Análisis de Kingdom Hearts 3, la batalla definitiva entre la luz y la oscuridad
- 7 febrero, 2019
- Alex Soto
Tras una larga espera, la esperada obra de Square Enix y Tetsuya Nomura «Kingdom Hearts 3» ve al fin la luz con este esperadísimo título
Nada más y nada menos que 14 años separan a este juego de su anterior entrega numerada, “Kingdom Hearts 2”, además de unos cuantos “spin-offs” de por medio que hemos podido disfrutar para conocer el entramado de la última aventura en la que se adentran nuestros protagonistas: Sora, Donald y Goofy; por fín llega “Kingdom Hearts 3”. Antes de continuar, os informamos que este análisis no contiene spoilers por lo que poneos cómodos y disfrutad.
Kingdom Hearts 3 continúa la aventura donde Sora y sus amigos lo dejaron justo después del título “Kingdom Hearts: Dream Drop Distance”. Sora ha perdido sus poderes y deberá embarcarse en una nueva aventura viajando una vez más por los mundos de Disney para conseguir “el poder del despertar” y así poder enfrentarse, junto a sus fieles compañeros, en la batalla definitiva contra el Maestro Xehanort. El juego trae consigo una sección llamada “Archivos de recuerdos”, que podremos encontrar en el menú de inicio del juego y que nos permitirán tener una idea, de forma resumida, de todo lo vivido hasta el momento en Kingdom Hearts.
De esta forma, podrás disfrutar de esta obra en el caso de que juegues por primera vez o, en el caso de que seas un jugador experimentado, podrás ponerte al día de todo lo ocurrido hasta el momento antes de emprender este nuevo viaje, algo bastante aconsejable dado el entramado al que nos enfrentamos. No obstante, ya os adelantamos que “Kingdom Hearts 3” va dirigido a sus fans y seremos nosotros los que más disfrutaremos de este título. Nos lo hemos ganado.
Vuelve la magia a nuestros corazones
Como en anteriores entregas del juego, viajaremos con nuestra nave “Gumi” de mundo en mundo visitando a viejos y nuevos amigos. Esta vez, los viajes entre mundos serán de forma totalmente libre, pudiendo escoger nosotros la ruta que queramos y pudiendo hacer diferentes misiones durante el recorrido o, si lo preferimos, ir directamente al siguiente mundo, haciendo un poco más entretenida esta faceta del juego frente a anteriores entregas en las cuales solía ser más monótono y aburrido debido a su linealidad. Al igual que en otros juegos, podremos configurar nuestra nave a nuestro gusto con piezas que recojamos en nuestros viajes o bien podremos acceder a planos de otras naves con diferentes estadísticas y así poder elegir la que más se adapte a nuestro estilo de juego.
Como hasta ahora, cada mundo representará una obra de Disney y en esta ocasión, por primera vez, podremos ver hasta mundos de Pixar como, por ejemplo, Toy Story. Esto, gracias al motor gráfico de Unreal Engine 4 (el cuál pudimos catar en el juego “Kingdom Hearts Birth By Sleep 0.2” hace un par de años a modo de demo y que nos permitió hacernos una idea de cómo sería el gameplay de “Kingdom Hearts 3”), ha hecho posible introducirnos en estos mundos de la forma más fiel posible a las películas en las que están inspiradas y como nunca antes lo habíamos visto. Cada mundo tiene un mapa mucho más extenso que en los anteriores Kingdom Hearts, y están cargados de elementos con unas texturas y matices cuidadas al detalle y con un sinfín de posibilidades que nos permitirán disfrutar de cada mundo como nunca antes lo habíamos hecho. Además, a medida que avancemos podremos ver como cada mundo nos muestra pequeños detalles sobre la historia principal y los personajes con los que nos encontremos tendrán mucho más valor narrativo que en las anteriores entregas.
Sin embargo, un aspecto negativo que nos encontramos es que la primera mitad del juego tendrá un ritmo argumental bastante lento que puede llegar a impacientar y hacer que no disfrutemos del encanto de algunos de los mundos que nos aguardan e, incluso, de detalles relevantes de la historia principal que pueden pasar desapercibidos. Otro aspecto negativo con el que nos topamos en el juego, es la falta de cameos de Final Fantasy, y aunque es algo que esperábamos, dado que fue anunciado previamente al lanzamiento, es algo que seguimos echando de menos y que hace que pierda parte de su esencia.
¡Al ataque!
Pero pasemos a la acción y hablemos de la jugabilidad, y más en concreto del sistema de combate, el cual, gracias a la calidad gráfica y a otros muchos factores que enumeramos a continuación, permiten una experiencia jugable que alcanza su máximo esplendor. Se ha cogido lo mejor de cada juego de la saga y se ha innovado en muchos aspectos dando lugar a unos combates con infinidad de combos y posibilidades para derrotar a las oleadas de “Sincorazón” e “Incorporeos” con la ayuda de nuestra peculiar arma: la llave-espada.
Heredamos una barra de maná similar a la de “Kingdom Hearts 2”, la cual, una vez se gaste, tendremos que esperar a que se vuelva a cargar de nuevo transcurridos unos segundos. También vuelven los ataques finales que ejecutaremos junto a nuestros aliados una vez llevemos a cabo una serie de combos.
