Análisis de Life Is Strange: Before The Storm; volvemos a Arcadia Bay

22 febrero, 2018
César Moreno

El retorno a la Academia Blackwell será vista desde otra perspectiva en esta segunda entrega que hace el papel de precuela de la historia principal publicada hace ya tres años

Publicado por Square Enix, y desarrollado por el estudio americano Deck Nine, analizamos la segunda parte de la aventura gráfica episódica «Life Is Strange: Before The Storm», y os adelantamos, sin spoilers, que se trata de una precuela de la historia vivida en el anterior videojuego a través de la protagonista Max Caulfield.

Eso significa que volveremos a pasear por el pueblecito costero de Arcadia Bay, a recorrer la Academia Blackwell, y volver a ver a un elenco de personajes que, sin duda, a los que jugasteis a la primera entrega, os marcaron. Y es que al igual que su primera parte, esta precuela argumental podemos catalogarla como drama juvenil americano.

Ya desde Dontnod (los desarrolladores del primer título en 2015) nos dejaron muy claro que esta obra va de marcar, de dejar huella en los jugadores a través de 3 pilares fundamentales que desarrollaremos a continuación.

Ejemplo de iluminación dinámica en la habitación de Chloe

Lo primero que destacamos es que desde Deck Nine han sabido mantener, a la perfección, lo que hizo personal y especial al anterior juego, recoger ese testigo del estudio francés, y lo retoma para ofrecer algo que llame la atención de aquellos que jugaron al primer videojuego, pero con una buena y acertada vuelta de tuerca.

Un estilo bello y personal que invita a la empatía

Es lo primero que salta a la vista nada más empezar «Life Is Strange: Before the Storm»; un estilo artístico tan personal como único, funcionando sobre el motor Unity. El uso de la fotografía y la luz funcionan perfectamente como hilo conductor para introducirte de lleno en las diferentes atmósferas jugables.

Todo ello amenizado por la banda sonora creada por el grupo indie folk Daughter, que casa a la perfección con el tono melancólico de esta aventura adolescente. Esta banda sonora fue editada en un álbum de estudio bajo el nombre de Daughter – Music From Life Is Strange, que además desde Tribeca Review os invitamos a que la disfrutéis. Además, no sólo la música es destacable, también lo es las increíbles actuaciones de las dobladoras de Chloe y Rachel, que hacen que nos creamos lo que estamos viviendo. También apuntar el buen trabajo sobre el esquema sonoro en los diferentes escenarios donde se desarrolla la acción.

Imagen de Chloe en un monólogo interior en el desguace de Arcadia Bay

Nos referimos a “empaque audiovisual” porque la IP Life Is Strange (además de por su planteamiento episódico) da la sensación de estar ante una serie de televisión, una película, o incluso a lo único que supera a la ficción: la realidad.

Si hemos hablado del apartado artístico, vamos ahora con el apartado técnico, y es que esta precuela del título original, al igual que su antecesor, podría moverse hasta en una tostadora, debido a que no necesita de mucha potencia gráfica. Cabe destacar que los gráficos han mejorado notablemente en relación al anterior. No existen cambios abismales, pero sí una fluidez, en general, y una mejora en las animaciones faciales (teniendo siempre en cuenta el estilo artístico del título).

Historias cotidianas y cercanas

Como comentábamos anteriormente, «Life Is Strange: Before the Storm» va de dejar huella y, ¿cómo dejar huella en los jugadores? Haciendo una historia que de respuestas a algunas cuestiones que no se explicaban en la historia protagonizada por Max, debido a que en esta precuela Chloe (coprotagonista del primer título) es nuestro personaje jugable.

La historia muestra los acontecimientos vividos por Chloe antes de que Max vuelva a Arcadia Bay de Seattle, la relación que tenía Chloe con Rachel Amber, la convivencia con la nueva pareja de su madre, Joyce Price, tras el fallecimiento de su padre, y más sorpresas que no os destriparemos.

Deck Nine ha realizado un trabajo increíble para ofrecer una historia con gancho, dado que en este título nuestra protagonista no tiene poderes de manipulación del tiempo, como los tenía Max. En esta entrega Chloe simplemente es una chica normal, cuyo desarrollo de los acontecimientos vienen marcados por una serie de diferentes elecciones a la hora de desarrollar los diálogos/acciones con los personajes que nuestra protagonista se relaciona.

