Resident Evil 2 Remake, análisis del clásico más esperado
- 10 febrero, 2019
- Chema Carvajal Sarabia
Más de 20 años hemos tenido que esperar para ver a Leon S. Kennedy y Claire Redfield volver en súper alta definición a nuestros hogares gracias a «Resident Evil 2 Remake», ¿habrá merecido la pena la espera?
Si nos pusieramos a pensar en sagas icónicas de Capcom nos daríamos cuenta de que ni siquiera con los dedos de una mano podríamos hacer justicia al enorme legado que ostentan. Monster Hunter, Street Fighter, Devil May Cry, Mega Man, etc. Sin duda estamos ante uno de los gigantes japoneses de todos los tiempos y se han ganado su lugar en la historia. Y, entre esta historia viva, Resident Evil ocupa un lugar privilegiado. Por eso mismo, el análisis que hoy os traemos no es uno más, sino que se trata de una review de un juego largamente esperado: os dejamos con nuestras impresiones de «Resident Evil 2 Remake».
El juego, que parecía que no iba a llegar nunca para desesperación de sus fans, se anunció por sorpresa durante la conferencia de Sony del E3 de 2018, y como bien apuntaban muchos expertos, era la última oportunidad de Capcom de aprovechar su 20 aniversario. Tanto es así y tanto han alargado la percha que se han acabado yendo a los 21 años de espera. Pero nunca es tarde cuando la dicha es buena.
Lo que vamos a analizar hoy aquí es un juego que salió en 1998, que se ha vuelto a hacer desde cero -es un remake, no confundir con un remaster- adaptando la jugabilidad, los gráficos y los puzzles a un año, 2019, que tiene otras reglas de juego muy diferentes a las que veíamos a finales del siglo pasado. ¿Le funcionará a este RE2R la vuelta a la vida? Vamos a descubrirlo.
De vuelta a Raccoon City
Por si os lo estábais preguntado, «Resident Evil 2 Remake» es fiel al original a nivel narrativo. O al menos muy fiel. Por lo que la acción, por supuesto, comienza en la ya mítica e icónica comisaría de Raccoon City, lugar en el que Leon S. Kennedy y Claire Redfield (los dos protagonistas del juego) pasan las primeras horas intentando descifrar los acertijos que nos presenta un edificio hasta arriba de secretos y zombis sedientos de cerebros.
Leon, que es un policía al que han destinado a Raccoon City y está viajando por primera vez a la ciudad, y Claire, que es hermana de un agente STARS que trabaja en la misma comisaría a la que va Leon, se ven unidos por el destino cuando se encuentran en una gasolinera a las afueras de la urbe. Ambos en apuros, se ayudan el uno al otro para salir de la peligrosa situación y ponen rumbo a la comisaría.
A su llegada sus caminos se separan. Un camión desbocado los aparta creando una enorme cortina de humo y fuego. A través de indicaciones a grito pelado los dos quedan en que se verán más adelante en la comisaría. Y, por no hacer spoilers a ningún lector que no lo haya jugado, no seguiré narrando lo que sucede (ya que lo contado hasta ahora son los primeros 20 minutos del juego), pero sí os diré que el futuro de Claire y Leon está unido durante la trama.
En este aspecto, y para aquellos que jugaron al original, los cambios son minúsculos, así que si os acordáis bien de todo lo que pasó en 1998 os daréis cuenta de que no dista mucho de lo que vemos en «Resident Evil 2 Remake». Esto no es bueno ni malo, claro, es tan sólo una decisión de diseño por parte de Capcom. Y, desde mi punto de vista, un movimiento acertado. Los remakes deben mantener la esencia dentro de lo posible, y la historia del original ha aguantado muy bien el paso de los años, así que lo inteligente era no tocarla.
Puzzles, tensión e intriga. Las piezas del rompecabezas siguen presentes
Lo mejor de coger el mando para volver a viajar a Raccoon City es que en este Resident Evil 2 Remake volvemos a los orígenes de una saga que si por algo se convirtió en un clásico instantáneo fue por sus mecánicas y ambientación.
