Ya sabéis que en Tribeca Review no le decimos que no a ningún análisis, y cuando nos llega material como el que tenemos hoy sabemos que tenemos la difícil tarea de analizar un producto que suelen pasar por alto casi todos los medios especializados. Por eso, y porque nos gusta traeros nuestras impresiones de cualquier cosa que lleve RGB integrado, vamos con el análisis de la alfombrilla Razer Goliathus Extended Chroma.
Como siempre, empezamos por las características técnicas:
Para empezar, hay que decir que la alfombrilla es de tela, es decir, maleable. Esto nos permite estirarla y jugar con ella de forma cómoda y levantar las esquinas si, por ejemplo, choca contra nuestros altavoces. Esto es muy positivo en este caso ya que al ser tan grande no vernos comprometidos a que siempre tenga que estar fija y el sí poder jugar con ella y sus bordes ayuda a la integración en nuestro set up.
Por ejemplo: en mi caso, justo por donde acaba la Razer Goliathus Extended Chroma por el lado derecho, tengo un portátil puesto y uno de mis altavoces del PC, por lo que a veces cuando los muevo chocan con los bordes de la alfombrilla. Y, gracias a que es flexible, puedo levantar las esquinas en las que roza y así no estropearla el tiempo en que necesito tener el portátil más a mano.
Otra de las características de la alfombrilla al ser de tela es que tiene una fricción media, que es como se llama a la resistencia de este tipo de tela. El material es relativamente suave y permite un movimiento rápido y controlado. Incluso en mi caso, que me gustan las alfombrillas rígidas porque apenas tienen rozamiento, me he visto cómodo a las pocas horas de uso.
En cuanto al tamaño hay que destacar que es enorme, verdaderamente enorme. Tanto es así que tengo mi micrófono de pie de mesa, mi teclado y mi ratón en la misma alfombrilla y que me sobra espacio, cosa que me permite jugar con la posición del micrófono para cuando estoy trabajando o en directo en Twitch. En ningún momento me falta espacio y desde que la puse no la he movido, no he tenido la necesidad.
Si hablamos de características únicas no podemos olvidarnos que tiene RGB integrado, y no poco. Toda una banda de led recorre la alfombrilla por todo su alrededor, cosida en los bordes, y con una luminosidad bastante buena puedes hacer las delicias gracias al Razer Synapse, el software de la compañía americana. Yo tengo ahora mismo el ratón y el teclado sincronizados con la Razer Goliathus Extended Chroma y la verdad es que a nivel de integración y personalización el set up luce bastante bonito.
Ahora toca decidir si la alfombrilla tamaño XXL que ha lanzado Razer merece la pena y la verdad es que tiene todos los elementos para convencer a los más exigentes. Para empezar, es enorme, así que entran todos los periféricos sin problemas y el ratón tendrá sitio de sobra para moverse, incluso si eres jugador «proplayer» de los que juega a 400 DPI. Además, la calidad es buena, así que limpiarla es fácil y la fricción es igual en todos los sitios, no hay imperfecciones y se ha cuidado que esté nivelada.
No hay que olvidar que la parte de abajo agarra muy bien, así que una vez que la colocáis no tiene por qué moverse del sitio a no ser que la forcéis demasiado. Y para acabar el RGB es sublime, el mejor que he visto nunca en una alfombrilla por calidad de los colores y por brillo.
Su único pero es el precio, pero sabemos que Razer cobra bien su productos. La Razer Goliathus Extended Chroma tiene un precio oficial de 59,99 euros y, si lo que buscas es una alfombrilla RGB de tamaño extragrande, no vais a encontrar una mejor.