Análisis de Devil May Cry 5: La demoníaca trinidad del Hack and Slash
- 8 marzo, 2019
- Angel Lopez Castellanos
Capcom decide volver a las raíces con la quinta entrega numerada de la saga. Lejos queda aquel reboot llamado “DmC” y las numerosas inconsistencias de la cuarta entrega. Este «Devil May Cry 5» devuelve la saga a su máximo esplendor
Once años. Todo ese tiempo ha sido lo que hemos tenido que esperar para encontrarnos de nuevo ante un Devil May Cry (obviando el Reboot conocido como DmC). Había pasado mucho tiempo, habían muchas preguntas tras «DMC 4» y, sobre todo, había muchas ganas de que este «Devil May Cry 5» saliera bien después de las inconsistencias del Reboot y la cuarta entrega. Pero, esta nueva Capcom, todo lo puede, todo lo arregla y todo lo hace brillar.
La compañía japonesa se ha apuntado otro nuevo tanto tras su lista de éxitos, en la que el mes pasado teníamos un Resident Evil 2 Remake que llevaba la saga a su punto álgido tras muchos años de inconsistencias (salvando el notable Resident Evil 7) y ahora lo han hecho con la saga de nuestro cazademonios favorito. Os contamos por qué «Devil May Cry 5» no solo es el regreso triunfal de la saga, sino que es el mejor capítulo de la misma.
La cúspide del Hack ‘n’ Slash se llama «Devil May Cry 5»
Jugablemente, «Devil May Cry 5» es la cúspide de la saga. Pero no solo eso. Los aficionados del género tuvimos que refugiarnos durante mucho tiempo en el sobresaliente «Bayonetta» de Platinum Games, un juego (juegos) que nos daba todo lo que le podíamos pedir a un Devil May Cry y mucho más. Para mí, la bruja cumplió su cometido con creces pero nadie puede hacer sombra a Dante. La nueva entrega de Devil May Cry llega con un apartado gráfico y artístico extraordinario, una banda sonora para quitar el hipo, una narrativa inédita en la saga y una jugabilidad sin fisuras. Quieres saber más, y vamos a contártelo.
Jugablemente, el juego nos plantea una historia que se fragmente en tres personajes. Tenemos a Nero, ahora sin su brazo demoníaco y dependiente de los brazos mecánicos conocidos como Devil Breakers, y que le dan un dinamismo y versatilidad extraordinarios al personaje. Cada brazo es diferente, con poderes diferentes y hecho para situaciones diferentes. Podemos equiparlo al principio de cada partida, iremos desbloqueando más y más a cada nivel que avancemos con Nero, y podemos encontrarlos también (aunque con bastantes escasez) en los escenarios del juego.
Los brazos pueden romperse (o podemos romperlos, provocando enorme daño en los enemigos) con el fin de cambiar de Devil Breaker. Es una mecánica algo extraña al principio (piensas: “¿por qué simplemente no puedo cambiar entre ellos en vez de destruirlos?”), aunque pronto te adaptas a la mecánica, que toma un frenetismo extremo como papel fundamental y te obliga muy bien, de forma absolutamente estratégica, a pensar al principio de cada nivel en qué brazos equiparte y cuáles pueden ser útiles. Podremos ir mejorando a Nero, como al resto de los personajes, en un árbol de habilidades bastante generoso y llegando a desbloquear más de una decena de modelos de brazos diferentes.
V, lo mejor que le ha pasado a la saga DMC
El misterioso nuevo personaje, llamado V, es lo más diferente que hemos encontrado ya no solo en la saga, sino en el género en su totalidad. V es un personaje misterioso, cuya personalidad intriga y engancha, que recita poesía de Shakespeare y William Blake, y que poco a poco iremos descubriendo hasta terminar totalmente fascinados por su trasfondo y motivaciones. En su jugabilidad, como os decimos, V es radical diferencia.
