Análisis de Death Stranding, la apuesta del Kojima independiente
- 18 noviembre, 2019
- Chema Carvajal Sarabia
Un juego que era todo misterio e intriga tenía la misión de estar a la altura de su creador, el mítico Hideo Kojima, y a la altura de lo prometido. Tras finalizarlo y dejar unos días de reflexión analizamos «Death Stranding», el título que tenía que cambiarlo todo
Fue en el E3 de 2016 cuando Kojima dio la sorpresa. Anunciaba «Death Stranding», un juego que salía de su recien fundado estudio, Kojima Productions, y era su primera propuesta como creador independiente después de una trágica separación con Konami.
El padre de «Metal Gear Solid» se alejaba de su saga, lugar en el que había alcanzado el mayor de los honores y el prestigio de «creador legendario», y se adentraba en terreno desconocido. Pero con la ventaja de llamarse Hideo Kojima y ser una leyenda, motivo por el que todas las puertas del sector se le abrieron de inmediato.
«Death Stranding» era ya un fenómeno social incluso mucho antes de salir a la venta debido, principalmente, a los fans de Kojima, los cuales escribieron ríos de tinta y grabaron miles de vídeos intentando explicar la historia de un juego del que no se sabía nada. Primero porque no había salido aún a la venta cuando la fiebre empezó y, segundo, porque cada nuevo tráiler era más raro y críptico que el anterior.
Kojima había conseguido, desde el primer minuto, tener al público en el bolsillo, para lo bueno y para lo malo, porque la presión y la expectativa es algo con lo que no es fácil lidiar.
El juego salió en exclusiva temporal para PS4 el 8 de noviembre (llegará a PC en verano de 2020) y en esta casa hemos podido pasárnoslo en unas 45 horas. Y, ahora que le hemos dado unos días para reflexionar sobre el juego, toca hablar del título que prometía cambiarlo todo.
La historia, el punto débil de una obra críptica
Lo que más llamó la atención desde el principio fue la historia y el elenco de estrellas que protagonizaría la aventura. Norman Reedus, Mack Mickkelsen, Guillermo del Toro, Léa Seydoux, etc. Esta unión de guion junto a actores de primer nivel nos tenía locos, y no era para menos. ¿El problema? Que al igual que el final de «Lost», este juego es casi incomprensible.
Somos Sam Porter Bridges y nos dedicamos a repartir paquetes por una Estados Unidos devastada por la primera gran explosión. Ahora las ciudades están alejadas, aisladas y con apenas capacidad de comunicación, así que nuestro deber será recorrer todo el territorio americano e ir uniendo a las poblaciones y a los ciudadanos independientes para que formen parte de las UCA (Ciudades Unidas de América) a través de una conexión de internet de banda ancha (no es coña), y así poder estar comunicadas entre sí y poder apoyarse en los momentos de necesidad… que no son pocos.
El título juega con muchos elementos interesantes como son los EV (entes varados), el tema de las extinciones, el mantener a flote una sociedad occidental moderna en mitad de una catástrofe brutal… Hay muchos puntos que se entienden y que son interesantes, pero el número de tramas sin cerrar o sin explicar es tal que acaba consiguiendo que el juego sea un misterio con aún más preguntas cuando acabas el juego que cuando lo empiezas.
Y, si bien esto es algo que podría pasar por alto en alguna circunstancia, en este caso no puedo, ya que el juego nos tiene presos durante incontables horas de cinemáticas donde deja caer todo el peso del mismo en la historia (algo que, en la mayoría de las ocasiones, acaba rompiendo el ritmo del juego y sacando al jugador de la inmersión).
Repartir paquetes es terriblemente divertido
Pese a que lo más llamativo eran las apariciones de actores famosos, la historia y el misterio, lo que mejor funciona en “Death Stranding” es su mecánica principal, por fortuna.
Repartir paquetes es divertidísimo e interesante, además de lo principal, porque esto es lo que hacemos durante casi todo el juego. Somos la gran esperanza americana para volver a unir el país a través de una conexión de internet que conecte a todas las ciudades para así recuperar el conocimiento perdido en la primera gran explosión que desmoronó al país y, además, para unir a las personas, las cuales se necesitan más que nunca para cuidarse entre sí, como antes dije.
Por este motivo toca recorrer a pie (o en vehículo) el peligrosísimo y basto país, ayudando a todo el mundo y reconstruyendo una sociedad que había perdido la fe.
Y esto solo se consigue andando. Andando muchísimo y llevando la espalda a reventar de paquetes. Y eso es divertido. Apenas hay tiros, apenas hay acción, pero el ordenarte la carga para que se repartan bien los pesos (el equilibrio mientras andamos es clave), repasar la ruta más óptima y segura, analizar la zona, evitar terreno abrupto para que no se nos caigan los pedidos… Ahí el juego tiene su diamante en bruto. Algo que debería ser aburrido se convierte en una experiencia íntima, divertida y satisfactoria.
The Ties That Bind: el multijugador
Otro de los puntos que nos convencen de que estamos ante un juego especial es la función del multijugador que tiene el título. Es un multi que no nos permite ver a otros jugadores, y que nos hace caminar solos durante cientos de kilómetros (más de 200 recorrí cuando acabé la historia), pero que consigue hacernos sentir parte de una comunidad que quiere reconstruir el país.
La forma de funcionar de este multijugador es que el jugador entra en un servidor que comparte con miles de usuarios y a los que no puede ver. Lo único que ve son sus construcciones. Sí, porque el juego tiene construcciones y éstas son vitales para hacernos la vida más fácil. Por ejemplo, si veo que una grieta gigante en el suelo me está haciendo desviarme varios kilómetros para acceder a una base que está en el otro extremo lo que hago es construir un puente entre las dos zonas. Y este puente no sólo veo yo, sino que lo ven todos los jugadores.
Y, como recompensa (si eres agradecido), los jugadores votan en positivo tu construcción, consiguiendo así más “Me Gustas” que consiguen que la construcción dure más en el tiempo (la lluvia rompe los paquetes, los vehículos y las construcciones) y a que nuestro protagonista suba más rápido de nivel.
Es un multijugador que no permite fastidiar a los demás jugadores y que está pensado para ayudar a tus semejantes. Esto acaba influyéndonos durante la aventura y no serán pocas las veces en las que os encontréis a vosotros mismos mirando el paisaje y pensando donde podéis poner una escalera, una cuerda o una tirolina para ayudar a vuestros hermanos repartidores. Siempre llevaré en el corazón aquel puente que construí que recibió 5.000 likes en tan solo un par de días.
Un apartado gráfico impresionante en las distancias cortas
Hay que recordar que este juego está desarrollado por un estudio indie, ya que Kojima Productions es independiente, y que ha sido creado en muy poco tiempo (algo más de tres años), por lo que para explicar cómo Kojima ha hecho un juego gráficamente tan impactante y tan extenso en un periodo tan corto de tiempo tan sólo hay que mirar a Sony, ya que éstos le han provisto de todo lo necesario, ya sea ellos en primera persona o tirando de ayuda a través de sus estudios First Party (ejemplo de ello es el caso de Guerrilla, estudio responsable de «Horizon Zero Dawn» que les prestó el motor gráfico Decima y les ayudó en todo tipo de cuestiones técnicas).
Y la verdad es que el juego luce increíble. El fotorrealismo de los protagonistas, los cuales han sido escaneados a la perfección; el detalle en las texturas de la ropa y los paquetes, elementos que siempre están en pantalla y que parecen reales a niveles pocas veces visto; el realismo de los paisajes, que además de ser tremendamente bellos son súper realistas en cuanto a geografía y disposición de elementos; los detalles en el juego a la hora de andar, moverse, tropezarse, calmar a BB… El juego tiene casi todos sus elementos visuales y sonoros cuidados al máximo nivel, algo muy de Kojima, y algo que le siente de maravilla al título.
A nivel de resolución y FPS en la PS4 normal «Death Stranding» funciona a 1080p y 30 FPS y en la versión de PS4 Pro el juego funciona a 2160p con reescalado (checkerboard) y a 30 FPS también. Todo bastante rocoso, ya que apenas sufrimos bajones.
Además, y con el fin de experimentar la experiencia de las dos formas posibles, en 4K y HDR y en Full HD sin HDR, el juego parece otro en la versión de Ultra Alta Definición, sufriendo un cambio mayor del que suele haber en los juegos entre sus versiones estándar y Pro.
Conclusiones de «Death Stranding»
Hideo Kojima aseguró que «Death Stranding» sería el primer juego de un nuevo género. Pero después de pasarnos el título y dedicarle muchas horas no podemos hacer otra cosa que, por mucho que nos duela, quitarle la razón ya que su última creación es, simplemente, un juego de looteo y crafteo de mundo abierto con un fuerte carácter cinematográfico y con un componente multijugador novedoso.
Esto no lo hace peor juego, sino otro juego más dentro del enorme catálogo que hay hoy para deleite de los jugadores. La magia que rodeada al título desde fuera todo momento puede mantenerse intacta una vez terminado si la aventura y la historia consiguen conectar contigo. Sé de muchos compañeros del sector que idolatran el juego y que la consideran una obra maestra. Para mí, que no he llegado a conectar a tal nivel, el juego es una propuesta arriesgada y valiente que merece la pena ser jugada, por original y divertida, pero que no llega a lo que todos queríamos que fuera (posiblemente error nuestro por esperar cosas que no debíamos).
En cuanto al uso de la banda sonora decir que ésta es exquisita, y en momentos clave hace que el jugador experimente sensaciones muy potentes. Emoción, sentimientos a flor de piel e, incluso, una especie de soledad y añoranza placentera que te hace empatizar con la obra. Aquí Kojima demuestra ser único, y es el motivo por el cual muchos jugadores salen tocados de la experiencia.
Yo, como jugador y como analista, no puedo hacer otra cosa que recomendaros «Death Stranding». En el mejor de los casos os cambiará la forma de disfrutar de los juegos en una experiencia reveladora y, en el peor de los escenarios, disfrutareis de un buen juego que hace muchas cosas bien y algunas mal, pero donde la balanza siempre se inclina hacia el lado positivo.
Nota: 8
Equipo de pruebas:
Para jugar a «Death Stranding» hemos utilizado este equipo:
- PlayStation 4 Pro
- Dualshock 4
- Televisión LG 4K HDR 55SK8500PLA