Análisis de Fallout 76, el inesperado viraje hacia el multijugador
- 25 noviembre, 2018
- Sergio Armero
¿Un Fallout online, sin NPCs y que no se centra en el aspecto narrativo? Sí, se llama «Fallout 76» y es la apuesta de Bethesda para dar un soplo de aire fresco a una franquicia que siempre ha sido la viva imagen del RPG
Con “Fallout 76” Bethesda ha decidido dar un cambio de aires radical a esta mítica saga. Esta entrega gravita en torno al modo multijugador, algo que ya desde su anuncio fue alabado y criticado a partes iguales por los fans, convirtiéndola en uno de los lanzamientos más polémicos de los últimos años.
El elemento más radical de esta entrega es la eliminación de los NPC. Para llenar ese espacio se introduce al resto de supervivientes, seleccionados para formar parte del refugio 76 de entre las mejores mentes del momento. Esto se traduce en que compartiremos West Virginia junto a otras personas en línea.
Pero no os preocupéis, que todo esto lo vamos a desarrollar en un momento. Poneos cómodos.
En este servidor sí hay sitio para los dos
«Fallout 76» no está tan interesado en narrar una historia como de explorar las posibilidades que abre la interacción entre los jugadores, sus enfrentamientos y sus alianzas. Junto a tí en Appalachia (escenario en el que se desarrolla el juego) habrá en todo momento un máximo de 24 jugadores.
Algunos de ellos irán en solitario y otros jugarán en grupos, unos te ayudarán y otros intentarán matarte. Vamos, como en la vida la real.
En cualquier momento puedes acceder al mapa y ver quienes son y dónde están, eso sí, Appalachia es inmensa, de modo que durante la mayor parte del tiempo estarás sólo o con tu grupo inicial. Los encuentros con el resto de jugadores son muy de vez en cuando si bien el juego, consciente de ello, tiene varios sistemas para hacer que los jugadores se encuentren.
Entendemos que una de las decisiones más delicadas al desarrollar este juego fue el trato que se le daba a esos encuentros. Estas interacciones son las únicas que pueden suplir la falta de esos personajes tan característicos que le han dado fuerza a la saga Fallout hasta ahora (sí, hablo de los NPCs).
Está permitido atacar al resto de jugadores que nos encontremos, pero mientras ellos no respondan con otro ataque confirmando que quieren batirse en duelo contra nosotros, el daño se verá muy reducido, de modo que aunque nos descarguen un cargador entero en el pecho podremos tomarnos un estimulante o un filete de perro radiactivo y seguir a nuestra bola. Esto, por una parte, evita que los jugadores estén obligados a pelear contra su voluntad. Por otra parte, elimina la sensación de estar en un mundo post apocalíptico en el que los restos de la humanidad luchan por sobrevivir en un entorno hostil que en cualquier momento puede matarte.
Para terminar de ahuyentar a los abusones, se ha incluido un sistema de busca y captura mediante el cual cualquiera que se pase de la raya obtendrá una recompensa sobre su cabeza y será marcado en rojo en el mapa para que el resto de jugadores pueda darle caza.
Da la impresión de que Bethesda estaba tan asustada de lo que los jugadores pudieran hacerse unos a otros que han acabado relegando el PVP a algo anecdótico, al menos en nuestra experiencia. Una de las principales bondades del modo online es el juego en equipo: tanto con tus amigos como con los desconocidos que te encuentres en el juego. Y se pueden formar equipos de hasta cuatro jugadores, algo especialmente útil a la hora de enfrentarse a los monstruos más fuertes de Apalacchia, capaces de resistir muchas, muchas balas.
La interacción con otros jugadores, si bien ocasional, suele ser bastante positiva. El chat de voz está activado por defecto así que escuchamos a los jugadores que tenemos cerca.
En una ocasión estuve a punto de morir y dos jugadores me ha ayudaron a matar a los Robots Comunistas que me perseguían (lo digo en serio, los comunistas no sólo lanzaron bombas sobre Appalachia) y la sensación fue realmente positiva, de esas que hacen que le acabes cogiendo cariño al juego. Esto demuestra que el potencial en este apartado es muy alto.
Un Pip-Boy y muchas holocintas
Como hemos comentado, los 24 jugadores del refugio están solos. El resto de gente se ha marchado o está muerta. Quedan las notas del interior de las casas, en sus ordenadores personales, mensajes de radio e incluso mapas del tesoro… pero sobretodo, quedan sus holocintas.
Estas cintas que podemos cargar en nuestro ordenador de muñeca, el mítico Pip-Boy, son las encargadas de contarnos las historias de estas personas, de llevarnos de un sitio a otro para descubrir qué les pasó y qué podemos hacer para ayudarles.
Las historias están, por lo general, bien contadas, pero escucharlas a través de una grabación les quita mucho poder de convicción. En ocasiones cuesta prestarles atención mientras exploras o disparas a los mutantes, siendo consciente de que no vas a encontrar a esa persona que habla en ningún momento. Es un sistema que funciona pero se desgasta rápido.