Se basa en sus dos mascotas, Griffon (un cuervo que hace las veces de ataques aéreos) y Shadow, una pantera que realiza los ataques terrestres. V tan solo tiene como arma un bastón con el que dirige a sus bestias y remata a los enemigos cuando Griffon y Shadow les han debilitado. Es una mecánica más lenta que la de Nero, más fácil de jugar incluso (aunque las bestias pueden debilitarse, no son inmortales) y todo cambia cuando llenamos nuestro Devil Trigger (indicador de ataque especial que tienen todos los personajes) e invocamos a Nightmare. La bestia especial de V es un coloso que emerge de cualquier parte de forma espectacular, lucha por su cuenta (aunque podremos “evolucionar” nuestras habilidades para tener más control sobre él) y que durante unos segundos aniquilará todo a su paso.
V irá mejorando, ganando nuevas habilidades para sus bestias, ganando mayor velocidad y movimientos especiales, y aunque es cierto que resulta muy divertido de utilizar, cuando descubres el potencial de los otros dos personajes, se te antoja algo fácil y simplón. Sin embargo, como os decíamos, todo queda eclipsado por la sensacional puesta en escena de este misterioso luchador, y la espectacularidad de los combates de sus bestias y remates especiales.
Bienvenido de nuevo, Dante
Nero y V son divertidos. Están bien, son completos. Pero Dante… oh, Dante. Nuestro cazademonios favoritos es, sencillamente, el personaje más completo que vas a jugar en un juego del género hasta la fecha. Con sus cuatro estilos de combate (como en DMC 4), gran cantidad de armas, combinaciones, agilidad… Dante juega muy por encima de sus otros dos compañeros y resulta la apoteosis del juego.
Jugar con Dante es JUGAR, con mayúsculas, a Devil May Cry, es disfrutar al máximo, es explorar todas las posibilidades del juego. Y lejos queda ese Dante de DMC 4 que aparecía solo en un 40% el juego y sin apenas protagonismo. Aquí Dante es la estrella indiscutible y la trama gira en torno a él.
Hablando de la trama, poco más queremos deciros. Mucho habréis visto en los tráileres y adelantos del juego, pero os recomendamos que no exploréis más y la viváis por vosotros mismos. La historia de este DMC 5 es la mejor de toda la saga, contiene giros de guión interesantes y posee un desenlace absolutamente apoteósico. Es una mezcla entre puro fan-service y momentos épicos e inesperados, que encantará a todos los aficionados de la saga y supone un broche de oro (o quién sabe) a todos estos capítulos de la saga.
Bang, bang, bang, pull my Devil Triger!
Finalmente, destacar un apartado fundamental en el juego: su banda sonora. Es totalmente perfecta. Las composiciones varían según el ritmo del combate, se diferencian totalmente en cada personaje, son melancólicas en las cinemáticas, pero frenéticas en los combates contra los jefes finales.
Es imposible que encuentres una canción en DMC V que no te guste, una que no “encaje” con la fase a la que estás jugando. Y qué decir de su tema principal… Os dejamos esta obra maestra que a nosotros nos ha tenido metidos en el juego como hacía tiempo que no nos pasaba.
Conclusiones
«Devil May Cry 5» es el mejor capítulo de la saga DMC y lo que todos necesitábamos después de la cuarta entrega y el Reboot de 2013. Jugablemente, como hemos insistido, es una absoluta delicia y sitúa a esta quinta entrega como el referente del género. Pero es que el juego no se queda atrás en ningún apartado: música, diseño de niveles, gráficos, variedad de movimientos, narrativa…
Tiene una duración algo escasa (entre 13-17 horas dependiendo e dificultad y habilidad del jugador), pero es altamente rejugable, como estamos acostumbrados con esta saga. Y además a finales de marzo llega el Palacio Sangriento (una especie de Modo Horda) para que nos quedemos a gusto con nuestra sed de machacar demonios de forma infinita. Es el mejor camino que ha tomado esta nueva Capcom, que tan bien está haciendo las cosas, un total imprescindible para los amantes de la saga y una recomendación casi obligada para todo aquel ajeno a la misma que busque un juego de acción sobresaliente. Dante is back, baby!
Nota: 9
Equipo de pruebas:
Para analizar “Devil May Cry 5” hemos utilizado:
- Xbox One X
- Mando de Xbox
- TV Samsung 1080p LED IPS