Análisis de Call of Duty: Black Ops 4, sin campaña pero con Blackout
- 17 octubre, 2018
- Chema Carvajal Sarabia
Adiós a los exoesqueletos y al modo historia, pero bienvenido el Battle Royale llamado Blackout. Sí, «Call of Duty: Black Ops 4» trae serias novedades a una saga que sigue siendo un referente en el sector y que lucha por no ser devorada por la competencia
Si tuviera que echar la vista atrás y decir que títulos me hicieron amar el mundo del videojuego diría, sin duda, que el «Call of Duty: World at War». Su genial campaña, su multijugador y, sobre todo, su modo supervivencia contra hordas de zombis nazis, consiguieron hacer que pegar tiros (virtuales) fuera una de mis aficiones preferidas hasta el día de hoy, en el que ando liado con el «Black Ops 4».
Ha llovido muchísimo desde entonces, no hay duda, y el juego que hoy tenemos entre manos nada tiene que ver con lo que vimos entonces, o al menos visto desde fuera, porque durante mis horas de juego he descubierto aún esencia de aquel cultivo primigenio. No en vano «Call of Duty: Black Ops 4» y el World ar War son creación del mismo equipo estadounidense, la buena gente de Treyarch.
En esta entrega, la cuarta dentro de la saga Black Ops, ya no hay modo campaña, tampoco se puede correr por las paredes, pero, si queremos, podemos intentar sobrevivir en un mapa contra 88 o 100 jugadores (vamos, que hay Battle Royale). Dicho lo cual, nos ponemos manos la obra que hay tela que cortar, o agujerear.
El multijugador más accesible
Llevo años sin jugar a un Black Ops en serio, de eso de echarle horas y horas al multi para pulir bien el manejo de las armas, y, ¿sabéis qué? Entrar a este «Call of Duty: Black Ops 4» me ha parecido increíblemente fácil y natural. Sinceramente, cuando descargué las 65 Gb de juego hace unos días temía estar completamente perdido en cada partida, pero en cuanto entré al primer modo que encontré (Control), vi que mis miedos eran infundados (traducción: me inflé a matar).
Pero, ¿a qué se debían mis miedos? Vamos a explicarlo. La saga Black Ops tomó un viraje hacia la guerra del futuro que acabó introduciendo en la pasada entrega una serie de exoesqueletos que los soldados llevaban en las partidas, permitiéndoles correr por las paredes y realizar saltos inhumanos. Vamos, que se introdujeron cambios que explotaban la movilidad a un nivel en el que marearse no era tan raro.
Claro, esto para alguien a quien le gustan los shooters y pegar tiros era todo un escollo, teniendo que echar horas infinitas hasta conseguir adaptarse a este tipo de jugabilidad. Por fortuna, de lo primero que nos dijeron desde Activision en la presentación de «Call of Duty: Black Ops 4» fue que toda esa movilidad desaparecía, y que volvían al sistema clásico. No es de extrañar que lo que acompañara a esas palabras fuera una gran ovación por parte del público.
Entrar y jugar al multijugador en Black Ops 4 es sencillo y a las pocas partidas empezaréis a pillarle el truco a las habilidades y roles de cada personaje. Pero, si no os queréis liar ni tenéis mucho tiempo, podéis echar unas partidas donde tan sólo pegar tiros y matar enemigos sin mucha dificultad, aunque no dominéis el juego aún, y eso se debe a que se vuelto a una jugabilidad más clásica, donde si sabes pegar tiros puedes ser tan bueno como cualquiera, pese a que no sepas que es un UAV.
En cuanto a los modos de juego vemos una gran cantidad de posibilidades, muchas de las cuales ya conocidos por todos. Duelo a muerte por equipos, atraco, todos contra todos, dominio, control, punto caliente, buscar y destruir, etc. Las modalidades no dejan lugar al aburrimiento la verdad, y cada uno os ofrecerá una experiencia lo suficientemente diferente como para que a los pocos días ya tengas tu modo preferido (obviamente el duelo por equipos y control se llevan la palma, para mí).
Un Battle Royale llamado Blackout
Lo decíamos antes y hace unas semanas lo analizamos. Sí, este «Call of Duty: Black Ops 4» tiene modo Battle Royale y parece que ha sido el responsable de que no haya modo campaña, ya que los esfuerzos había que destinarlos a un único objetivo, y estaba claro cuál es la tendencia actual en el sector.
Sí, Blackout se ha llevado todos los flashes hasta ahora y, sinceramente, merecidos. Es divertido, ágil y muy rápido, y se necesita muy poco tiempo para pasártelo bien y matar a unos cuantos enemigos antes de ser abatido en algún campo de coles en mitad del mapa.
Lo primero que se me vino a la cabeza en cuanto aterricé en el mapa fue: madre mía como se parece a PUBG. Y sí, todo lo que rodea al juego y los elementos base de Blackout son sacados, uno a uno, de «PlayerUnknown’s Battlegrounds». Un lobby idéntico -que es el mapa donde se va a jugar y donde se reparten los jugadores por el mismo, para no cargar de más el servidor-, la forma en la que se despliega por el escenario (aunque hay traje ardilla para diferenciarlo), la zona azul y su representación en el mapa, el air drop del avión, etc. Si bien desde Activision el mensaje es de querer vencer a Fortnite, la propuesta es claramente rival de PUBG, ya que tiene muchos elementos idénticos.
Eso sí, todo esto aderezado por los elementos clave de Call of Duty. Sus armas futuristas, sus enormes armaduras, incluso hay una serie de mejoras de personaje que chetan a nuestro soldado y nos permiten aguantar más debajo del agua, o ver a todo el mundo que está a nuestro alrededor. Estos añadidos sí consiguen dotarle de un elemento diferenciador, si bien puedes ir a tu bola y jugar como si no existieran estas ayudas (aunque ganar será un reto aún más complicado).
Como ya os he dicho antes, tenemos todo un artículo destinado al modo Blackout, escrito por nuestro compañero Sergio Gómez, que profundiza más en el Battle Royale, por lo que no me meteré a analizarlo en detalle, pero no quiero dejar este apartado sin destacar que la propuesta de Activision es más ágil, más rápida y más arcade que PUBG, siendo también un modo muy divertido que puede llenar vuestras horas de juego. Además, pese a tener tantos elementos en común con la obra de Bluehole, no son excluyentes, pudiendo disfrutarse perfectamente de ambos juegos, dependiendo del tipo de partida que te apetezca jugar (que el poder pilotar helicópteros en Blackout es una locura que en PUBG no vemos).
Vuelven los zombis, ahora más complejos que nunca
Sí, los señores que metieron por primera vez el modo zombi en «Call of Duty» vuelven a traernos este divertido y frenético modo de juego. Sólo que ahora las opciones son muy numerosas, llegando a poder elegir un modo con historia que nos llevará a correr locas y peligrosas aventuras por diferentes mapas y épocas.
Cuando llegamos por primera vez a este modo de juego la gracia del asunto es que no se podía salir vivo de él, ya que consistía en aguantar tantas rondas como pudieras y ya está. Ahora no, ahora matar zombis tiene sentido y en los mapas (que son tres) hay cientos de cosas qué poder hacer, desde comprar armas, a abrir nuevas zonas, a desbloquear poderes e, incluso, a luchar por tu vida.
De lo que más me impactó en un primer momento fue el mapa IX, que pudimos ver en el primer tráiler del juego, y que nos lleva, a través del espacio tiempo, a la antigua Roma, teniendo que luchar en un circo romano contra hordas infectas de zombis. Pero, claro, ¿cómo hemos acabado aquí? Pues para ello toca jugar la travesía infernal, donde empezaremos jugando el Titanic y acabaremos en.. toca que lo juegues para que sepas lo que te espera en este modo, ya que es el más misterioso del juego y no quiero chafártelo.