Para contrarrestar esto, en «Fallout 76» hay eventos constantemente. Se trata de misiones que se activan cuando te acercas lo suficiente e involucran a todos los jugadores de dentro del área del evento (aparecen representadas con un hexágono en el mapa). Es muy normal que los jugadores cooperen para completar estos eventos ya que, además de ser un reto en el que enfrentarse a poderosos enemigos, ofrecen recompensas considerables. Siempre se puede hacer el viaje instantáneo a un evento, de modo que estos son un punto de encuentro para los jugadores.
El mapa de «Fallout 76» es una obra de arte
Nos despedimos del mapa tradicional en verde sobre negro, el nuevo mapa está a todo color y lleno de ilustraciones de los lugares más importantes.
Hemos mencionado que «Fallout 76» es muy grande, aproximadamente cuatro veces más grande que el de «Fallout 4» y algo superior al tamaño de Skyrim. A pesar de las dimensiones, a medida que nos movemos por Appalachia nos damos cuenta de que el escenario está muy trabajado y que brilla con luz propia.
A diferencia de sus predecesores, en esta entrega se muestra un mundo que aun estando destruido y lleno de radiación, no deja de ser bonito. Los cauces de los ríos están llenos de plantas y los montes repletos de árboles, esta vez no estamos en un yermo seco y gris.
Lo mejor es la originalidad de algunas localizaciones y, sobre todo, la atención al detalle, incluso en el pueblo de carretera más insignificante se pueden encontrar detalles reveladores.
En este apartado «Fallout 76» está, sin duda, a la altura del resto de entregas. Es fácil perderse en el mapa y pasar horas deambulando de un sitio a otro sin más objetivo que descubrir que hay en esa nueva señal que nos acaba de aparecer en la pipboy.
Como principal inconveniente encontramos que algunas texturas no están a la altura de lo que se espera del juego, en especial la abundante vegetación que en la distancia tiene un gran aspecto, pero que en las distancias cortas muestra unas texturas de una calidad demasiado baja. En «Fallout 4» apenas había vegetación, pero este juego está repleto de ella, y habría sido muy bienvenida una mejora en este aspecto.
Necrófagos y cosas peores
Si el entorno es variado y diverso no se puede decir menos de los enemigos que nos encontramos en, prácticamente, cualquier lugar al que vayamos.
Desde los interminables Necrófagos hasta los ya famosos sanguinarios, pasando por una larguísima lista de novedades. Bestias tan originales como el Cangrejo ermitaño gigante (cuyo caparazón es un autobús), el enorme Grafton, o el terrorífico Wendigo.
Uno de los más curiosos, es el Monstruo de Flatwoods, basado en una leyenda urbana surgida en los años 50 en West Virginia, sobre la existencia de un monstruo alienígena de ojos rojos que fué avistado por tres niños en el pueblo de Flatwoods.
No salgas del refugio sin munición
Para lidiar con esta interminable lista de enemigos necesitaremos armas, y sin duda contaremos con un elenco muy variado que además podremos personalizar y modificar a través de bancos de armas si tenemos la habilidad y los materiales necesarios.
El manejo de las armas es exactamente igual que en «Fallout 4», desde las animaciones hasta muchas de las armas que también están presentes en esta entrega. Lo cual no es algo malo, ya que siguen siendo divertidas de usar, tienen un retroceso adecuado, podemos modificarlas a nuestro gusto y nos animan a buscar modelos legendarios que añadir a nuestra colección. Esto es uno de los principales motivos que nos invitan a explorar el entorno y derrotar a los enemigos más fuertes.
Al contrario de lo que pensé inicialmente, el sistema VATS no ha sido sacrificado del todo. Si bien por exigencias del guion ya no es el mismo que en anteriores ediciones, nos permite seleccionar a qué parte del enemigo disparar sin tener que apuntar. Está claro que el estilo multijugador del título impide parar el tiempo mientras seleccionamos a nuestro objetivo, pero aún así acaba siendo un recurso útil cuando un enemigo se mueve demasiado o no queremos desperdiciar balas.
YOU ARE S.P.E.C.I.A.L.
El editor de personajes también está basado en el de «Fallout 4», podemos esculpir el rostro y elegir entre una larga lista de opciones de pelo, barba, etc. Un fan ya ha creado un personaje idéntico Waluigi, por cierto.
Respecto al desarrollo de nuestro personaje, contamos con un sistema de “perks” o habilidades en forma de carta. Al subir de nivel elegiremos una carta perteneciente a uno de los siete atributos. Conforme subamos de nivel y mejoremos la fuerza, resistencia, inteligencia y demás atributos podremos elegir cartas más poderosas. También podemos fusionar las que tengamos repetidas para aumentar sus efectos.
Mención destacada a las cartas para ganar inmunidad a los efectos negativos del alcohol y la de resucitar a tus amigos con alcohol en lugar de estimulantes: Fallout en estado puro. Esto da un sistema de progresión equilibrado y flexible, con infinitas combinaciones pero que nos obliga a elegir sabiamente la dirección en la que queremos orientar el desarrollo de nuestro personaje.
