Impresiones de la beta abierta de Battlefield V para PC
- 6 septiembre, 2018
- Chema Carvajal Sarabia
Ha llegado la beta abierta de «Battlefield V» y con ella las primeras horas de juego. Nuevas mecánicas y nuevas reglas parecen que, por fin, traen aire nuevo a una saga excepcional que llevaba demasiado tiempo inamovible
El día 4 de septiembre salía la beta abierta de «Battlefield V» para quienes tuviesen el juego precomprado y, dos días después, el 6, llegaba la opción de juego para todo el mundo, sin importar la condición. Por eso estamos hoy aquí nosotros, porque si bien yo voy a ser jugador desde el día uno, no soy fan de las compras antes de los lanzamientos, me gusta leer o probar un juego antes de hacer un gran desembolso.
Pues bien, ya llevo 8 horas de beta abierta, he subido al nivel 15, he hecho todas las misiones diarias y trasteado bastante en cuanto a personalización de personaje. Así que ya me veo con la capacidad de poder dar unas primeras impresiones de un «Battlefield V» que pinta bien, pero que tiene mucho que mejorar. ¡Vamos allá!
Di hola a nuevas mecánicas
Lo primero que me ha llamado la atención en cuanto he puesto mis manos en la StG 44 de asalto es que aquí había algo nuevo que no estaba en las anteriores entregas. Después de pegar unos cuantos tiros y de morir varias veces me he dado cuenta de algo que no estaba sabiendo ver: las nuevas mecánicas.
Sí, tanto en «Battlefield 3», como en «Battlefield 4» como en la pasada entrega, «Battlefield 1», hemos visto una evolución y un perfeccionamiento del gunplay (sistema de disparos) y del gameplay, siempre mejorando con sistemas como Levolution (la destrucción realista de las edificaciones) y demás tecnologías propias del motor gráfico Frostbite. Pero poco más, ya que un jugador de la saga al poco de soltarlo en cualquiera de estas entregas pasadas se hacía a los pocos minutos a los leves cambios. En cambio, en «Battlefield V» estamos ante algo nuevo.
Las armas se van bastante más, las mirillas dejan mucho que desear y conseguir ver a los enemigos ya no es tan fácil. Y qué digo fácil, es realmente complicado debido a un cambio clave que han llevado a cabo desde DICE: eliminar casi por completo el avistar enemigos. El presionar la «Q» para marcar a los enemigos y que se mostraran en el minimapa es cosa del pasado, y la única forma de que sobresalgan en el pequeño mapa es que ellos disparen o se muestren de forma activa, porque presionar la «Q» tan sólo sirve para dar órdenes, pedirlas o, en el mejor de los casos, avistar un vehículo.
Además de esto, llega el tema de las clases que, si bien cumplen sus roles de forma fiable, tiene contradicciones que, de momento, hacen que tengamos que plantearnos las partidas de forma estratégica. Ya que, por ejemplo, el médico no puede echarse un botiquín a sí mismo, pero sí a sus compañeros; y al igual pasa con el apoyo, el cual da balas a sus hermanos de guerra, pero él no puede abastecer su arsenal por sí mismo. Y esto hace que tengamos que tener controlados en el mapa aquellos grandes suministros que dan vida y munición con tan sólo presionar un botón cuando llegamos a su lado.
Puede que más adelante, cuando subamos muchos más niveles y consigamos grandes botiquines o los enormes suministros de balas también podamos satisfacer nuestras propias necesidades. Pero, por el momento, esto no es posible. Y tiene como misión que los jugadores se muevan por el mapa y no se queden estáticos en algún punto estratégico.
También vemos nuevos cambios en una de las mecánicas más socorridas del juego, el revivir. Ahora todos los integrantes de una patrulla (squad, como se le denomina en la jerga) pueden reanimarse entre ellos, en cambio, sólo los médicos están habilitados para revivir a todo compañero caído, sin importar el nombre de su squad. Esto hace que, si no conseguimos matar a una patrulla al completo, el último integrante que se ha quedado con vida vuelva a los segundos a levantar a todos sus compañeros.