Se pueden personalizar partidas, hay roles dentro de los personajes jugables ya que se pueden crear clases, etc. En definitiva, el modo zombi puede ser el que os robe decenas de horas en esta entrega siendo, por primera vez, una opción jugable con verdadero peso en el título (seguramente la falta de campaña haya potenciado este modo que sí tiene una historia detrás).
Gráficamente lo de siempre
Sí, me iba a detener a hablar del apartado gráfico de «Call of Duty: Black Ops 4», pero claro, es lo mismo que llevamos viendo años, ya que se usa el mismo motor y los mismos assets desde el principio de los tiempos. Es verdad que se ve bien (casi bonito), pero obviamente no es una revolución ni será un juego recordado por sus gráficos.
Si comparamos los saltos dentro de la saga «Battlefield» vemos lo que es evolución gráfica, y si miramos a «Call of Duty» lo que se observa es un trabajo de pulimiento y optimización de recursos. Yo me inclino más por la primera filosofía, pero eso es ya cuestión de gustos.
Las figuras redondeadas y los vivos colores son la seña de identidad en esta entrega que, si bien se ve mejor que sus antecesores no es, como antes he dicho, una revolución. A cambio, la utilización de un motor gráfico antiguo como IW Engine, sumado a la optimización de este, no hace falta tener un ordenador de gama alta para poder moverlo bien, ya que con una GTX 660 se puede jugar, si bien aconsejan una GTX 970 (gráfica de gama alta pero que ya tiene más de 4 años).
Y, para hablar de cómo funciona el juego en consola, nada mejor que dejaros el vídeo de nuestros amigos de Digital Foundry que ya han analizado el rendimiento de Blackout y puesto a prueba tanto en Xbox One como Xbox One X y PS4 junto a PS4 Pro. Pero, como resumen, os adelanto que el rendimiento es bueno (es difícil pensar en un juego más consolero que «Call of Duty», la verdad).
Conclusiones
Una vez visto ya todas las partes de las que se conforma «Call of Duty: Black Ops 4», creo que es el momento de decir que me ha parecido el juego en sí. Y, la verdad, es que el producto me ha gustado mucho tanto en su conjunto como por partes. El multijugador es variado, más accesible que nunca y divertidísimo. El modo Blackout es una muy buena propuesta de Battle Royale que copia lo necesario del género pero que aporta bastante, y los zombis tienen más importancia que nunca.
Eso sí, no todo es positivo. En mi experiencia estos días me he encontrado con infinitos problemas de conexión, teniendo que tirarme más de una hora para poder encontrar partida (da igual el modo que eligiera), con valores altísimos de ping comparado con otros juegos multijugador y, por último, con problemas de rendimiento gráfico una vez que se superan los 90 FPS (que me hace sospechar que el juego no está pensado para ir a más de 60 imágenes por segundo).
Quitando el problema más grave, el de la conexión, que parece haberse solucionado en las últimas horas, queda claro que el título tiene sus problemas, si bien estos no son un drama y son fácilmente solucionables vía actualizaciones y parches, por lo que no me preocupa en exceso. Y sólo tengo la mosca detrás de la oreja por si se repiten los fallos de conexión (el juego es en su casi totalidad online, así que el fallo de conexión es igual a no poder jugar).
Pero, como antes decía, los aciertos son más numerosos que los fallos, y éstos se pueden arreglar con un par de parches. Así que, en definitiva, si te gustan los shooters y pegar tiros, o tienes ya muy quemados tanto a «Fortnite» como a «PUBG», es momento de darle una oportunidad a este «Black Ops 4». A mí, por lo menos, me ha encantado.
Nota: 8
Equipo de pruebas:
Para analizar “Call of Duty: Black Ops 4” hemos utilizado:
- PC (RyZen 2700X, GTX 1080 Ti 11 Gb, 16 Gb DDR4)
- Xbox Elite Controller
- ViewSonic XG2703-GS (27″, 1440p, 165 HZ y G-Sync)