Desde el pasado miércoles los jugadores que tenían precomprado el «Sea of Thieves» tenían acceso a la beta cerrada del juego, por lo que podían jugar dos meses antes de su lanzamiento (20 de marzo de este año) a un producto que ya se acerca más a la idea que tenía Rare de lo que este juego tenía que ser. Pues bien, nosotros lo hemos estado jugando y aquí os traemos nuestras primeras impresiones.
El juego, nada más arrancar, te da la opción de jugar en equipos de cuatro, de dos o de un sólo jugador. Dependiendo de qué elijas en este punto, tu barco será: o un galeón -para el equipo de cuatro- o una pequeña embarcación -en la que pueden ir o dos personas o tú solo-.
Nosotros, que hemos jugado de las tres formas, recomendamos sin duda la opción cooperativa, ya que el gobernar un barco con amigos frente a las inclemencias del tiempo y ante los ataques de otros barcos pirata es tremendamente desafiante a la par que divertido.
Achicar agua, tapar agujeros de balas de cañón en el casco, otear el horizonte a la caza de piratas, arriar velas o levar anclas. Todas estas cosas en grupo son realmente divertidas, desternillantes y crean una gran camaradería. Te sientes como un verdadero pirata sin levantarte del sofá, algo que muchos han intentado hacer durante años pero que nadie, hasta ahora, había conseguido a este nivel. Bravo por Rare, el equipo desarrollador.
El juego, por lo menos en su forma actual de beta cerrada, tan sólo te anima a seguir explorando con la promesa de ganar oro que poder cambiar por más misiones o por objetos, como un instrumento nuevo o una pala rematada en oro. ¿Parece poco? Puede ser, pero en más de 20 horas de juego que llevamos nos ha servido como excusa para surcar los mares. Si veíamos que nos aburríamos ya nos escargábamos nosotros de añadirle diversión a las misiones (os aconsejamos abordar barcos enemigos, es grandioso).
El carácter cartoon del «Sea of Thieves» para nada desmejora el resultado final o la inmersión en el juego, como se le criticó en un principio. Desde mi punto de vista, querer hacer un juego de este estilo con un modelado realista le habría restado de ese aura especial que tiene el título, que lo hace tan amigable al ojo y que te permite pasar incontables horas frente a la pantalla sin fatigar.
Las puestas de sol, los amaneceres en islas paradisíacas o el mar rompiendo contra el casco de nuestro galeón en plena tormenta. Todo esto es increíblemente bonito gracias a un dibujado muy logrado y a unos colores que te dejan, por lo menos al principio, extasiado ante tanta belleza. El juego es bonito a rabiar.
Y si bien los personajes, las palmeras y algunos objetos están realmente muy caricaturizados, hay otros elementos en el mapa que son muy realista. Y en este apartado queremos hablar del mar, esa gran superficie de agua que es, inconscientemente, el verdadero protagonista sobre el que gira el juego, ya que tan bien puede darnos las herramientas para huir de una refriega como hundirnos con su caótica indiferencia.
Aquí, en este punto, Rare ha hecho algo increíble con el mar. Parece que, de verdad, estemos navegando. Quienes hayáis navegado o pasado mucho tiempo frente al mar sabréis de lo que hablo. El mar en «Sea of Thieves» es, a la vez, admirado y temido. Precioso en su diseño y representación, pero después de unas horas de juego aprendes a tenerle mucho respeto. Tal y como en la vida real.
Lo que hemos podido ver en la beta cerrada tiene mucho potencial para convertirse en el juego que traiga a Xbox a la lucha por los exclusivos que te hacen comprarte una consola, y lo decimos sin ninguna clase de duda.
Es cierto que las misiones disponibles en la beta han sido algo repetitivas, siguiendo casi todas el mismo patrón de coger una misión, ver el mapa que nos daba ésta y descubrir dónde estaba la isla a la que teníamos que ir en el gran mapa del mundo que tenemos en los aposentos del capitán del barco. O bien, tener que descifrar acertijos en inglés (por fortuna no muy complicados para los menos bilingües).
Aún así, estas mecánicas nos han dado muchas horas de diversión, por lo que no dudamos en que con la incorporación de ciertas variantes y de nuevos retos, el «Sea of Thieves» puede convertirse en el traga horas libres de este año para los jugadores de Xbox. Una vez más, Rare ha dado con la tecla.