Análisis de la RX VEGA 64, ¿llega AMD tarde?
- 23 noviembre, 2017
- Chema Carvajal Sarabia
Tras todo un año de retrasos y con las gamas altas de Nvidia campando a sus anchas, AMD decidió presentar hace tres meses sus gráficas VEGA, y ahora están llegando al mercado a cuentagotas y puede que ya sea demasiado tarde
En mayo de 2016 Nvidia sacaba a la venta su nueva serie 1000 de tarjetas gráficas, con la GTX 1080 a la cabeza, y daba por comenzada una nueva época de rivalidad con AMD, el otro gran fabricante de GPU’s, por llevarse el gato al agua del sector gamer entusiasta, donde los usuarios siempre quieren tener más FPS y más calidad gráfica.
AMD supo salir al paso y competir de tú a tú en las gamas bajas y medias, y lanzó su generación RX 400, siendo sus modelos 470 y 480 dignos rivales de las GTX 1050 y 1060, motivo por el que AMD consiguió rascar muchas ventas en estas gamas -incluso han llegado a estar agotadas durante muchos meses por culpa de los mineros de Bitcoins- motivo por el que había esperanza de que la compañía roja volviera por la puerta grande en esta generación.
Por desgracia, la apuesta de AMD en las GPUs se quedó ahí. Y durante el siguiente año sólo vimos anuncios de la compañía hablando de su próxima gama alta, las RX VEGA 64 y 56, que competirían con las GTX 1080 y 1070 respectivamente. Pero éstas no llegaban y, después de 15 meses sin rastro de ellas, los sueños de una gama alta empezaron a parecer ínfulas de grandeza por parte de la empresa norteamericana.
Pero, como casi todo, al final llegaron. Y durante este verano AMD presentó al mundo las RX VEGA 64 y 56, las dos tarjetas gráficas llamadas competir por una gama alta que hasta entonces estaba monopolizada por Nvidia.
En este análisis vamos a hablar de la RX VEGA 64 edición básica, la única acabada en plástico duro -ya que los otros dos modelos que actualmente hay en venta son de un vistoso aluminio-, debido a que es la que hemos tenido en la oficina para poder probarla y testear su funcionamiento en un ámbito real, lejos de los benchmarks sintéticos que poca luz suelen arrojar a los futuros usuarios que quieren saber su rendimiento en juegos.
Rendimiento
Lo primero que tenemos que decir es que en cuanto a potencia la RX VEGA 64 es lo que se esperaba: tan potente como la GTX 1080. Ese fue el objetivo desde el principio, pero cierto es que, debido al gran retraso en su lanzamiento, algunos expertos apuntaban que lo mismo la 64 llegaría al mercado siendo aún mas potente que su rival. Pero esto no ha sido así, por desgracia para AMD.
Con apenas variaciones de 5/10 fps por juego, tanto por arriba como por abajo, la RX VEGA 64 y la GTX 1080 son, prácticamente, iguales en rendimiento.
La tarjeta la hemos probado con cuatro juegos diferentes: «Overwatch», «Battlefield 1», «Total War Warhammer 2» y «The Witcher 3». Y aquí os dejamos un gráfico con los datos que hemos recopilado con estos títulos en un panel 1440p (2,5K):
Min. FPS | Max. FPS | Media | Temperatura | Gráficos | |
Overwatch | 95 | 129 | 110 |
CPU: 85º |
Épico |
Total War Warhammer 2 | 80 | 110 | 90 | CPU: 84º | Ultra |
Battlefield 1 | 90 | 124 | 105 | CPU: 85º | Ultra |
The Witcher 3 | 65 | 91 | 75 | CPU: 85º | Ultra |
Como veis, estos datos están muy a la par con la GTX 1080, por lo que el trabajo que se le pedía a AMD, hacerle frente a Nvidia, estaba cumplido. Pero, ¿a qué precio? Ahora mismo vamos a verlo.
Consumo
Aparte de su rendimiento tenemos que hablar de su consumo. Ya que éste es muy alto, incluso diríamos que excesivo en el año 2017 en el que estamos, donde las bajas litografías, el FinFet y el bajo consumo son lo que se destila hoy día. Como es un artículo de comparativas, ya que estas ayudan a interpretar mejor ciertos datos, deciros que la RX VEGA 64 ,con un rendimiento similar a la GTX 1080, consume 100 vatios más que ésta. Una verdadera locura.
En mediciones reales de consumo energético, la RX VEGA 64 a pleno trabajo ronda entre los 300 W y los 350 W con OC, mientras que la GTX 1080 ronda entre los 180 W y los 220 W. Para nosotros, este disparatado consumo habiendo llegado más de un año después nos parece uno de los grandes errores de AMD y un factor importantísimo para perder la batalla frente a Nvidia en esta generación.
Para aclarar aún mejor este punto, decir que la RX VEGA 64 nos ha apagado unas cuantas veces el ordenador al contar este con una fuente de alimentación de 600 W Plus Bronce, la cual no llega -durante los picos de consumo- a abastecer a la gráfica.
Temperaturas
La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Pues bien, esta máxima de la física tiene un impacto enorme en este caso: el calor. ¿Qué es lo que pasa cuando tu gráfica consume hasta 350 W? Pues que esa potencia energética se convierte, inevitablemente, en calor. Mucho calor.
Este problema de calor se une al otro problema que tiene AMD actualmente, y es que en el mercado tan sólo hay modelos básicos de la compañía norteamericana, ya que, no se sabe muy bien por qué, aún no han llegado los modelos customs a la calle.
Así que todo el que se hace con una RX VEGA 64 hoy día se lleva a casa un modelo básico que tan sólo cuenta con un ventilador a modo de turbina -a no ser que compre el modelo refrigerado por agua edición limitada que sí hace un buen trabajo de disipación- que, definitivamente, no realiza una buena labor en cuanto disipación según nuestra experiencia.
En las mediciones durante el juego, la gráfica alcanza con frecuencia los 85 grados, temperatura que viene predefinida de fábrica como máxima, y ya a partir de ahí baja velocidades para mantenerse estable. Además, para no pasar de 85 grados el ventilador llega a las 2.500 revoluciones por minuto, cosa que se traduce en un potente ruido saliendo de la torre.
Las mediciones que hemos dado han sido en caja cerrada, con dos ventiladores 140 mm en el frontal metiendo aire frío (21 º de temperatura en la oficina) y otros dos ventiladores de 120 mm sacando el aire caliente. En las mismas condiciones de juego si extraíamos la tapa lateral, dejando la torre abierta, las temperaturas bajaban hasta los 78 º, pero claro, esto no es factible ya que se llenaría de suciedad y polvo demasiado rápido y sería contraproducente a la larga.
Conclusiones
Sí, AMD al final ha llegado al mercado de la gama alta y ha presentado unas gráficas bastante potentes que rivalizan con Nvidia. Pero ¿a qué precio? A uno muy alto.
Han llegado tarde -más de un año- respecto a la competencia. Han llegado muy poco optimizadas a nivel de potencia gráfica -han tirado de fuerza bruta para poder estar al nivel de las GTX 1080- y han llegado pasadas de consumo -por culpa de no haber hecho una arquitectura eficiente desde un principio-. Todo esto recuerda a sus predecesoras, las AMD Fury, y parece que no han aprendido nada de entonces.
Lo único positivo de éstas es que, a la larga, tienen pinta de que van a envejecer mejor que sus rivales de Nvidia, gracias a la potencia bruta de chip, a la memorias ultra rápidas HBM2 y a que se desenvuelven mejor en DirectX 12.
Quitando esto, adquirir hoy día un modelo básico de una RX VEGA 64, por un precio entre los 600 y los 750 euros que están pidiendo por ellas, frente a los 540 / 600 euros de un modelo custom bien refrigerado de las GTX 1080, es un sinsentido sólo comprensible para aquellos gamers que por sus monitores con freesync estén atados a las gráficas de AMD.