Crew. Creo que es un paso adelante y que deberíamos obviar a la primera entrega a la hora de valorar esta segunda parte.
Para hacer toneles y quemar rueda en «The Crew 2» hemos usado: