
Análisis del nuevo HP OMEN 15, un portátil gamer a la altura de todo
- 18 septiembre, 2018
- Chema Carvajal Sarabia
Un procesador i7-8750H, una gráfica GTX 1060 de 6 Gb, 16 Gb de RAM, una pantalla de 144 Hz con G-Sync y 256 Gb de SSD ultra rápido. Estas son las armas del HP OMEN 15-dc0013ns para convencer al gamer más exigente
El mercado gaming hace tiempo que se profesionalizó y perfeccionó. Desde que los eSports son un negocio rentable que da dinero a muchos sectores, las compañías informáticas no han dejado de mejorar cada año con sus soluciones, incidiendo en diseño y en rendimiento. Un portátil ahora es una herramienta que puede darnos la victoria o la derrota y eso son muchos miles de euros en ciertas ocasiones. Sí, y de esa necesidad llega el nuevo HP OMEN 15, un portátil gaming que quiere quedarse con parte del pastel sin precios desorbitados.
Antes de empezar a analizar el portátil, vamos a hacer lo de siempre, que es poner cuáles son sus características técnicas, para entender mejor el equipo que tenemos entre manos:
- Procesador: i7-8750H (hasta 4,1 Ghz 6 núcleos / 12 hilos)
- Memoria RAM: 16 Gb DDR4 a 2.667 Mhz
- Tarjeta gráfica: GTX 1060 de 6 Gb
- Pantalla: 15,6 pulgadas Full HD con tecnología LED IPS y G-Sync y 144 hz de tasa de refresco
- Almacenamiento: 256 Gb SSD NVMe más 1 Tb HDD a 7.200 RPP
- Peso: 2.52 Kg
- Sonido: Bang & Olufsen
- Sistema Operativo: Windows 10 Home
- Precio: 1.499 euros
El portátil, para poneros en situación, lo he tenido a prueba todo un mes, llegando a ser mi ordenador personal durante tres semanas, tiempo en el que he probado su portabilidad y rendimiento en todo tipo de situaciones. Dicho lo cual, ¡vamos allá con la review!
La nueva generación de procesadores ha llegado
Desde hace un año, los procesadores que hasta ahora nos habían bastado para jugar y trabajar se han visto sobrepasados por culpa de una nueva generación de microchips con más núcleos y más hilos que, desgraciadamente, han convertido casi en obsoletos a equipos que hasta hace nada eran muy potentes.
Para poneros un ejemplo, un i5 de séptima generación de 4 núcleos y 4 hilos a 3,8 GHz, que era una joya para gaming hace dos años, se choca de bruces con los juegos actuales más exigentes, creando indeseables cuellos de botella. Pero, por fortuna, los fabricantes han comenzado a meter estos nuevos procesadores ya en los portátiles (y mucho estaban tardando).
Y, ¿por qué os digo todo esto? Pues porque el HP OMEN 15 es el primer equipo de la compañía americana que, por fin, da el salto, colocando la octava generación de Intel. El chip elegido es el i7-8750H, un microprocesador de 6 núcleos y 12 hilos que alcanza los 4,1 GHz, una barbaridad impensable en un portátil hasta hace poco menos de un año, y con una litografía de 14 nm.
Y esto se traduce en que durante el uso profesional del HP OMEN 15 no he notado la diferencia, normalmente bastante grande, entre utilizar mi torre de trabajo (con un procesador RyZen) y utilizar el portátil de HP. Sin embargo, jugando sí he podido apreciar un desnivel bastante grande en ciertas circunstancias, que luego explicaré.
Quitando esto, el portátil de HP presenta, por primera vez, un equipo móvil con una potencia de cálculo tal, que ya empieza a ser una opción cada vez más de peso el hacerse con un portátil en vez de una torre si te mueves dos o tres veces al mes por trabajo, porque la distancia entre procesadores de ambos mundos nunca había estado más cerca.
El equipo más equilibrado de HP
En Tribeca Review siempre ponemos en valor los equipos dependiendo de lo equilibrados que estos sean, ya que una buena elección de materiales consigue que un producto sea malo, sea bueno o sea genial. Y hay que ser justos, conseguir este equilibrio es bastante difícil, pero suele merece la pena intentarlo debido a que el usuario es el primer beneficiado.
Y os digo esto porque lo que más me ha gustado del HP OMEN 15 es, precisamente, lo bien pensado que está en todos sus componentes, siendo todos de gama media/alta, estando en armonía, y dando un rendimiento genial casi todo el tiempo.
Como he expuesto antes, además del i7-8750H, el OMEN lleva una GTX 1060 de 6 GB, una tarjeta gráfica de gama media/alta que se ciñe a la perfección a la resolución del panel (que es FULL HD), y además a esto hay que sumarle 16 Gb de RAM DDR4 a 2.667 MHz (que nos ha sobrado para cualquier tarea) y un SSD de 256 Gb con tecnología NMVe, por lo que el sistema operativo y los programas instalados en él volaban.
Todo esto, si lo sumamos, da la que hasta ahora es la mejor experiencia que he tenido con un portátil, si bien he analizado equipos más potentes.
Rendimiento en gaming
Sí, he llegado al punto que más os interesa, como es normal, ya que si bien el portátil puede rendir en casi cualquier tarea profesional, el equipo está pensado para ser usado en intensas y largas sesiones de juego, no nos engañemos.
