Análisis de Bayonetta 2 para Nintendo Switch, la perfección en la forma
- 24 marzo, 2018
- Chema Carvajal Sarabia
Bayonetta 2 llegó a Nintendo Switch el pasado mes y prometía ser la mejor plataforma donde jugar a las aventuras de la bruja de Umbra, ahora ponemos a prueba este remaster en la consola portátil de Nintendo
Poco se puede decir de Bayonetta que no se haya dicho ya. Es una saga venerada pese a su corta vida, es uno de los mejores juegos de Hack and Slash de todos los tiempos, sus niveles de diversión y exigencia lo convierten en algo inolvidable para el jugador y así podríamos seguir un buen rato.
Lo que creó en 2014 Hideki Kamiya junto a su equipo de PlatinumGames es ya historia del videojuego, y si el primer título de la saga (Bayonetta 1) ya supuso un terromoto para el sector, que recibió con los brazos abiertos esta frenética y genial propuesta, lo que vino después con Bayonetta 2 acabó por romper el molde.
Más espectacular, más divertido, mejor dibujado y con mejores gráficos, Bayonetta 2 perfeccionó lo que habíamos visto en Bayonetta y eso es ya mucho decir a su favor.
Una historia menos potente pero muy efectiva
En Bayonetta 2 nos encontramos con que, tras el final feliz de la primera parte, algo gordo tenía que pasar para que nuestra protagonista Cereza, cómo también se le conoce a Bayonetta, se enfundara en su traje de cuero para volver a partir ángeles por la mitad y destruir figuras celestiales.
Y qué mejor para hacer que Bayonetta vuelva al trabajo que tener que rescatar el alma de Jeanne (su amiga y también bruja de Umbra) la cual ha caído en un letargo del que no podrá salir si no le devuelven el alma antes de 24 horas.
Con este objetivo el juego nos hace recorrer a contrareloj un montón de paisajes y lugares hasta conseguir llegar al infierno, el lugar donde se encuentra el alma de Jeanne. Por el camino nos veremos acompañados por el ya conocido Luka y por un niño misterioso y muy poderoso llamado Loki.
La historia conforme evoluciona mejora, consiguiendo que nos enganchemos y que sintamos la necesidad de correr y darnos prisa para poder salvar a nuestra amiga. Pese a ello, para mí la primera aventura tenía más interés desde el punto de vista narrativo.
El combate que se convirtió en baile
Si en la primera entrega los combates eran los protagonistas indiscutibles del juego, en Bayonetta 2 esto no ha cambiado, convirtiéndose en algo superlativo. Si vienes de jugar al primer juego y pasas a esta continuación, la sensación de mejora, de mantener las habilidades aprendidas y la noción de que somos super poderosos se mantiene, consiguiendo que nuestras sensaciones como jugador sean coherentes con la historia.
La experiencia en cada combate es que si lo hacemos como debemos, nos encontraremos en mitad de un baile donde no queremos equivocarnos de paso, ya que cada pequeño error supone una pequeña incoherencia en un personaje que parece estar tan por encima de todo y de todos.
No hay rival, por muy grande que sea o por muy poderoso que parezca, que ponga en aprietos a Bayonetta o que ésta le tema. Si lo haces bien, la confianza que muestra Cereza sobre sí misma ves que está justificada. Es una gigante en un mundo de hormigas.
El tiempo bruja (lo que desencadenas cuando esquivas en el momento justo) sigue siendo la mecánica sobre lo que gira todo el combate, pero la variedad de combos y de armas hacen que no tengas que depender siempre de ella.
Como pega, o esa ha sido mi sensación, pondría que el combate se convierte en algo más fácil en esta segunda entrega, o al menos el tiempo que he utilizado para superar los desafíos y las veces totales que me han matado han sido sensiblemente inferiores comparados con el primer título de la saga.
En definitiva, he muerto menos y he matado más, y eso no sé si se ha debido a que yo he mejorado como jugador o a que este juego presenta un desafío menor.
