Análisis del Black Shark 2, el móvil gaming de Xiaomi
- 5 julio, 2019
- Chema Carvajal Sarabia
Con un Snapdragon 855, 8 Gb de RAM y 4.000 mAh el Black Shark 2 es uno de esos smartphones autodenominados gaming que, de verdad, están pensados para aguantar el juego a máximo nivel durante horas. Nosotros hemos estado 3 semanas con él y este es nuestro análisis
Sé que en el titular digo una cosa, pero quiero empezar dejando bien claro qué o quienes son Black Shark, compañía responsable de crear el móvil Black Shark 2, ya que todo el mundo adjudica a Xiaomi la autoría de este smartphone. Pero la verdad es que Xiaomi sólo tiene una participación en la empresa Black Shark, la cual sigue siendo autónoma. Es decir, Black Shark 2 es un teléfono creado por Black Shark y parte de esta compañía es propiedad de Xiaomi, pero no en su totalidad.
Y, ahora que ya hemos dejado claro que Xiaomi tiene algo que ver en todo esto, pero que no es, de ninguna forma, la responsable o la creadora del móvil, vamos allá con el análisis porque este smartphone da de qué hablar y casi todo es positivo.
Pero antes, os dejamos aquí las especificaciones técnicas del Black Shark 2, para que tengáis todos los datos claros antes de empezar:
- Procesador: Qualcomm® Snapdragon™ 855 Octa Core hasta 2,84 GHz, 7 nm LPP
- Pantalla: 6,39 pulgadas AMOLED 1.080 x 2.340 px, 403 ppp
- Memorias: 8 Gb de RAM y 128 Gb de memoria interna
- Sistema operativo: Android Pie (Android 9.0)
- Cámara trasera: Doble cámara de 12 MP f/1.75 + 12 MP f/2.2, con flash.
- Cámara delantera: Una cámara de 20 MP f/2.0.
- Redes: 2G, 3G y 4G
- Conectividad: Bluetooth 5.0, NFC, WiFi (Dual band – 2,4 Ghz/5 Ghz), USB Tipo C y GPS
- Batería: 4.000 mAh (carga rápida 27 W)
- Peso y dimensiones: 202 gramos y 163 x 75 x 8,77 milímetros
- Tarjetas: Dual nano-SIM
Potencia sin límites, gaming asegurado
A la hora de elegir un smartphone muchos sólo nos fijamos en una cosa: el procesador. Ya que, si en los ordenadores es algo muy importante, en los móviles aún más, ya que aúna en un sólo chip el procesador y la tarjeta gráfica, por lo que en este caso es el corazón y el músculo del terminal.
Y en este Black Shark 2 va preparado para todo con el mejor procesador del mercado actualmente, el Snapdragon 855. Este procesador lleva un triple cluster en el que se encuentran 1 núcleo Kryo 485 a 2,84 GHz, 3 núcleos Kryo 485 a 2,42 GHz y 4 núcleos Kryo 485 a 1,80 GHz, que se reparten la carga de trabajo dependiendo de lo demandante de ésta, para así optimizar el uso del procesador y la eficiencia (es decir, alargar la autonomía del smartphone).
Este procesador está construido en 7 nm (es el primer procesador de Qualcomm que se construye con esta litografía) y es el chip más potente y eficiente de la compañía americana, siendo el elegido por prácticamente todos los smartphones de gama alta de 2019.
En cuanto al chip gráfico que lleva este es la Adreno 640, siendo también la GPU más potente del momento en el sector de los teléfonos móviles.
Pero, como lo suyo es poner los datos que nos han dado las pruebas que le hemos pasado, aquí os dejamos los benchmarks:
- AnTuTu: 371.286
- Geekbench 4 (monohilo / multihilo): 3.523 /11.204
- 3DMark (Sling Shot Extreme): 5.724
Estos números lo colocan dentro del TOP 5 en casi todas las pruebas, por lo que de potencia podemos dar fe que va sobrado el terminal.
Yo, por mi parte, no he experimentado lagueos ni cuelgues al abrir y cerrar aplicaciones pese a tener una gran cantidad de juegos y apps en segundo plano. El smartphone se siente fluido y potente en todo momento y esto es, sin duda, gracias al Snapdragon 855.
