Está claro que hace poco más de año y medio la gente de Bluehole puso en el punto de mira el género Battle Royale, y que los grandes de la industria no iban a tardar demasiado en apuntarse a un tren que no deja de ganar adeptos y sobre todo de generar millones en beneficios. Activision y Electronics Arts no iban a ser menos, pero son los del Duty los que han tomado la delantera presentando su modo “Blackout” para el nuevo Call of Duty: Black Ops 4. Después de unas cuantas horas de recoger equipo como un pollo sin cabeza y de intentar sobrevivir a otras noventa y nueve aves galliformes, os traigo las primeras impresiones de la beta del Blackout.
Los de Treyarch no han querido esta vez revolucionar un género que tal y como está funciona realmente bien, así que en este “Blackout” la cosa sigue el modelo que puso PUBG de moda. Cien jugadores (al menos así fue en las últimas horas de la beta), un mapa más o menos extenso que se va cerrando poco a poco y una cantidad más que decente de armamento y accesorios que ir recogiendo para hacer frente a la inminente masacre multijugador.
Como podéis ver desde Activision han decidido arriesgar poco en cuanto a diseño. Es más que notable que las primeras sensaciones son, que esto se parece más a PUBG que a CoD y que, aunque el enemigo a batir a día de hoy sea Fornite, está claro que la inspiración para el nuevo modo de juego ha sido el título que puso los Battle Royale de moda. La cosa cambia cuando llevas un par de partidas y sí, aunque es verdad que la obra de Bluehole ha influido mucho en el diseño de “Blackout”, el espíritu Black Ops sigue en el núcleo de la jugabilidad.
Empezamos por el mapa, que además de ser una suerte de collage con los grandes éxitos de CoD (lugares como Nuke Town o Firing Range por poner dos ejemplos) es bastante más pequeño de lo que parecería en un principio (aquellos que juguéis a PUBG podéis usar como referencia mental el mapa de Sanhok), dando lugar a partidas bastante más dinámicas y rápidas de lo usual en el género.
A esté dinamismo que da un mapa relativamente pequeño con una zona azul que apenas te permite estarte quieto, hay que sumarle otra herencia de los genes de Black Ops, el movimiento. Puede que en el camino del Battle Royale hayamos perdido el jetpack y el doble salto, pero moverse por “Blackout” es una gozada. Correr, encaramarse a cornisas, saltar vallas, deslizarse por el suelo e incluso practicar el salto base desde los puntos más altos del mapeado son unos cuantos de los recursos a nivel de movilidad que tendremos durante la partida, haciendo que huir o lanzarse al ataque de un enemigo sea sencillo y espectacular. Es en este punto donde los de Treyarch les sacan la delantera a sus competidores, dejando en evidencia la falta de agilidad de sus competidores.
Agilidad que por el momento no se traduce igual de bien en la conducción de vehículos terrestres (no he llegado a pillar el helicóptero muy a mi pesar). Cada vez que he intentado montar en un quad ha sido como montarse en un toro mecánico manejado por un demente.
Como esto no es «Mirror’s Edge» y aquí no hemos venido cien personas a bailar la conga más rara de la historia videojuerguil, vamos a lo importante, los tiros. Porque esto va de sobrevivir y a veces para sobrevivir hay que acabar con quienes te rodean (que no os sepa mal, ellos van a intentar lo mismo con vosotros). Para eso “Blackout” nos presenta un arsenal, que sin ser demasiado amplio sí que es lo suficientemente variopinto como para contentar a casi cualquiera.
Pistolas, escopetas, subfusiles, francotiradores y hasta un lanzamisiles he podido ver en la beta (y eso que no he podido pillar ninguna caja de suministros aérea que es donde viene lo chachi), todas las armas se sienten bien y el sistema de disparos (gunplay para los amigos) es más que correcto, funcionando mejor que otros títulos del género.
Las armas como bien dicta la formula, pueden y deben ser mejoradas con los accesorios típicos, pasando por todos los habituales del género: agarres, culatas, miras, cargadores y accesorios para el cañón. Al arsenal tenemos que añadirle otro vástago de los Black Ops, los gadgets, que traen alegría, regocijo y, sobre todo, variedad a los encuentros contra el resto de jugadores. Hay artilugios tan útiles como el gancho, para hacer el Batman un rato, o una pistola que despliega un mini radar para ver dónde están los enemigos (crucial para los últimos momentos de la partida).
La última novedad es la que menos me ha convencido. Y es que entre pistolas y munición, encontramos una suerte de mejoras temporales que proveen al jugador de ventajas tales como ser completamente silencioso, aguantar más la respiración, o recibir menos daño de la zona azul. En general me gusta la idea, pero me parece que puede desequilibrar mucho la partida y que quizá deberían ajustarse y equilibrarse más.
Quizá el mayor problema que le veo al arsenal de “Blackout” sea su herencia de los Black Ops. Todas las armas salen de esta rama de los Duty y para los habituales a la misma será como darle un apretón de manos a un viejo amigo, pero para los nuevos en la saga (como un servidor) la cosa puede ser algo confusa al principio. No solo es que los diseños de las armas sean muy parecidos entre si, es que además se sienten muy similares unas a otras dentro de su categoría. Aquellos que busquéis una experiencia más “realista” quizá os cueste meteros en harina con el título de Treyarch.
No me voy a andar con paños calientes, “Blackout” es tirando a poco bonito, pero sobre todo poco inspirado. En general parece que el mapeado esté hecho con prisas para llegar al lanzamiento del juego y se nota cierta falta de mimo en los acabados.
En sí, esto es algo muy subjetivo y por lo tanto menos importante de lo que parece. Pero el problema viene cuando, en mi equipo de pruebas, el juego tiene bajadas de FPS sin venir a cuento, pequeños tirones y, en general, un rendimiento que sin ser desastroso es molesto. Esperemos que estos problemas se solventen con la versión final del juego o mediante parches posteriores.
Al poco de empezar la beta mi pensamiento fue muy claro, “esto es PUBG mal”. En general mi impresión no ha cambiado demasiado, pero con el paso de las horas y de partidas veo como la herencia Duty tiene el potencial de enriquecer el Battle Royale, con partidas más ágiles y variadas de las que ofrece PUBG, pero sin llegar al festivo y colorido Fornite. Es posible que Activisión llegue tarde para pillar un pedazo importante del pastel del Battle Royale, pero al menos lo está intentando mientras que aporta su granito de arena a nivel jugable. Desde aquí estoy deseando ver cómo funciona y evoluciona el producto final, ya que desde Treyarch han anunciado cambios y mejoras en base a las sugerencias de los jugadores de la beta.
Para lanzar monos explosivos y caer en picado en Nuke Town hemos utilizado: