Como siempre decimos en Tribeca Review, el ritmo de Razer a la hora de lanzar periféricos es muy alto, tanto que incluso sufrimos para estar actualizados y al día, pero claro, este continuo lanzamiento de equipos tiene un claro beneficiado: el cliente.
Lo bueno de tener una oferta tan grande es que casi cualquier persona que busque un ratón gamer, en Razer va a encontrar ese periférico que se ajuste a sus necesidades, sean cuales sean. Con cable, sin cable, para diestros, para zurdos, con 12 botones, con 6, etc.
El ratón que hoy nos ocupa es el Razer Deathadder Elite, el cual tiene estas características:
Nosotros hemos estado todo un mes usándolo como ratón principal, por lo que hemos trabajado, jugado y navegado durante muchas horas con él, así que vamos a decir qué nos ha parecido.
Lo primero que vamos a destacar es su sensor, ya que es uno de los mejores que hay en el mercado. Usa tecnología óptica y tiene hasta 16.000 DPI. Esto se traduce en una suavidad y en una fidelidad a la hora de representar el dibujo que trazamos con el ratón increíbles. Al igual que nos pasaba con el Lancehead Tournament Edition, el cual utiliza el mismo sensor, la fidelidad del movimiento del ratón con lo que se representa en pantalla es exquisita.
Esto tiene una gran ventaja a la hora de jugar sobre todo, y si sois buenos jugando a juegos de disparos y a otros géneros del estilo, esta fiabilidad en el movimiento puede suponer la diferencia entre ganar o perder.
En cuanto a los botones, el Deathadder Elite vuelve a usar los interruptores mecánicos patentados por Razer que suele poner la compañía en sus ratones de más alta gama. El sonido y la sensación que dan al clickar son muy buenos, dando la impresión de que el switch es de calidad y fiable. Lo único extraño que tiene es que el recorrido de la pulsación es algo mayor al habitual si no estamos acostumbrados, ya que si bien el click lo detecta en la primera parte del recorrido, luego tiene algo de holgura.
Esto tampoco es un gran impedimento, ya que en cuanto te haces al ratón y te adaptas, tu forma de pulsar se transforma para evitar perder tiempo presionando fuerte los botones, optimizando el tiempo de respuesta y la velocidad del click.
En cuanto a la forma del ratón podemos asegurar que es uno de los periféricos más ergonómicos que hemos utilizado jamas. En mi caso, que tengo las manos algo grandes, el utilizar el Deathadder Elite ha sido uno de los grandes descubrimientos del año, ya que la curva superior que tiene se acopla perfectamente a la palma de la mano.
Incluso después de sesiones maratonianas frente al ordenador, la mano del ratón no se fatigaba gracias a su ergonomía y a su poco peso, apenas 105 gramos con cable incluido.
Además de los clicks izquierdo y derecho, y de la ruleta -acabada con un plástico antideslizante muy agradable al tacto- el ratón posee dos botones en su lado izquierdo, los cuales puedes personalizar desde el Razer Synapse (bueno, en realidad todos los botones del ratón se pueden personalizar, pero esos dos suelen ser los más editados por los usuarios ya que los otros tienen un valor ya predefinido).
El cable que trae el Deathadder Elite es trenzado y mide dos metros, y está acabado por un USB de buena calidad como los que suele utilizar la marca americana. El cable no molesta y pesa poco, por lo que no interfiere en el movimiento del ratón.
Y, por último, recordar que también es personalizable en cuanto a iluminación, ya que tiene un sistema de luces RGB que permite ponerle hasta 16,8 millones de colores, siempre y cuando utilices el software de la compañía.
El Razer Deathadder Elite es un periférico de gama alta que puede satisfacer las necesidades de cualquier gamer, por muy exigente que sea. El sensor óptico de 16.000 DPI, los switches mecánicos de Razer, los 7 botones programables, y los 1.000 Hz de muestreo más la iluminación RGB, son todo lo que se puede pedir a un ratón de gama alta.
Por un precio aproximado de 80 euros, el Razer Deathadder Elite ofrece una calidad a la altura de cualquier jugador de eSport.