El alma de los Resident Evil es la tensión. El cuerpo son los acertijos y el corazón los sustos (por eso de los ataques al corazón, ya sabéis). Y no era fácil saber adaptar todas estas cuestiones a un juego que ha cambiado por completo su forma en la que se juega y controla a los personajes.
Y es que aquí estamos ante el mayor éxito de los desarrolladores: el portear un juego que era de cámaras fijas a uno de vista en tercera persona (mucho más agradable, por cierto) y conseguir que todo los demás siguiese funcionando. Y maldita sea si funciona, mejor que nunca me atrevería a decir.
Con esta nueva cámara que nos sigue a todos lados desde una posición cenital y muy cerca de la espalda del personaje, la inmersión en el juego es fantástica. Tanto es así que me he asustado más veces esta segunda vez que lo he jugado con 27 años que con 10 años, cuando lo probé por primera vez. Creo que la alta definición y la cámara son los responsables de esto.
Quitando esta nueva implementación y cambio de perspectiva, los puzles siguen siendo la mecánica principal para conseguir nuestros objetivos de salir de la comisaría y perseguir el foco de la infección, que está arrasando la ciudad. Pese a que pecan muchas veces de ser algo simples, la enorme cantidad de objetos y acertijos que se nos presentan ayuda a que las 10 horas de juego que tenemos por delante las pasemos combinando piezas y estrujándonos los sesos para abrir esa maldita taquilla o acceder a esa condenada sala llena de armas. Lo que no consigue a través de la dificultad, lo resuelve gracias a los abundantes puzles, los cuales sostienen sin problema la diversión y el desafío.
Y si hablábamos de la tensión, ésta no ha desaparecido, porque no nos confundamos que, pese a haber sustos, es un juego que utiliza la presión y la tensión como herramientas narrativas, pero no es un título de miedo. La falta de munición, los enemigos poderosos y el señor Mr. X (este, inmortal) nos hacen estar en una continua huida hacia adelante donde tenemos que elegir cuándo disparar y cuándo huir.
Vamos, que el juego funciona de maravilla en su planteamiento mecánico, consiguiendo que cada hora de gameplay sea divertida y / o horrorosa, depende de cómo te sienten este tipo de títulos.
La segunda vuelta es su mayor enemigo
Si bien todo en el juego se siente sólido, desde la historia hasta las mecánicas, cuando llegamos a la nueva partida con el otro protagonista la cosa decae mucho. Tanto que puede llegar a arruinar un poco las buenas sensaciones que te deja la primera vuelta.
Antes de hablar de sus problemas queremos dejar claro para quienes nos estén leyendo que, para jugar bien al juego, una vez que acabamos la historia con uno de los personajes tenemos que elegir jugar una nueva partida eligiendo la opción correcta, es decir, no empezar el juego de nuevo con el otro personaje, sino con la opción de «Nueva Partida 2», que es la opción correcta que nos muestra el título a través de los ojos del otro personaje siendo conscientes de que es tu segunda vuelta. Y decimos esto porque algunos medios se han equivocado en este punto y han tirado por tierra la experiencia que Capcom nos tenía preparada.
Vale, una vez aclarado esto ya podemos seguir criticando este aspecto de la segunda vuelta. Lo primero que no acaba de funcionar viene de la mano de los acertijos, ya que éstos son exactamente los mismos durante las primeras horas de juego. Consiguiendo así que el jugador se aburra sobremanera, y más cuando la obra es tan corta que los puzles del principio del juego los tienes aún muy frescos.
La segunda parte es que, al utilizar los mismos escenarios y los mismos acertijos en un espacio de tiempo igual en ambas historias, nos viene una incoherencia abrumadora dentro del juego que puede romper la lógica del mismo. ¿Cómo es posible que hagamos los mismos puzles en un mismo lugar al mismo tiempo que el otro personaje y no nos veamos ni nos encontremos rompecabezas ya resueltos por el otro protagonista? Esto a mí me sacó por completo, y creo que responde a una falta de interés por parte de Capcom de dar sentido a la segunda vuelta, de hacerla coherente y de convertir «Resident Evil 2 Remake» en un producto redondo.
