Análisis de Hell is Other Demons, rebelión en el Infierno
- 2 junio, 2019
- Sergio Gómez
Saltos, disparos y esquivas imposibles. Esas son las herramientas que vas a necesitar para hacerte con el control del infierno pixelado en lo último de Cuddle Monster Games, «Hell is Other Demons»
Los amantes del pixel gordo, las escopetas, el doble salto y todas las cosas buenas de la vida en general, estamos de enhorabuena gracias a saber hacer del estudio sueco Cuddle Monster Games. No en vano hace poco más de una semana pusieron a la venta «Hell is Other Demons». Una pieza de artesanía de estilo retro y basada en mecánicas clásicas destinada a poner a prueba nuestros reflejos y habilidad hasta niveles enfermizos, sin necesidad de castigar a aquellos que, como un servidor, jugamos el noventa por ciento del tiempo con dos muñones izquierdos.
Rebelión en el infierno
El infierno está abotargado y seremos nosotros, encarnando a una líder de la aplastada rebelión traída de entre los muertos (si es que se puede morir del todo en el Infierno), los encargados de darle una patada en el culo a las huestes demoníacas y devolver su antigua gloria al averno, con nuestro infernal culo al mando claro está.
Me encantan las aventuras gráficas y los juegos de rol y, cualquier día de la semana, soy de la opinión de que una buena historia, bien contada, puede salvar a un título que, por lo demás no sería destacable (se me viene a la mente «The Witcher 3» como ejemplo claro de esto mismo). Con todo y probablemente por haber crecido en las décadas de los ochenta y noventa (una edad oscura donde las mecánicas jugables lo eran todo y el argumento era por aquello de que nuestros padres nos vieran leer algo) también soy consciente de que un buen juego no necesita en absoluto de argumento alguno y que, a veces, es mejor que la historia no estorbe a la jugabilidad.
Es por eso que, aunque la trama de “Hell is Other Demons” es sencilla, tonta, manida y está más sobada que la primera revista porno de un catorceañero, yo particularmente estoy encantado con que sea exactamente como es. El trabajo del estudio sueco no necesita más (de hecho, no precisa de trama en absoluto) para lucir como lo que es, un arcade frenético y afinado en todas y cada una de sus mecánicas.
Los clásicos nunca mueren
El doble salto, la esquiva, los disparos, el parry y caer encima de los enemigos para dañarles son algunos de los grandes éxitos de las mecánicas en el diseño de videojuegos. No es raro ver como títulos grandes y pequeños implementan alguna de estas características en sus esquemas, los hay como «Rage 2″ que las cogen todas y las introducen magistralmente en la experiencia. En esta última categoría es donde está el título de Cuddle Monster Games.
Por muy en horas bajas que estén las legiones de los condenados, no nos lo van a poner fácil a la hora de dejarse patear el proverbial trasero para que las despertemos. Y es ahí donde entra nuestra capacidad para hacer uso de todas nuestras habilidades. De inicio, contamos con lo básico, una pistola, doble salto, esquiva y parry (ahora profundizamos en esto último), es decir, los grandes éxitos antes mencionados.
La cosa podría quedar ahí, pero por aquello de endulzar en parte el modo campaña y darle al modo arcade un toque roguelite, a los clásicos básicos se le añade un sistema de progresión con distintos tipos de armas, ataques especiales y en general características y mejoras para nuestro personaje, como disparar más rápido, triples saltos, más vida y un extenso etcétera que sin ser abrumador nos permitirá personalizar la manera en la que afrontamos los retos que nos propondrán tanto el modo arcade como en la campaña.
Estos retos, no importa la modalidad de juego en la que entremos, siempre serán escenarios cerrados y en general pequeños donde habremos de enfrentarnos a oleadas de enemigos que irán apareciendo siempre en el mismo orden y de la misma manera en el modo campaña (permitiéndonos aprender patrones de ataque según vayamos repitiendo las zonas) y de manera aleatoria en el modo arcade.
El modo campaña funciona tanto por sí mismo, como complemento en forma de tutorial al modo arcade, dándonos oportunidad para probar (según las vayamos desbloqueando) las distintas mejoras y características disponibles que, a la postre, aparecerán de manera aleatoria en el modo arcade y donde será capital saber que escoger entre las distintas opciones a nuestra disposición.
Pero vamos a lo del parry que me desvío. A diferencia de la gran mayoría de juegos, “Hell is Other Demons” tiene el parry implementado en el salto. Ya os he comentado que el salto (más concretamente caer sobre los enemigos) puede usarse para dañar a los enemigos, siendo una de las mecánicas más útiles contra enemigos pequeños y débiles, y además puede usarse para evitar que las trampas del suelo, el agua o los disparos enemigos nos dañen siempre y cuando saltemos justo en el momento de chocar con ellos.
No solo nos evitará comer daño, además nos reinicia el doble salto, pudiendo usar (si contamos con la habilidad suficiente) zonas que normalmente nos dañarían hasta matarnos, como plataformas temporales para seguir en continuo movimiento mientras vamos acabando con cantidades ingentes de enemigos. Es cierto que los más amantes del género me dirán que lo de hacer parry con el salto no es una novedad, y aquí es donde está la genialidad de un título que ha sabido coger las mecánicas más clásicas de los videojuegos y las ha empaquetado la perfección.
