Digo vuelta porque, seamos sinceros, los juegos tipo “yo contra el barrio” –beat em up para los anglosajones- hace tiempo que dejaron atrás sus años dorados, junto con los salones recreativos allá por la década de los 90. Y es que exceptuando honrosas interacciones como “Scott Pilgrim vs The World: El videojuego” y el genial “Castle Crashers”, pocos estudios han hecho amago de intentar revivir al género. A esta corta lista de desarrolladores se une la gente de “Le Cartel” con su particular visión del beat em up, “Mother Russia Bleeds”.
El juego entra por los ojos. Estamos ante una estética pixel de las más trabajadas no solo del género, si no del catálogo de juegos en 2D en general. Es un arte crudo, lleno de detalles y que realiza algunos de los mejores juegos con la iluminación y con los escenarios que he tenido el gusto de ver en mucho tiempo.
Mención especial para el apartado sonoro, no ya en el apartado musical (muy olvidable a mi humilde parecer) sino en el de efectos especiales. Los golpes se sienten extremadamente contundentes, cada puñetazo y cada patada que conectas en el cuerpo del masilla de turno suena como si estuvieras machacando carne y hueso real. Y eso en este tipo juego es muy satisfactorio.
Pero no os he comentado aún nada de la historia de «Mother Russia Bleeds», y es que -sin ser nada del otro mundo- evita el manido argumento de la chica secuestrada, poniéndonos en la piel de cuatro gitanos rusos secuestrados por el gobierno y la bratva (la versión rusa de la tradicional mafia italiana), en una versión un tanto extrema -y bastante violenta- de la Unión Soviética de los 80.
Gitanos rusos muy enfadados a raíz, no solo de un secuestro no deseado, sino del hecho de que hayan arrasado su campamento (y con él a todos sus seres queridos) y que además hayan estado un mes experimentando con sus cuerpos, inyectándoles una nueva droga llamada “Nekro”.
Dicho todo esto, parece comprensible que nuestro papel sea del de ayudar a nuestros sufridos protagonistas acompañándolos en una orgía de hostias como panes y cabezas aplastadas contra el suelo.
Y con el “Nekro” nos metemos en harina en tema de mecánicas. Pero lo primero es lo primero, vamos a lo básico: puñetazo, patada, salto, agarre y esquiva -ya sea para seguir dando toñinas o para lanzar al infeliz contra el resto de masillas-. También contamos con un variopinto elenco de armas, desde el clásico kalashnikov hasta la taza de un váter nos servirán para arrasar con todo aquel que ose enfrentársenos.
Yo, particularmente, he echado de menos el típico ataque especial (ese que juegos como “Cadillacs & Dinosaurs” golpeaba a todos los enemigos a tu alrededor y te costaba una porción de vida) que sirve para salir de situaciones en las que te ves sobrepasado por la ingente cantidad de esbirros.
Para compensar esto, y para innovar un poco la formula, tenemos el anteriormente mencionado “Nekro”, que se representa con una jeringuilla con una capacidad de tres chutes. Con el gatillo izquierdo (todo esto con el mando de 360) te chutas una cura que te restablece parte de vida y con el derecho te metes un tiro de adrenalina que te hace ser mucho más fuerte y rápido durante un periodo corto de tiempo.
Para recuperar nuestro preciado “Nekro” tendremos que extraerlo de aquellos enemigos que (una vez hemos terminado con ellos) sufren espasmos en el suelo. Esto nos deja indefensos unos segundos mientras realizamos la extracción, planteándonos la típica situación riesgo/recompensa.
Como habréis descubierto ya, «Mother Russia Bleeds» no destaca por su argumento (aunque sí que brillan con luz propia algunos diálogos) y pese a que intenta innovar en algunas mecánicas no revoluciona el género.
Pero en el fondo no importa demasiado, “Le Cartel” nos ofrece un “yo contra el barrio” más que competente durante unas 4-5 horas del modo historia -con buenos jefes finales- y un modo arena ,donde además podemos desbloquear distintos tipos de droga con nuevos efectos para el modo historia. Todo esto para disfrutar solo, acompañado de bots manejados por la máquina o en multijugador local con otros tres amigos -si los tienes-.
Quizá la gran pega del título sea la falta de un multijugador online, pero es de esos cooperativos que se disfrutan más compartiendo sofá. Si queréis echarle un tiento, lo tenéis disponible para PC (Windows, Linux y OSX) y PS4. Desde aquí lo recomiendo a los fans del género ya sea para jugar solo o en compañía.
Para analizar “Mother Russia Bleeds» hemos utilizado: