Análisis de Tropico 6, gestión de recursos en un paraíso caribeño
- 20 abril, 2019
- Mario Cotillas
¿Negociar con los comunistas mientras saboteas a los aliados? ¿Amañar unas elecciones porque no tienes la aprobación del pueblo? ¿Meter en la cárcel a tus rivales políticos? Las decisiones poco éticas vuelven gracias a «Tropico 6» y aquí estamos nosotros para analizarlo
Gracias a Limbic Entertainment y cinco años después del último título de la saga nos llega «Tropico 6», un juego de Kalypso Media. Este título nos trae muchos retos, pero mejorando la comodidad del jugador y añadiendo novedades. Podríamos decir que la saga va a mejor con los años, como el buen ron añejo.
El juego, para los que sois iniciados en la saga, cae dentro de la categoría de los gestores de recursos, pero tiene un enfoque cómico y ligeramente retorcido de la política y la economía. Tu papel en el juego es ser el máximo dirigente de una isla tropical, y llevar a buen puerto la economía, mantener a los ciudadanos satisfechos con tu labor y avanzar a buen ritmo con la meta de mantenernos en el poder el máximo tiempo posible.
Tres modos de juego, infinidad de posibilidades
En «Tropico 6» podemos jugar a tres modos distintos, principalmente. En el primero, las partidas clásicas, controlaremos los pormenores del archipiélago, eligiendo la época desde la que empezar desde una epoca colonial inicial, donde nuestro objetivo irá enfocado a declarar la independencia de la corona para avanzar a la siguiente etapa del juego, las guerras mundiales. Y así seguiremos avanzando pasando por la guerra fría hasta llegar a los tiempos modernos. En este modo tendremos mayor libertad a la hora de elegir una isla o un archipiélago de unas características determinadas a la hora de empezar, o de qué aspectos de nuestra economía potenciaremos o que políticas sociales aplicaremos.
En el segundo modo, podremos afrontar misiones predeterminadas que no tendremos que jugar en orden y que nos enfrentarán a escenarios guiados con unos objetivos bastante marcados, lo que no impedirá que nosotros tomemos distintas vías para lograr esos objetivos. Estas misiones quizás sean la parte del juego más completista, y no quiero decir con esto que sean repetitivas, pues cada una entraña sus peculiaridades. Por último decir que completar algunas misiones desbloqueará ciertas decoraciones exclusivas para nuestro palacio.
Finalmente podremos jugar a un modo multijugador para hasta cuatro personas en el que competiremos por ver quién gestiona mejor los recursos de su archipiélago caribeño. La comunidad no es muy amplia por lo que hemos podido ver, pero siempre encuentras al menos una o dos partidas a las que poder unirte, pero bueno, que eso no te ponga freno a abrir tu propia partida y esperar a que otros jugadores se unan a ti, o incluso animar a tus amigos a que se la piquen contigo en esta rocambolesca aventura isleña.
Peculiaridades y novedades
Una de las sorpresas mejor avenidas del juego es la introducción de archipiélagos, y sus dinámicas. Podremos sacar el máximo partido a cada isla, y a sus recursos, pudiendo dedicar una isla al turismo, otra a la producción minera e industrial o muchas otras combinaciones.
En anteriores títulos de la franquicia, el tamaño de la isla nos limitaba más y podía significar ser derrotado en una partida por no haber gestionado bien ese espacio. Al tener ahora a tu alcance conjuntos de islas, deberás construir edificios que comuniquen esas islas vía marítima, como un embarcadero, o bien en épocas más modernas podrás construir puentes que las unan por carretera. Hay que tener en cuenta la distribución de estas islas a la hora de gestionar la vivienda, o acabaremos teniendo chabolas alrededor de los centros productivos debido a distancias insalvables entre los puestos de trabajo y las posibles viviendas de los obreros.
Al aumento de dinamismo que proporcionan los archipiélagos, debemos añadir que ahora, los ciudadanos son ligeramente rencorosos, y deberemos llevar cuidado con lo que les prometemos, o con las acciones que llevamos a cabo contra ellos. Si en unas elecciones prometemos algo, y durante nuestro gobierno no lo cumplimos, la ciudadanía lo recordará y no podremos hacer promesas electorales en las siguientes elecciones. Esto supone a veces cavarnos un pozo aún más profundo, o, si lo gestionamos bien, tener más votantes en cada ocasión al cumplir las promesas.Y entrando en situación dentro de las novedades encontramos una grata sorpresa, la piratería. Si, habéis leído bien, podemos alzar la negra y saquear, robar y surcar los mares en busca de tesoros.