Y para acabar, le achaco que pese a que, en un intento de adornar la segunda vuelta como un nuevo viaje, los cambios sean todos superficiales, dejando los verdaderos elementos diferenciadores en pequeñas pinceladas en la parte final del juego. Además, si quieres sacar el final bueno tienes que pasarte enteras las dos vueltas, por lo que si eres completista te va a tocar repetir puzles por doquier. Sólo te aconsejo paciencia y darte ánimos, que por fortuna la segunda parte es más rápida que la primera (por eso de saberte los acertijos).
Un Resident Evil 2 Remake que presume de gráficos
Si no ponemos puristas podemos hablar de que estamos ante el mejor Resident Evil hasta la fecha. En cuanto a nivel gráfico, claro (en cuanto a calidad del juego no nos vamos a meter). Si bien no es un título impactante, trabaja muy bien los modelados faciales, el cabello y la luz, consiguiendo así las mayores cotas de realismo vistas en la saga.
Por supuesto que el juego no pasará la historia como uno de los juegos más potentes de su generación, pero sin duda estamos ante un juego que se ve bonito y que en una buena televisión se disfruta como pocos hasta ahora. Sobre todo, el uso de la luz, que con el juego que da la linterna y la débil iluminación de las habitaciones se nos muestran escenas tremendamente realistas y agobiantes.
Todo movido gracias al motor gráfico RE Engine, la cual la propia Capcom es propietaria, podemos ver un buen trabajo en consola si bien perfecto. Ya que no llega a 4K nativo (ni se le acerca al quedarse en unos 1620p) en las versiones de PS4 Pro y Xbox One X a cambio de ir a 60 imágenes por segundo rocosas.
En cuanto a su rendimiento en PC, los jugadores que quieran jugarlo en Ultra y a 4K / 60 FPS se tienen que ir a una RTX 2080 Ti, por lo que tampoco es que se pueda decir que el juego está muy bien optimizado. En mi caso, y habiéndolo jugado en un ordenador con una RTX 2080, he podido disfrutarlo bien en Ultra y 1440p. Y decir que ni aun así es impactante gráficamente, si bien le concedemos que se ve bonito y realista. Y aquí os dejo el artículo escrito de Digital Foundry sobre el rendimiento del juego.
Conclusiones
Ahora que me toca valorar el juego en conjunto, puedo asegurar que el título tiene más virtudes que defectos y que sus puntos fuertes son tan fuertes que nos despejan las dudas sobre si estamos ante una de las mejores obras de los últimos años.
El hype que había a su alrededor estaba justificado y Capcom ha estado a la altura de un clásico que ha sabido dejarnos un agradable sabor de boca pese a haber pasado más de 20 años y de ya conocernos la historia. Y si vienes de nuevas, posiblemente te enamores de la saga gracias a él.
Los puzles, la tensión, la ambientación y el acabado gráfico consiguen que el jugador entre de lleno en la historia y no quiera salir hasta descubrir quién es Mr. X y detener la infección. Aunque si consigues salir vivo de esta, date por satisfecho.
La segunda vuelta, su mayor enemigo, se ve justificada gracias a un final que explica muchas más cosas que el primero que vemos tras finalizar la primera ronda, así que hacemos de tripas corazón y le perdonamos la pereza evidente de Capcom en este punto.
Si no eres fan de los Resident Evil, este título es un buen punto de partida para meterte en una de las sagas más queridas dentro de los videojuegos. Y no te preocupes, si no sabes por qué en cuanto pongas las manos en el mando lo entenderás. Enhorabuena Capcom, habéis estado a la altura.
Nota: 8,5
Equipo de pruebas:
Para analizar “Resident Evil 2 Remake” hemos utilizado:
- PC (RyZen 2700X, RTX 2080 8 GB, 16 GB DDR4)
- Xbox Elite Controller
- ViewSonic XG2703-GS (27″, 1440p, 165 HZ y G-Sync)