Dejo para el final lo más importante, porque puedes meter todas las mecánicas que quieras en tu título, pero si están mal implementadas o mal calibradas solo servirán para romper o arruinar toda la experiencia. Por suerte, no es el caso y a todas las características mencionadas hay que añadir un control afinado y soberbio donde, sin importar cuantas explosiones o enemigos haya en pantalla, siempre sabes que cada golpe recibido, cada error cometido, es sin duda culpa tuya.
«Hell is Other Demons», «Sekiro», la dificultad y Nintendo
Desde que lo último de Miyazaki salió a la venta mucho se ha escrito y dicho sobre la dificultad en los videojuegos y el respeto que merece la visión del autor en ese campo. Particularmente soy de los que piensan que un selector de dificultad no haría peor a «Sekiro» (tampoco mejor necesariamente), pero creo que todos deberíamos mirar a la Gran N en este aspecto. Nintendo lleva décadas ofreciendo juegos para todos los jugadores, títulos como «Mario Odissey» o los últimos títulos de Yoshi son un ejemplo claro de dificultad bien entendida.
En estas obras es relativamente sencillo llegar hasta el final y salir triunfante, pero en el momento que, como jugadores, decidimos ir a por todos esos coleccionables y secretos que nos hemos dejado en el transcurso de la partida la cosa cambia, y queda claro que la habilidad necesaria para conseguirlos es bastante más elevada que la necesaria para vencer al jefe final de turno.
“Hell is Other Demons” es un juego difícil, no voy a negar la evidencia. Pero desde el estudio sueco parece que han mirado el saber hacer de la empresa nipona y, aunque retante, el pasarse la campaña es, a mi sencillo parecer, apto para todos los jugadores que decidan ponerle algo de paciencia y que no les importe repetir algunos retos unas cuantas decenas de veces. El toque Nintendo llega si quieres sacarle toda la chicha a la campaña, ya que el juego te anima a pasarte cada fase sin usar ningún arma, ni ataque especial y sin recibir ningún daño. Tres capas extras de dificultad que pondrán contra las cuerdas a los jugadores más expertos y que en el fondo, como cualquier objetivo optativo, se hacen solo por el reto que plantean. A esto hay que añadirle un ranking mundial para el modo arcade, para aquellos que deseen escribir su nombre en lo más alto del Infierno.
Píxeles como puños y música Synthwave
“Lección aprendida, Thanos de Titán. Soy la Muerte. No soy comoda.” -Keith Giffen, Thanos «Samaritano»-
El pixel-art, como todo lo bueno de esta vida, llega con una variedad increíble de sabores, algunos más populares que otros y algunos más extremos que otros. En Cuddle Monster Games han optado por un arte que, rico y lleno de detalles, es principalmente ofensivo a la vista y al cerebro. No digo esto como una crítica, me parece perfecta la manera que han encontrado para representar un lugar que, a priori, debería ser ofensivo a la vista y al cerebro. Resulta que al final, el Infierno no es un lugar cómodo.
Para acentuar esa sensación de incomodidad, el equipo encargó a Berlin’s Rémi Gallego (parte integrante de The Algorithm) una banda sonora extremadamente ochentera y que en plena faena nos irá marcando el ritmo del combate casi sin darnos cuenta y sin dejar que nos relajemos ni un segundo.
Conclusiones
“Hell is Other Demons” es otro de esos indies que puedes pasarte en una o dos tardes tontas si solo vas a por la campaña y que puede absolverte la vida si vas intentar dominar sus mecánicas y a ponerte en lo más alto de los rankings mundiales en el intento. Es sin duda uno de esos títulos imprescindibles para los que amen los juegos rápidos, los bullet hells y para aquellos que quieran tener un título con el que matar los ratos muertos en partidas rápidas de diez minutos.
Para los demás, un consejo, que no os tiren para atrás los gráficos feos y esa apariencia de dificultad desmedida. Dadle una oportunidad si podéis porque estáis, sin ningún tipo de duda, ante uno de los pequeños grandes lanzamientos del año, que incluso con unos tiempos de carga que pueden molestar un poco (hablo de tiempos de carga de 2-5 segundos cada vez que mueres, pero que estoy seguro podrían eliminarse por completo, mejorando si cabe una experiencia excelente) es de lo mejorcito que vamos a ver este 2019, y la competencia va a ser dura si tenemos en cuenta todo lo que está por salir.
Podéis encontrar “Hell is Other Demons” en PC (Steam, Kartridge) y Switch
Nota: 8
Versión analizada: Steam
Equipo de pruebas:
Para arengar a las huestes demoníacas a base de balazos y pisotones hemos utilizado:
- PC (RyZen 1600, Gigabyte RTX 2070 8GB Gaming OC White 8G, 16GB de RAM)
- Steam Controller
- Acer ED242QR A 1080p/144Hz Freesync (Monitor principal) (El que he usado para jugar)
- Asus VH228T 1080p/60Hz (Monitor secundario)