Rachel y Chloe mirando el paisaje

Estas historias son cotidianas, pues es muy fácil empatizar con los diferentes personajes que nos muestra la trama, pues son personalidades muy comunes. A su vez, dichas personalidades tratan temas muy cercanos y delicados de una forma muy real y para nada efectista; desde la pérdida de un ser querido, hasta el bullying adolescente, consumo de drogas en institutos, y diversidad sexual (entre otros).

Estas historias no serían tan cercanas y creíbles sino tuvieran unos personajes bien desarrollados. Cierto es que muchos pecan de ser muy “típicos”, pero si quieres que una persona empatice con un personaje de ficción necesitas crear un personaje lo más cercano a la realidad que puedas. Todos los personajes cumplen su papel dentro de la historia; desde los geeks, hasta la “pija” más repelente, pasando por el “jugador de fútbol americano machito”. Todo está hecho para que la historia sea real, que te la creas cuando la estás viviendo y, por supuesto, que empatices.

Incluso para ayudar al refuerzo de estos personajes, Chloe llevará un diario (igual que Max) en el que escribe cómo se siente en relación con algunos protagonistas, y cómo ve las situaciones que ésta vive. Además, poseerá un glosario de personajes donde, desde su visión, nos explica quienes son, y por qué han aparecido en su vida, dando un mayor contexto a la historia, y nos ayuda a entender cómo es nuestra protagonista, y así poder tomar las decisiones, no cómo si fuésemos nosotros mismos, sino cómo Chloe Price lo haría, creando un vínculo entre el protagonista y el jugador.

Imagen de Chloe en un monólogo sobre un barco en el desguace de Arcadia Bay

Una seña de identidad del primer título se mantiene en «Life Is Strange: Before the Storm», y es que volvemos a tener momentos contemplativos que invitan a la reflexión a través de los monólogos interiores de nuestra protagonista.

Diálogos creíbles y versátiles

El diálogo es el principal hilo conductor de esta aventura, cada elección determinará un resultado a medio-largo plazo, con lo que se hace muy rejugable por la variedad de elecciones de respuestas y/o acciones. El guión está construido bajo unos diálogos muy profundos, reales y trabajados dentro de una historia que, nada más que por su clímax, merece ser jugada.

Además, frente al poder de Max de manipular el tiempo, Chloe tiene unas opciones de “intimidación” (bien sea con su peculiar vocabulario soez, o su perspicacia a la hora de replicar) en las que debes elegir bien tus respuestas ante el otro personaje, y si lo consigues abrirás una línea diferente de acción/diálogo/consecuencia. De esa forma, los creadores quieren que seamos, de nuevo, autores y no sólo contempladores de la historia que nos quieren contar.

Chloe realizando una pintada en un servicio de la Academia Blackwell

Existen paralelismos de mecánicas entre ambos juegos que muestran cómo es la protagonista que llevamos; Max utilizaba su don en la fotografía para sacar instantáneas a diferentes situaciones (convirtiendo esta mecánica en una “misión secundaria” muy interesante). Sin embargo, en este segundo título, Chloe muestra su lado artístico haciendo pintadas en diferentes lugares.

Conclusiones

«Life Is Strange: Before the Storm» no busca ser pretencioso en ningún momento , pues sabemos que la primera parte fue un auténtico fenómeno social. Tanto que acabó por editarse en formato físico cuando inicialmente sólo iba a ser editado en digital.

Si bien esta segunda parte no ha tenido la misma repercusión en la industria que el primer título (puesto que ya no es una novedad), sí es cierto que el estudio americano ha dado una visión diferente de la ciudad, desde otro prisma, y “preparando” el camino para los hechos que vivimos en la primera parte con una buena trama.

Cuando juegas a «Life Is Strange: Before the Storm» te das cuenta que desde Deck Ninen sabían lo que tenían entre manos y se nota el mimo, la dedicación con el que tratan a sus personajes, a su guión, a su atmósfera y, por supuesto, a su música.