

Hemos perdido la cuenta de las veces que los diseñadores originales de un videojuego abandonan la empresa matriz porque ven, según ellos, coartada su libertad artística. Y vuelven a los pocos años con un juego que es el «sucesor espiritual» de aquél que les dio fama.
Pues esto es, grosso modo, The Callisto Protocol. El sucesor espiritual de Dead Space que nos trae uno de sus co-creadores en su nueva empresa: Striking Distance Studios.
En nuestra cabeza siempre hay buenos y malos. Los buenos son los artistas y diseñadores y los malos son los tipos que solo piensan en hacerlo todo vendible y rápido. Por eso cuando alguien viene con la idea de un «sucesor espiritual» creemos que nos van a presentar el juego perfecto. Y, si no me equivoco, siempre nos decepcionan.
Ojo, cuando las sagas continúan sin los creadores originales también se nota una bajada en la calidad del producto. Al final un videojuego es la obra de decenas de personas y sea cual sea la que falta seguramente se note en el producto final.
Justo al empezar el juego conoceremos a Jacob, nuestro protagonista, y el señor al que nos pasaremos entre 8 y 10 horas mirándole la nuca. Tras una breve introducción que hace las veces de tutorial el juego comienza en la Prisión de Ferronegro donde nos encontraremos que todas las alarmas han saltado y los reclusos campan a sus anchas atacándose unos a otros sin motivo aparente. La historia de The Callisto Protocol nos llevará a través de Ferronegro, buscando una salida de la prisión y de la luna en la que estamos atrapados.
Y cuando digo que nos llevará me temo que es así. Pese a estar en una cárcel que parece poder explorarse a lo largo, ancho y alto, The Callisto Protocol es un juego que es puro pasillo. Para ir de un sitio al siguiente no suele haber más que una forma y la cantidad de desvíos que nos dan acceso a un secreto son mínimos. Es imposible desviarse del camino y más imposible perderse. Tampoco hay misiones secundarias ni objetivos alternativos. En todo momento habrá alguien al otro lado de la radio que nos dirá a dónde ir y qué hacer al llegar.
El juego tiene como dos historias. Una es la nuestra, la de Jacob, intentando escapar de la prisión siguiendo instrucciones por radio. La otra, la historia de cómo Ferronegro se ha convertido en una zona llena de cadáveres, hierros retorcidos y mucha, mucha sangre. A falta de miedo, el gore impactará nuestras pantallas con sangre y desechos por encima de lo humanamente posible.
Mientras que la primera historia es sencilla, la segunda se encuentra desperdigada por todo el juego en forma de audios olvidados y algún texto que leemos por el camino. Por desgracia esta segunda historia no está muy bien contada y el mismo juego se verá forzado a hacernos un resumen según avancemos para que podamos enterarnos.
A la hora de avanzar nuestra prioridad es acabar con los enemigos y para esto los creadores de The Callisto Protocol han elegido el combate cuerpo a cuerpo. Un sistema de esquiva que consiste en apretar dos veces el lado hacia el que quieres esquivar, unos ataques que son telegrafiados por nuestros rivales y tan solo dos tipos de ataque, normal y fuerte, convierten el juego en un trámite. Si bien se agradece no tener que estar padeciendo por las balas, tendremos armas de fuego al avanzar en la aventura, también se pierde el miedo cuando sabes que cualquier bicho que te salga es vulnerable a una paliza.
Como hemos dicho la historia es lineal, algún secreto hay pero muy poca cosa. También hay alguna zona donde tendremos que usar el sigilo, pero son escasas y muy breves. Al mismo tiempo necesitaremos dinero para mejorar nuestro equipo y tendremos unas estaciones donde vender piezas y comprar o mejorar las otras. Recoger objetos, vender lo que sobra e ir mejorando el equipo. No hay mucho que decidir. Los enemigos están asignados por zonas así que no hay hordas infinitas ni apenas combates donde te veas realmente acorralado.
Hablando de los enemigos, no hay mucha variedad, apenas una decena de infectados distintos de los que tengo que destacar unos que son ciegos y que parecen comportarse exactamente igual que los clickers de The Last of Us. Suponemos que es un pequeño homenaje de The Callisto Protocol a la obra de Neil Druckmann. Como hemos dicho vuestra prioridad es el combate cuerpo a cuerpo, aprovechar las zonas que os da el entorno para matar enemigos de un golpe y en último caso las armas de fuego.
The Callisto Protocol tiene unos gráficos que nos han gustado mucho. Los amigos de Digital Foundry tienen un análisis de rendimiento que cubre todos los aspectos pero sí os puedo decir que en líneas generales el trabajo artístico es bueno. Todos los escenarios, los NPCs, la iluminación, todo tiene un trabajo detrás que se agradece y que encaja a la perfección con la atmósfera de la aventura.
La banda sonora también está muy lograda. Marcará el tono del momento entre tenso, tranquilo, combate, y otros, pero sin intentar dar sustos a golpe de violín como hemos visto en otras obras. El equipo de The Callisto Protocol ha trabajado el audio con mucho mimo, consciente de que los sonidos de la cárcel crujiendo a los lejos, o las respiraciones de nuestros enemigos, nos tendrán siempre atentos a nuestro entorno.
La buena noticia es que tenemos el juego doblado al castellano, la mala es que el doblaje es malo. Los diálogos no encajan con el movimiento de los labios y, lo que es peor, el tono de las frases no es constante ni coherente con las escenas. En algunos momentos parece que se dejaron líneas sin leer y las añadieron después. Recomiendo jugarlo con las voces originales donde el trabajo si es muy digno.
The Callisto Protocol es un juego que se enfrenta a la promesa de sí mismo como sucesor espiritual de Dead Space y pierde. Pierde porque no consigue generarnos terror, porque ha tenido quince años para pensarse y le falta tener un elemento diferenciador. Pierde porque si bien no trae fallos de jugabilidad tampoco tiene nada en qué fallar, ni un mapeado complejo, ni mecánicas difíciles, ni gran cantidad de enemigos en pantalla. La historia tampoco cuenta nada que no hayamos visto en otras obras de ficción o terror.
Es un juego correcto que merece la pena jugarse si lo tienes en algún servicio o lo encuentras con una rebaja sustancial. Cumple pero no va crear culto. De hecho las ventas no han acompañado y a día de hoy está en el aire una secuela o una ampliación de la historia. No hemos podido analizar los DLCs que tiene publicados pero sabemos que no aportan nada a la historia, tan solo son cosméticos en unos y modo horda en otro.
Versión analizada: The Callisto Protocol en Steam