Análisis del Dragon Quest Builders para Nintendo Switch
- 21 febrero, 2018
- Chema Carvajal Sarabia
La versión para Nintendo Switch del «Dragon Quest Builders» no trae novedades respecto a la de PS4 pero sí la posibilidad de jugar a un juego realmente divertido allá donde vayamos
El título japonés «Dragon Quest Builders» llega a Nintendo Switch casi dos años después de que viera la luz en PlayStation 4, y lo hace manteniendo la magia y la entidad que consiguió tan buena crítica en su momento. El juego sigue siendo divertido y le sienta muy bien a la portátil de Nintendo.
Lo primero que tenemos que decir es que esta nueva versión no trae novedades respecto a sus versiones de PS4 y Vita, por lo cual quienes lo jugaron en su momento poco encontrarán aquí que les sea nuevo o que les sirva de excusa para volver a desembolsar dinero en este título, pero os aseguro que si sois nuevos y no lo habéis probado antes, la versión de Switch es la mejor para empezar a darle al pico y a la pala.
Una historia sencilla pero estimulante
Lo que tenemos que saber nos lo cuenta una voz en Off nada más empezar la historia. Un señor misterioso que nos llama «hijo» nos cuenta la historia de una tierra que antaño fuera maravillosa y bella, pero que ahora se encuentra sumida en la oscuridad debido a las innumerables bestias y monstruos que campan impunes a sus anchas.
Las ciudades han sido destruidas y la gente sobrevive como puede. Además, no hay esperanza para las criaturas de bien ya que el don de construir, la habilidad de crear o el poder de edificar -basta de sinónimos- han desaparecido entre los humanos. Así que los que quedan viven entre ruinas, sin protección y con un miedo constante a ser atacados por las malvadas criaturas.
Y claro, aquí es donde aparecemos nosotros, que despertamos de un largo letargo para intentar traer la luz de vuelta a Canteria, ya que nosotros somos «el constructor». Somos los únicos capaces de extraer los materiales esenciales de la tierra (ya sea destrozando un bloque de piedra, matando enemigos o haciendo trizas las ramas para sacar madera). Y ya con esas materias primas poder construir complicados objetos al mezclarlas.
Una vez que nos vamos haciendo al juego, descubrimos que nuestra principal misión es reconstruir una ciudad, para que durante el proceso de edificación se nos vayan uniendo otros habitantes para conseguir repoblar Canteria. Además, estos habitantes nos irán dando planos, que nos descubirán nuevas construcciones y misiones, para que así el juego no se haga aburrido en ningún momento.
Construcción Minecraft pero con fondo
Está claro que cualquiera que haya visto tan sólo un tráiler del «Dragon Quest Builders» habrá podido observar el enorme parecido con el universo «Minecraft», ya que romper bloques y construir es el Late Motiv de uno de los juegos más importantes de los últimos 6 años. Pese a ello, el juego que hoy nos ocupa intenta ir más allá y lo consigue.
No podemos olvidar que es un Dragon Quest, y eso significa rol y aventuras por doquier. Y «Dragon Quest Builders» no renuncia a su sello ni a sus orígenes. Por lo que si bien se pueden pasar horas rompiendo bloques y construyendo porque sí, la historia y las misiones nos harán querer seguir avanzando en el juego.
También hay que decir que, si bien la historia está bien contada y no es aburrida, a los amantes de la saga les podrá parecer que es de las más flojas hasta la fecha, pero aún así es lo suficientemente buena como para que queramos saber como acaba todo.
Aquí construir es una excusa muy bien planteada que nos entretiene durante horas infinitas pero sin ser el único estimulante que tenemos para seguir jugando, y ese es el gran acierto de Square Enix, su desarrolladora. La mezcla de las misiones, de la historia, de la exploración y de la construcción puede llegar a ser un combo tan efectivo que después de 60 horas de juego os preguntéis por qué la caja del videojuego no lleva un aviso de que el título puede ser adictivo.
Un buen diseño artístico y un apartado técnico correcto
Akira Toriyama, encargado del diseño artístico del juego, y Koichi Sugiyama, responsable de la música, han hecho un trabajo a la altura de su fama y de la saga. Los diseños del entorno, de los monstruos y de los personajes son únicos y muy conseguidos, ya que nos meten con facilidad en el mundo que debemos reconstruir.
Además de esto, la música cumple un papel genial, acompañándonos en todo momento y haciendo que cada exploración o que cada combate sea más inmersivo de lo que cualquier Minecraft haya conseguido hasta ahora. El «Dragon Quest Builders» está bien pensado y bien construido, y su diseño y su BSO están muy por encima de lo que estamos acostumbrados.
En cuanto al apartado técnico os podemos asegurar que, obviamente, no alcanza a la versión de PS4 pero sí que adelanta por la derecha a la versión de PS Vita, por lo que nos encontramos con la opción intermedia en cuanto a gráficos de entre las distintas plataformas en las que podemos disfrutar del título.
En modo sobremesa el juego corre a 720p (HD) y a 60 imágenes por segundo, con un buen suavizado de bordes (AA) que elimina gran parte de los dientes de sierra que se pueden apreciar en la versión de Vita.
En cuanto al modo portátil, la resolución se mantiene pero la tasa de imágenes por segundo cae a 30 y a esto hay que sumarle que se desactivan algunas mejoras en el suavizado de bordes, algo notable cuando acercamos mucho la cámara a según qué objetos.
Pese a todo, puedo aseguraros que el juego es disfrutable en ambos modos, y que no tendréis problema de pasar de jugar en la televisión, a desconectarla del dock y seguir jugando en modo tableta mientras viajáis en el autobús o en el metro.
Conclusiones
«Dragon Quest Builders» es un videojuego divertido que sabe sacarle partido al explotado concepto de la construcción a través de bloques, y además unirlo a una saga mítica de rol que propone un mundo vivo lleno de misiones y personajes carismáticos.
Devolver a Canteria su esplendor de antaño y construir una ciudad incréible en la que el único obstáculo son tu imaginación y tu tiempo es una taréa divertida y desafiante para aquellos jugadores a los que este tipo de juegos le llaman la atención. Si de verdad queréis sacarle el jugo a esta entrega os puede tener pegados a la pantalla más de 60 horas, y eso es una barbaridad para un juego que a simple vista no parece tan aprovechable.
El único aspecto que no me ha convencido ha sido el combate, algo fácil y que sólo conseguía disfrutar cuando me enfrentaba a algún jefe final. Por lo demás, las luchas son demasiado sencillas y poco variadas, así que no os extrañéis si a las pocas horas tan sólo utilizáis la violencia contra los monstruos para conseguir materiales y no para divertiros.
Como comentábamos al principio, si sois nuevos en esta entrega y nunca habíais jugado al «Dragon Quest Builders» os recomiendo esta versión para Nintendo Switch sin dudarlo, ya que su rendimiento gráfico es bastante bueno tanto en modo sobremesa como en modo tableta, y eso os asegura poder disfrutar del título tanto en casa como fuera de ella. Y amigos, este es un juego para disfrutarlo.
Nota: 8,5
Equipo de pruebas:
Para analizar “Dragon Quest Builders” hemos utilizado:
- Nintendo Switch
- Mando Pro de Switch
- LG 47LB 650V (1080p LED IPS)