Enemigos variados y espectaculares
Algo que se agradece en esta entrega es la cantidad de enemigos a batir. Y si bien se repiten algunos malos, la cantidad de nuevos personajes enemigos que se incluyen han hecho que tengamos que adaptarnos a desafíos completamente nuevos.
Además de nuevas criaturas angelicales enemigas, han incluido combates contra criaturas demoníacas, las cuales presentan una estética espeluznante y muy bien cuidada, demostrando el gran nivel artístico que tienen en PlatinumGames.
Los escenarios son súper variados y los combates tienen lugar en sitios que están repletos de detalles, por lo que las escenas de acción se convierten en cuadros dignos de ver. El juego es espectacular desde todos sus ángulos.
Cambios respecto a la primera entrega
En este juego se han cambiado muchas cosas, todas sutiles, que hacen que no tengamos la sensación de estar repitiendo de juego. La primera es el cambio de menú, siendo ahora una superposición lineal de cartas para poder ir yendo de capítulo en capítulo, a diferencia del mapa del primer título por el que se movía el muñequito de Bayonetta conforme avanzabas en el juego.
Otra cosa que ha cambiado es la forma en la que se presentan las cinemáticas que se encargan de dotar de historia al juego. Si bien antes eran escenas fijas puestas en fotogramas que se movían, ahora esto ha cambiado por un gran reloj que, entre sus flechas, deja huecos en los que aparecen estas escenas cinematográficas.
También tiene especial relevancia las habituales entradas al mundo de Muspelheim, un lugar donde se nos presentan diferentes retos que, si superamos, nos premia con valiosos objetos que mejoran a nuestra protagonista (más vida, más poder brujo, etc.). Y las tumbas de brujas de Umbra invisibles, que nos obligan a encontrar sus trozos repartidos por el mapa en una cuenta atrás poco exigente para poder acceder al contenido que tienen dentro.
Al juego le sienta bien la Nintendo Switch
El juego, ahora remasterizado para Nintendo Switch, apenas ha sufrido cambios respecto a su versión de Wii U, a excepción de una pequeña mejora de sombras y un framerate algo más estable, o eso nos dicen nuestros amigos de Digital Foundry.
A nivel ténico en Nintendo Switch jugamos a 720p de resolución, tanto en modo portátil como en modo sobremesa, y funciona a 60 imágenes por segundo. Esto último es lo que más vamos a notar como jugadores, ya que en la versión de Wii U sí se notaban los bajones y en Switch éstos son mucho menos frecuentes y están mejor disimulados.
Hay que alavar lo bien que funciona y se ve en el modo portátil, tanto que casi todo el juego me lo he pasado en este modo, ya que en televisión no suponía ningún cambio que justificase tener que jugar anclados a un sólo sitio. Jugar en el metro, en el autobús o esperando al dentista es igual de gratificante que hacerlo conectado a la tele con Bayonetta 2.
El trabajo de Nintendo y de PlatinumGames ha sido excelente en este port al que le sienta tan bien este paso a la nueva consola nipona.
Conclusiones
Bayonetta 2 es una obra maestra, un juego que marca épocas en su género y que consigue ir más allá. Divertido, gratificante, desafiante y bonito gráficamente. Todo esto lo dota de los elementos necesarios para pasar a la posteridad como un imprescindible.
Pero todo esto ya lo sabíais, ya que el juego salió en 2014, así que no es nada nuevo. Lo que sí que es nuevo es la experiencia de jugar a este título en Nintendo Switch, y puedo aseguraros que es mucho mejor que jugarlo en Wii U. Por las posibilidades de la consola (su portabilidad) y porque funciona mejor.
Si estas pensando en jugar a Bayonetta 2 por primera vez y no sabes en qué consola hacerlo, no lo dudes, en Nintendo Switch, es su mejor versión.
Nota: 9,2
Equipo de pruebas:
Para analizar “Bayonetta 2” hemos utilizado:
- Nintendo Switch
- Mando Pro de Switch
- LG 1080p LED