Recoger y almacenar chatarra
El sistema de construcción de bases vuelve con más fuerza. Esta vez sí parece justificado construir nuestra base y mejorarla ya que no hay ciudades u otras zonas libres de enemigos donde almacenar nuestros objetos. Y es que desde que abandonamos el refugio con tan solo un gorrito de fiesta y un mono azul, estaremos buscando materiales con los que construir nuestra base y mejorar nuestro equipamiento.
Una de las demandas más repetidas por los jugadores, entre los que me incluyo, ha sido aumentar el espacio de almacenaje de objetos. La cantidad que podremos guardar en nuestra caja de botín es insuficiente para lo rápido que recogemos chatarra en «Fallout 76».
Por suerte hay cientos de bancos de trabajo dispersados por todo el mapa para poder gestionar la chatarra. Aun así, nos veremos obligados a viajar a nuestra base de forma frecuente para almacenarla, para lo que podremos usar el viaje rápido y gratuito en estos casos (normalmente nos costaría unas chapas).
Respecto a las bases, decir que normalmente quedan relegadas en la partida a ser un lugar donde almacenar objetos y tener los bancos para fabricar, reparar armas, cocinar alimentos, o preparar nuestros “compuestos químicos” si nos va eso de darle al jet o al psycho.
Qué pasa si pulso este botón
Una de las novedades más importantes es la inclusión de este sistema que nos permite recoger una serie de códigos en posesión de ciertos enemigos (siempre poderosos), que una vez reunidos nos permite acceder a las instalaciones militares desde las que lanzar una bomba nuclear sobre una zona del mapa.
Esa zona se convertirá, temporalmente, en altamente radiactiva y contendrá un conjunto de enemigos de muy alto nivel a los que enfrentarnos, a cambio de una recompensa. Si escuchas una explosión mientras exploras Appalachia y el cielo se vuelve verde, ¡corre!
Tócala otra vez Sam
Los aficionados de esta saga sin duda estarán encantados con Radio Appalachia. Muchas de las canciones que hemos escuchado en entregas anteriores están presentes en esta, y otras tantas nuevas elegidas con mucho acierto.
La banda sonora es una grata sorpresa y desde aquí recomendamos activar a menudo la radio en el pipboy para disfrutarla. Darse un paseo por “Fallout 76” mientras matamos unos cuantos supermutantes al ritmo de “Blue Moon” de Sinatra es una gozada.
Un día más en Apalach(/&$%ERROR404
No podemos despedir este análisis sin hablar de los problemas técnicos de “Fallout 76”, sin duda uno de los lanzamientos más polémicos de este año.
El rendimiento no es el que nos gustaría, hemos experimentado alguna que otra caída de servidor y el juego tiene bajadas de rendimiento incluso en un hardware potente. En ocasiones los enemigos muertos vuelven a aparecer incluso delante de nuestros ojos, otras veces se desorientan y corren en la dirección equivocada o se quedan atascados.
También hemos visto problemas de popping (carga repentina de objetos y texturas cercanos), o la ausencia de opciones para ajustar la cámara / field of view. Si bien creemos que Bethesda (modders) acabará por solucionar muchos de estos problemas técnicos, creemos que ensombrecen las bondades del juego.
Conclusión
“Fallout 76” es, por mucho que se le pueda criticar, tremendamente divertido. Explorar, cazar monstruos inimaginables, conseguir las armas más extrañas que podamos encontrar y modificarlas, formar alianzas con el resto de jugadores…Todo esto funciona con relativa solidez .
Sin embargo, es difícil no pararse a pensar en la oportunidad que ha perdido Bethesda para crear uno de los mejores Fallout hasta la fecha.
El sistema de PVP se queda en una anécdota, siendo excesivamente duro con los jugadores que intenten asaltar a otros. La exploración en solitario se ve mermada por la ausencia de los NPCs y misiones más profundas y complejas a las que nos tienen acostumbrados que, paradójicamente, hacen del primer Fallout online el más solitario de todos. También están los bugs y fallos técnicos que rompen en demasiadas ocasiones la inmersión.
Tanto los problemas técnicos como el del PVP creemos que pueden, y deben, solucionarse cuanto antes. Bethesda ya ha parcheado el juego en varias ocasiones. También ha anunciado que habrá DLCs gratuitos en los que se abrirán nuevos refugios y ampliará el contenido jugable. No podemos olvidar que esta saga tiene una gran comunidad detrás, y no tardarán demasiado en empezar a crear mods con los que mejorar la experiencia de juego.
«Fallout 76» no ha tenido el lanzamiento ideal, pero creemos que no está tan lejos de ser un buen juego y que tiene mucho más potencial del que nos ha mostrado hasta ahora.
Nota: 6,5
Equipo de pruebas:
Para analizar “Fallout 76” hemos utilizado:
- PC (Intel 6700k, GTX 1080 Ti 11 Gb, 16 Gb DDR4)
- Teclado y ratón
- ViewSonic XG2703-GS (27″, 1440p, 165 HZ y G-Sync)