El ritmo de lanzamientos de Razer, compañía norteamericana de periféricos enfocados al gaming, es difícil de seguir, incluso para nosotros, ya que tienen un catálogo en continuo movimiento y una oferta muy variada debido a que buscan intentar cubrir todo el espectro entre la gama media hasta la gama alta.
Y ese ritmo de lanzamientos nos trae hasta aquí, ya que hoy vamos a hablar del nuevo Razer «Lancehead: Tournament Edition», un ratón de la gama alta enfocado al gaming más exigente y con la característica de que está construido tanto para diestros como para zurdos.
Para empezar vamos a poner sus características técnicas:
Pues bien, ahora que ya sabemos sus datos, vamos a hablar de nuestras experiencias después de todo un mes de uso intensivo, donde hemos trabajado, jugado y procrastinado.
Lo primero que tenemos que tenemos que decir es que el ratón es muy cómodo de utilizar y agarrar, y es que la forma elegida en esta revisión es aún más ergonómica que su antecesor. Tanto con la mano izquierda como con la derecha el uso del ratón es cómodo y natural, y ni siquiera en sesiones muy largas de uso notamos fatiga en la mano ni en los dedos.
En la misma línea tenemos que destacar sus botones, ya que utilizan interruptores mecánicos de Razer que dan una respuesta distinta al resto de ratones de otras marcas, ya que el click se siente más profundo y con un ruido cercano a los teclados mecánicos. Esto son gustos, pero la verdad es que las sensaciones son correctas pero hay que adaptarse, ya que más de uno pulsará con demasiada fuerza al notar un recorrido mayor, y esto al principio puede suponer un problemas en juegos tipo shooters, donde la velocidad del click es vital.
Pese a ello, una vez que te acostumbras y te adaptas (cosa que sucede al par de horas), el ratón se siente cómodo y el clickar se vuelve natural, e incluso agradable gracias al sonido mecánico bien conseguido.
En cuanto a la respuesta del ratón al movimiento podemos decir que es uno de los mejores ratones que hemos probado nunca. La suavidad y la fiabilidad en el trazado que dibujamos en la alfombrilla y que se refleja en el monitor es de un nivel muy alto, y muy dificil de ver incluso en la gama alta de este tipo de periféricos.
Para llegar a este nivel, Razer no ha escatimado en gastos y ha implementado un sensor óptico 5G con hasta 16.000 ppp reales y una capacidad de rastreo de 450 pulgadas por segundo (IPS), esto es, en resumidas cuentas, un sensor de altísimas prestaciones y uno de los mejores del mercado actualmente, con una exactitud en la resolución del 99,4 %.
Uno de los puntos más característicos y que más nos han gustado ha sido su construcción ambidiestra. Es decir, tiene los mismos botones en el lado izquierdo que en la lado derecho para que pueda ser utilizado tanto por diestros como por zurdos, algo muy raro de ver en este sector y que es de agradecer, ya que los zurdos suelen tener problemas a la hora de encontrar ratones específicos para ellos.
Y, cómo no, este nuevo modelo cuenta con la tecnología RGB típica de la empresa, y a través del software Razer Synapse los jugadores pueden personalizar el ratón con un montón de posibilidades luminosas, ya sea jugando con el tipo de brillo como con el color.
Después de todo un mes utilizando el Lancehead Tournament Edition -y esto equivale a muchas horas- podemos decir que el ratón está a la altura de lo que se le presupone a un periférico de gama alta. Es cómodo, es ergonómico, responde al instante, traza el movimiento de forma excepcional, su cable de más de dos metros trenzado hace que se sienta bien sujeto, y tiene la característica de ser compatible con diestros y zurdos.
Por un precio que oscila entre los 80 y los 90 euros, el Lancehead Tournament Edition es uno de los mejores ratones para aquellos usuarios que no buscan demasiados botones ni macros, sino que se conforman con un ratón con las funcionalidades básicas pero que, a cambio, sus componentes son todos de alto rendimiento.