Desde la época colonial desbloqueamos el edificio de la cala pirata, donde enviaremos a una pequeña tripulación a asaltar de embarcaciones mercantes distintas mercancías que no podamos producir en nuestra isla, o a recoger personas naufragadas con estudios universitarios, y, finalmente, para robar los planos de monumentos de escala mundial.
Estos monumentos, desbloquearán unas misiones secundarias mientras se roban, y cuando las completemos, podremos construirlos en cualquier lugar de nuestra isla. Además de ser un atractivo turístico importante, estas maravillas del mundo proporcionan cada una beneficios únicos a nivel global, por lo que querremos tener la mayor cantidad posible de ellas.
Para terminar de destacar novedades, en Trópico 6 nos brindan la posibilidad de modificar la estética de nuestro palacio, con edificios decorativos, piedras distintas para la fachada y los muros, y la distribución de las cosas de muros para dentro.
Algunos de estos diseños están bloqueados al inicio del juego y los iremos desbloqueando a medida que consigamos completar misiones. Esto no afecta en nada al desarrollo del juego, salvo por la posibilidad de darle a nuestro palacio una estética acorde a nuestra personalidad, que, siendo el presidente, debe ser magnánime.
Aspectos de la jugabilidad de «Tropico 6»
El juego es bastante intuitivo a un nivel bajo, pero empieza a complicarse a medida que aumentamos la dificultad o si queremos realmente explotar al máximo el título. En trópico encontramos distintos tipos de edificio, de producción, de infraestructura, alojamiento, turismo, etc. Tendremos que llevar muchas cosas en danza haciendo malabares para tener a nuestros habitantes contentos y a la vez no llevar el país a la bancarrota. Hay cuatro facciones dentro de la sociedad, y usaremos algunos edictos para mejorar la posición de las facciones o construiremos edificios con el mismo fin. En cuanto a política exterior, va variando a medida que el juego cambia de época, empezando con la corona en la época colonial y los rebeldes, y luego tendremos el eje y los aliados durante las guerras mundiales, que complicará un poco el panorama político.
Desde la época de las guerras mundiales en adelante, aparece la novedosa figura del inversor. Esta figura nos ofrecerá distintas misiones que si las completamos nos proporcionarán crédito en nuestra cuenta en suiza, y con ese crédito podremos comprar desde dinero para nuestra isla hasta investigaciones que de otro modo tardarían un precioso tiempo en desbloquearse. Se pueden desbloquear más misiones simultáneas del mismo modo en que se compran las licencias comerciales, pagando, pero en este caso será con dólares de nuestra cuenta suiza, y no con dinero isleño.
En cuanto a la banda sonora, el juego repite estilo pero incorpora un pegadizo y nuevo tema principal. Hemos de decir que cuando llevas 2 horas seguidas jugando te sabes y tarareas la pegadiza canción, pero también se hace algo repetitiva y esperas que cambie o acabas apagandola para no saturarte de ella. Hay una función para streamers que nos permite activar música que no tenga derechos de autor para evitar que los filtros de ciertas webs nos bloqueen los vídeos por copyright, y es una función que nos a llamado la atención a la vez que nos agrada. A pesar de este remarque positivo, la música no es un aspecto que nos haya encantado por la repetitividad de la misma, a pesar de ser pegadiza, no ayuda a pasar largas horas de juego sin parar.
Conclusiones
Para concluir con este analisis vamos a resumir un poco lo que nos ha parecido jugar a este Trópico siendo como somos jugadores nuevos en la saga y ligeramente inexpertos en el genero.
Para empezar decir que nos ha sorprendido la complejidad y cantidad de opciones que da el juego, que al principio nos abrumó un poco pero enseguida pudimos adaptarnos y tomar las riendas, debido a lo intuitiva que es la interfaz. Otro punto fuerte es esa capa de comedia que rodea la mayoría de diálogos y descripciones, que hace que el título no pase desapercibido.
Sin embargo, no podemos decir que el juego sea absorbente, jugar más de dos o tres horas seguidas y apenas avanzar aun a máxima velocidad del juego puede frustrar ligeramente a jugadores nuevos en el género. Si que engancha cuando sabes jugar y no vives permanentemente en deuda, pero alcanzar eso no es tan intuitivo como creíamos para ser un juego que, a pesar de tratarse de un gestor de recursos, está muy ligado a la sátira política y la comedia.
En resumen, el juego es muy profundo, y eso es bueno para títulos del género, y añade elementos diferenciadores de otros títulos, pero cuesta que atrape, a pesar de que al rato de haber dejado nuestro paraíso tropical nos pique el gusanillo de volver a intervenir en nuestras islas.
Nota: 7
Equipo de pruebas:
Para analizar “Tropico 6” hemos utilizado:
- PC (i5 7500, RX 480 4 GB, 8 GB DDR4)
- Teclado y ratón
- Monitor LG 25″ Ultrapanorámico