RAM, memoria interna y pantalla: todo a la altura
Ya hemos dejado claro que el Black Shark 2 es potente como el que más, por lo que el tema de los FPS y jugar al máximo está garantizado. Pero a esta potencia le tienen que acompañar varios aspectos y características fundamentales para hacer que todo funcione en armonía. Y sí, esto es la memoria RAM, la memoria interna y la pantalla, ya que son los compañeros de baile del procesador para estar a la altura.
En cuanto a la RAM el modelo que hemos analizado nosotros es el de 8 GB (hay otro modelo de 12 GB), por lo que nos encontramos que de base tiene la misma RAM que los móviles de más alta gama de este año y, sin duda, más de la que necesita. Desde hace tiempo la fiebre por la memoria RAM se nos fue de las manos y el ejemplo del Black Shark 2 es perfecto para plasmar que tantas gigas son innecesarias. En ningún momento pasamos de las 6 GB ocupadas, pese a tener tres juegos abiertos y un sinfín de aplicaciones, por lo que podíamos tener abierto todo lo que quisiéramos e ir pasando de app en app sin necesidad de cerrar nada. En este caso el modelo de 8 GB es el más coherente y desde Tribeca Review no vemos la necesidad de ir a por el de 12 GB.
En cuanto a la memoria interna nuestro modelo era el de 128 GB (hay otro modelo con 256 GB) por lo que ya os decimos que en tres semanas de uso no hemos conseguido ocupar más del 40 % del espacio útil disponible que realmente tenemos cuando estrenamos el smartphone (unos 106 GB reales) y mira que lo intentamos así que, de nuevo, esta es la capacidad que os recomendamos.
Y llegamos a un punto bastante importante, porque al tratarse de un móvil gaming la pantalla es un pilar fundamental sobre el que construir la experiencia y para ello no sólo se tiene que ver bien sino responder mejor. A nivel técnico la pantalla utiliza un panel AMOLED de 6,39″ con una resolución 1.080 x 2.340 px que hace que sigamos en el Full HD pero con una relación de aspecto panorámica 19.5:9 tan de moda desde que los teléfonos son todopantalla y una densidad de píxeles por pulgada de 400ppp.
Hasta aquí estamos ante un panel más dentro de la gama media / alta de los últimos años si contamos que, a diferencia de sus rivales, este panel sigue siendo 60 Hz (es decir, que muestra 60 imágenes por segundo), y no 90 o 120 Hz como vemos en otros terminales gaming. Y, si bien se nota en la fluidez una vez te has acostumbrado a jugar a más FPS, la parte positiva es que el refresco de la pantalla a la hora de capturar las pulsaciones es de 240 Hz (es decir, captura 240 muestras cada segundo), así que la respuesta y la precisión están al mismo nivel o por encima de sus rivales.
Como apunte, es más importante que la latencia de la pantalla sea mejor y detecte más pulsaciones por segundo que las imágenes por segundo que podamos ver. Aunque, sin duda, lo ideal es que la pantalla fuera de 120 Hz y la latencia de 240 muestras por segundo. Pero cuando miramos el precio entendemos por qué no lo encontramos en este modelo.
El rendimiento que he experimentado con la pantalla ha sido perfecto, tanto por la calidad de su panel AMOLED (aunque para mí se acusa demasiado del contraste) como por el refresco de la pantalla. Sin duda uno de sus puntos fuertes, ya que incluso ver series y vídeos en Youtube se experimenta de otra forma gracias al enorme tamaño de la pantalla.
Eso sí, la moda de los ratios tan alargados hace que sea casi imposible ver nada sin tener que acabar ampliando la imagen para que el vídeo ocupe toda la pantalla (esto se debe a que los productos audiovisuales no se graban en ratios de 19:5:9 por lo que hay franjas negras en los laterales que se pueden quitar ampliando la imagen, sólo con hacer el gesto del zoom en la pantalla, pero como contrapartida se pierde algo de calidad en la imagen).
Software y hardware gaming en el Black Shark 2
Una de las cosas más interesantes de este terminal es que hay un ecosistema bastante completo a su alrededor que permite convertir el smartphone es una suerte de consola portátil como nunca habíamos visto antes en el sector.
Empezando por el Modo Gaming, que se activa con una pestaña que tenemos en el lateral derecho del móvil, que hace que el Black Shark 2 pase a modo consola y destine todos los recursos del teléfono a los juegos, pudiendo hacer que no te molesten las notificaciones de los WhatsApps ni correos y, si quieres, ni las llamadas. Nadie te molestará mientras estas jugando con notificaciones ni sonidos fuera del juego.