Uno de los puntos más delicados viene del tema de la construcción, ya que cuando se anunció mucha gente se llevó las manos a la cabeza y aseguró que esto se iba a convertir en «Fortnite». Pues bien, después de unas horas jugando queda claro que esta mecánica, si bien es útil en algunas circunstancias, es de uso minoritario, ya que apenas he visto a nadie dando martillazos para construir barricadas. Eso sí, en cuanto a la mecánica, esta está bien y os ayudará a defender alguna posición, aunque cuidado con confiar mucho en ellas que son fácilmente destruibles con armas explosivas.
Por último, una de las novedades que más me han gustado en «Battlefield V» viene de la parte de los vehículos, no por ellos en sí (aunque ver a un Tiger 1 siempre es motivo de alegría), sino porque cumplen una función estratégica más allá de sembrar el miedo entre las tropas enemigas, y es que gracias a ellos puedes mover defensas móviles (como los antiaéreos) por el mapa, llevando así la artillería donde más falta hace. Algo completamente nuevo y que presenta enormes posibilidades.
Gráficamente lo mismo, como era de esperar
Una de las cosas que más estoy oyendo desde que salió la beta es que el juego es más de lo mismo, viéndose este «Battlefield V» igual que su antecesor. Pero ¿qué esperábamos? Es un juego que ha salido apenas dos años después (cosa que hace que sea muy difícil mostrar un verdadero cambio gráfico) y, lo más importante, representa una guerra que tuvo apenas lugar 20 y pocos años después y en, prácticamente, los mismos escenarios. Era de esperar que se parecieran mucho, en todos los aspectos.
Si nos metemos a nivel personal y luego técnico, es verdad que se parecen mucho estos dos juegos, pero con algunas diferencias que pueden «molestar» o extrañar a algunos jugadores. Por ejemplo, en «Battlefield V» hay un efecto grano, que hace que en las zonas oscuras se vea la imagen con ruido, como en las escenas con poca luz en las películas antiguas. También está el efecto viñeta, que oscurece los bordes para que la acción quede en el centro. Y, por ejemplo, han introducido un nuevo renderizado de imágenes que, si bien funciona, introduce un poco de retraso en la señal de entrada (conocido como input lag).
En cuanto al rendimiento gráfico, los números que me está dando a mí (con un equipo formado por un i7-8570H, 16 Gb de RAM DDR4 a 2.400 MHz y una GTX 1060 de 6 Gb) es de unos estables 55/70 FPS a una resolución 1080p. Estos números no están mal, y seguramente si no fuesen componentes de portátil y los viésemos en una torre con mejor ventilación (y por ende mayores voltajes y potencia) el número de imágenes por segundo sería superior. Aun así, el juego se ve muy bonito y muy cuidado, y todo indica que, incluso las gráficas de la gama media de hace dos años, como la GTX 1050 Ti, podrán moverlo sin problema a 60 imágenes por segundo en Full HD tocando algunos parámetros. De nuevo, gran trabajo de DICE en este aspecto.
Primeras conclusiones
El juego tiene potencial para reinar dentro de su categoría. Es divertido, obliga a adaptarse tanto a nuevos como a viejos jugadores, y presenta grandes novedades que, seguro, no contentarán a todo el mundo (por favor, volved a introducir el avistar a los enemigos), pero es un paso adelante dentro de una saga que estaba demasiado inmóvil. Conforme siga jugando mi opinión se irá formando más sólidamente, pero ahora mismo el juego me encanta.
Eso sí, el retraso de su lanzamiento al 20 de noviembre se puede deber, ahora que lo hemos jugado, a los graves problemas que tiene, por ejemplo, para crear patrullas con amigos, cosa que puede llevar hasta media hora y saca de los nervios debido a que, a veces, echa a los jugadores y mete a otros en diferentes patrullas, sacándote incluso de la partida en la que estabas jugando.
Tiempo queda para su salida oficial y para que traigamos a Tribeca Review un análisis en profundidad y más concienzudo, pero si de mi opinión depende que te bajes o no la beta, estás tardando en dejar todo los que estés haciendo y buscar en la tienda de PS4, Xbox One o PC el acceso a la beta abierta de «Battlefield V».