La barra “tino” regresa desde “Kingdom Hearts: Birth by Sleep” para desatar la habilidad “Tiro Certero” nuevamente, la cual nos dará distintos poderes en función de las llaves-espada que vayamos adquiriendo. Además, como novedad, con “Tiro Certero” podremos desplazarnos hacia determinadas plataformas o enemigos que estén lejos para aproximarnos a gran velocidad, dando así un toque más dinámico a nuestras peleas. También vuelven las “Formas”, transformaciones que alterarán las características de nuestra llave espada variando aún más los combos y ejecuciones que llevaremos a cabo. Cabe añadir que como novedad, en esta obra, podremos llevar con nosotros hasta tres “llaves-espada” al mismo tiempo, pudiendo cambiarlas durante el combate. Este matiz es clave para dar una mayor variedad a los enfrentamientos, aumentando más aún las posibilidades de nuestras peleas.Y vuelve el “Modo Acróbata” de “Kingdom Hearts: Dream Drop Distance”, el cual nos permitirá coger impulso para darnos más movilidad o realizar ejecuciones aprovechando nuestro entorno.
Todo ello, sumado a un abanico de magias e invocaciones dará lugar a un sistema de combate con un sinfín de posibilidades para derrotar a nuestros enemigos y jefes finales. Y hablando de jefes finales, el sistema de combate que hemos mencionado culmina con un diseño de bosses muy cuidado y original, con peleas como nunca antes habíamos visto en esta saga. Este conjunto de elementos hacen que la dificultad del juego no sea excesivamente difícil, nosotros lo hemos jugado en máxima dificultad, y no ha supuesto un reto por lo menos en la línea de la historia principal.
Pero por si no fuera poco, el juego trae una novedad más a nuestros combates y es que podremos invocar diferentes atracciones de Disneyland para desatar ataques de diferentes tipos dependiendo de la atracción que invoquemos. Esto último resulta tan absurdo como fuera de lugar en el juego (en nuestra opinión), ya que, aunque visualmente se ve fantástico y resulta en ocasiones entretenido, acaban frenando el ritmo del juego e incluso restando un factor de “epicidad” al mismo. Incluso, en más de una ocasión hemos decidido no invocar atracciones cuando hemos podido, en las peleas de los jefes finales, aunque esas decisión nos llevaran a la muerte con tal de no hacer el ridículo. ¿Os imagináis derrotar a un boss subido a un tio-vivo?
En esto último que hemos mencionado dice mucho de otro de los aspectos negativos que hemos encontrado en ocasiones en el apartado narrativo del juego, y es que Tetsuya Nomura, no ha contado del todo con que gran parte de la comunidad de su obra ha envejecido. Y sí, es cierto que no debemos perder a nuestro niño interior, al fin y al cabo estamos jugando a un juego que convive con el universo Disney, pero hasta el primer título de los Kingdom Hearts presentaba momentos más oscuros que sus sucesores, y en el cual se daba una visión bastante adulta sobre la discordia entre el bien y el mal. No obstante la historia acaba siendo uno de los aspectos más importantes, dándonos un ritmo más pausado al principio del juego, permitiendo disfrutar de los mundos que vamos visitando y culminando en una segunda mitad del juego donde la historia se vuelve frenética y cargada de sorpresas.
Grandes detalles en «Kingdom Hearts 3»
En lo que respecta a la parte “rejugable” o contenido fuera de la campaña, el juego presenta un amplio abanico de posibilidades y tareas por realizar. Además de las misiones gumi que ya hemos mencionado tendremos un montón de tareas que hacer en cada uno los mundos tras nuestra primera visita. Desde fotografiar escenarios buscando el famoso logo de Mickey Mouse, hasta combates y bosses extra y un largo etcétera que nos garantizarán horas de diversión hasta llegar al 100% del juego.
Hemos hablado de lo espectacular que resulta el apartado gráfico de este lanzamiento llegando a ser de matrícula de honor. Pero, ¿qué tal rinde el funcionamiento del juego? Nosotros no hemos notado ningún tipo de inestabilidad de frames (salvo en un momento puntual del juego en el que estábamos grabando la partida), el juego rinde a la perfección en una PlayStation 4 Slim, pero hemos hecho comparativas y como más recomendamos disfrutar de esta experiencia es a manos de una PlayStation 4 Pro o Xbox ONE X con un panel que disponga de “Free Sync” para poder aprovechar al máximo esta maravillosa experiencia visual del juego.
Por otro lado, un aspecto a destacar una vez más, es la música. Y aunque el juego recicla temas de juegos pasados se añade una banda sonora original que nos hará disfrutar aún más, si cabe, de nuestra aventura y que acompaña a la perfección con el ritmo del juego en cada momento. Destacamos también el tema principal “Face My Fears” de Hikaru Utada, famosa ya por esta franquicia, acompañada del DJ Srillex que arranca el opening. Por otro lado otra pieza que destaca es la canción original, también de Utada, “Don´t Think Twice” que ha cautivado una vez más los corazones de los jugadores.
Conclusión
Por nuestra parte ya hemos finalizado «Kingdom Hearts 3», y podemos decir que por el conjunto de elementos que lo forman y, sobre todo, por su historia, está dirigido al público fiel de la saga, pecando a veces de “fan service”, y con un ritmo argumental algo lento al principio pero agradable y con una segunda mitad cargada de acción que nos mantendrá sin parpadear hasta la secuencia final.
Si os decepciona u os encanta finalmente la historia, dependerá de cada uno de vosotros pero independientemente de esto la larga espera se justifica con un apartado visual nunca antes visto en esta saga (y en muy pocos títulos de Square Enix), acompañado de un sistema de combate que se ha visto perfeccionado frente a sus antecesores y que nos garantizarán una experiencia única.
A título personal, como Alejandro Soto y fan indiscutible de esta maravillosa obra, puedo decir, y digo, que estamos ante el mejor Kingdom Hearts de la saga.
Nota: 9
Equipo de pruebas:
Para analizar “ Kingdom Hearts 3 ” hemos utilizado:
- PlayStation 4 Slim
- Dualshock 4
- TV Samsung 1080p LED IPS