Sin duda es un puntazo y va a la perfección, ya que cuando lo activamos vemos que hay muchas opciones que nos permiten personalizarnos a nuestro gusto el modo gaming y todo está al alcance de la mano con un menú sencillo e intuitivo.
Y cuanto al hardware podemos decir lo que hemos visto en fotos, porque por desgracia no pudimos analizar el teléfono con los controles físicos que se le pueden poner (al más puro estilo Nintendo Switch), los cuales aseguran mejorar mucho la experiencia de juego. Y la verdad es que no lo dudamos, pero no podemos asegurároslo.
Así así, viendo la cantidad de periféricos que hay y como está pulido el sistema operativo para ser lo más limpio posible (así consume menos recursos) y con un Modo Gaming que trae un botón físico en el terminal para activarlo y que permite de verdad transformar el smartphone en una consola portátil al eliminar el componente móvil tradicional de notificaciones y llamadas para sólo mostrarte los juegos, potenciarlos e, incluso, enseñarte los FPS a los que estamos jugando.
Batería y cámara de fotos
Algo que me gustó mucho cuando recibí el Black Shark 2 y miré sus características técnicas es que tenía 4.000 mAh de batería, lo que me parece ya un estándar que deberían tener todos los smartphones de gama alta para asegurar a los usuarios un día de uso intenso fuera de casa.
Y este terminal promete en cuanto autonomía, ya que la media que me ha dado con un uso intensivo de ver muchos vídeos y de jugar ha sido de 9 h de pantalla encendida. Toda una barbaridad. Si el uso era más moderado con mensajes ocasionales de WhatsApp, responder correos electrónicos, ver algún vídeo y ojear Twitter, el teléfono llegaba a las 10 horas de pantalla, y eso es genial, ya que te asegura que por mucho uso que le demos aguanta toda una jornada encendido.
En cuanto a la cámara el teléfono tiene una configuración de doble cámara trasera fabricada por Sony de 12 MP con f/1.75 más otra de 12 MP con f/2.2 y flash. Y en la frontal encontramos una cámara de 20 MP con f/2.0. En este apartado podemos decir que el smartphone cumple, pero sin alardes, estando lejos de casi cualquier gama media/alta del mercado ahora mismo. Y es que Black Shark no es famosa por su apartado fotográfico. Pero es normal, de algún lado tenía que cojear el teléfono, y se lo pasamos ya que si nos venden algo es potencia y gráficos, no buenas fotos como sí vemos en otros modelos como el Xiaomi Mi 9.
Conclusiones
Y ahora llegamos al momento crucial, cuando os decimos si nos parece que este Black Shark 2 merece la pena o no. El teléfono es potentísimo, RAM de sobra para no tener que cerrar ninguna aplicación, memoria interna para tener millones de fotos de gatitos y varios juegos instalados sin miedo a quedarnos cortos, una batería que nos asegura toda una jornada intensiva y una pantalla AMOLED que permite disfrutar tanto de los juegos como de las series. Sin duda, muchos puntos positivos que inclinan la balanza.
Eso sí, el teléfono está lejos de ser perfecto, y entre los puntos flojos que le encuentro está el diseño, peso y tamaño. Ya que con sus 202 gramos de peso, un ancho de 8, 77 mm y su diseño anguloso con extrañas formas (muy gamings eso sí) hace que utilizarlo con sólo una mano, incluso cuando tienes las manos muy grandes, sea casi imposible y molesto. Y a esto tenemos que sumarle que al ponerle cualquier funda protectora (muy recomendable porque las extrañas formas del teléfono incitan a caidas tontas) el tamaño y el peso aumentan, siendo incluso incómodo de llevar en los bolsillos si estos no son grandes.
Y no olvidemos la cámara, que bien podría estar a la altura de la del Redmi Note 7, un teléfono de menos de 200 euros y que tan sólo lleva 3 meses en el mercado. Y esto es más demérito del Black Shark 2 que del Redmi.
Aunque todo esto es pasable cuando jugamos a la máxima calidad gráfica, gozamos del buen sonido estéreo gracias a la posición de los altavoces (situados en los extremos del terminal) por lo que son muy difíciles de obstruir mientras jugamos -un mal común en los smartphones- y a que su batería la podemos cargar en tan sólo una hora y 5 minutos.
Sin duda, por un precio recomendado de 549 euros, el Black Shark 2 es el teléfono gaming más completo y que más merece la pena en relación calidad / precio. Tiene fallos, sí, pero tiene más virtudes.