Aquí, como siempre hacemos, voy a dejar hablar a los números que hemos recopilado durante las pruebas de juego, que no han sido ni pocas, ni durante poco tiempo (algunas sesiones han durado más de 6 horas, para comprobar el rendimiento bajo estrés después de mucho tiempo). Os recuerdo que las pruebas han sido realizadas a una resolución de 1920 x 1080p (Full HD):
Min. FPS | Max. FPS | Media | Temperatura | Gráficos | |
Overwatch | 90 | 120 | 105 | GPU: 85º
CPU: 92º |
Ultra |
PUBG | 46 | 72 | 60 | GPU: 81º
CPU: 92º |
Ultra |
Battlefield 1 | 60 | 80 | 70 | GPU: 86º
CPU: 92º |
Ultra |
Battlefield V | 55 | 70 | 63 | GPU: 85º
CPU: 92º |
Ultra |
Como vemos, los números son realmente buenos, a la altura de cualquier jugador exigente, y tan sólo los gamers que compitan echarán de menos algún FPS más, algo comprensible. Pero, para el resto de mortales, son resultados que en juegos multijugador, exigentes y actuales (algunos aún ni han salido), son muy buenos, superando siempre una media de 60 imágenes por segundo.
Como punto negativo decir que el equipo alcanzaba temperaturas altísimas, sobre todo en la CPU, la cual llegaba a coger máximas de 99º con todos los juegos. Esta temperatura es altísima, y no asegura una vida muy larga al procesador. En cuanto a la GPU, ésta solía estar entorno a los 80/85 grados, que es bastante pero no peligroso.
Gestión del calor
Ahora vamos a meternos en una cuestión que ninguna compañía ha sabido de verdad solucionar, si bien sí se dan pequeños pasos en la mejora. Sí, hablo de la gestión del calor, el mayor problema que tienen los portátiles gamers.
El HP OMEN 15 utiliza una construcción muy habitual desde hace un par de años, que es separar los circuitos de disipación de la GPU y la CPU, teniendo cada chip su propio bloque de cobre y su propio ventilador. Esto, lo que consigue, es que los componentes puedan rendir de forma independiente, no como antes, cuando tener el micro a 90 grados suponía calentar la gráfica aunque ésta estuviera teniendo mucho menos trabajo, ya que la capacidad de disipación estaba siendo colmada por el procesador.
Sí, acabo de hablar muy bien de este diseño, porque hasta ahora es el más eficiente, pero sigue siendo insuficiente cuando permite que un procesador llegue a los 99º de forma habitual, pese a bajar voltajes. Eso sí, a su favor diré que el i7 llegaba a alcanzar mínimos de 3,1 GHz por núcleo cuando se veía saturado de calor, mientras que sus hermanos de anterior generación, que utilizaban la refrigeración compartida, descendían hasta los 2,7 GHz. Por lo que podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que se ha conseguido una mejor gestión de la temperatura y mejores números, pero aun así son muy altos.
Estas temperaturas que alcanza repercuten directamente en el jugador ya que, durante su uso, una vez que estaba un rato jugando, la zona del espacio alcanzaba una temperatura que, para más de uno, podría ser molesta. Esto se soluciona con un teclado externo, pero no es lo ideal desde el punto de vista de la portabilidad del equipo.
Construcción, autonomía y puertos
Y llegamos al último apartado, en el cual me voy a centrar en la parte estética, de utilidades y conexiones del HP OMEN 15. Y, como no, me voy a centrar primero en el diseño, y es que este equipo no deja indiferente a nadie, gracias a su acabado en plástico liso y rayado de la parte exterior.
Personalmente me parece el portátil más bonito que ha hecho HP hasta la fecha, siendo agresivo, pero también elegante en cierta manera, tanto que no tendría problema en llevarlo a una reunión de trabajo sin miedo a que me mirasen raro mis compañeros (como sí pasa con otros modelos de MSI o de ASUS). Y digo esto porque es anguloso y atractivo, pero muy fino y de colores oscuros, tan sólo sobresale en el centro de la tapa, donde lleva el logo de OMEN en su rojo característico (pero sin LEDS que lo destaquen, por fortuna). Por lo demás es un equipo de lo más normal en el año 2018 en el que estamos.
Yéndonos ahora al teclado, también veo una mejoría en cuanto a tacto y respuesta. HP vuelve a no confiar en ninguna marca reconocida en el sector (a diferencia de lo que vemos en otras compañías) y esto es posible que le pese, para mal, en las comparaciones. Pero siendo sinceros, en cada nuevo modelo HP demuestra estar trabajando en el camino correcto.
Eso sí, tiene lo que todo buen amante gamer le pide, que es retroiluminación RGB, pudiendo personalizarse con más de 20 colores a través del software que lleva instalado el portátil. Además, tampoco podemos dejar de comentar que son de perfil bajo y para presionarlas apenas hay que hacer fuerza.
En cuanto a su autonomía, hay que destacar que se nota que tanto la tarjeta gráfica como el procesador son bajo consumo, gracias a su construcción en 16 nm y 14 nm respectivamente, ya que he podido comprobar que la duración del HP OMEN 15 ha mejorado mucho respecto a su predecesor. Utilizando para ofimática ha alcanzada las 3 horas y jugando la hora y veinte minutos. Muy buenos números teniendo en cuenta lo potente que es.
Y ya, para acabar, destacar sus puertos, que son: tres entradas USB 3.1, una entrada Tipo-C, una salida HDMI 1.4, una salida mini Display Port, una entrada RJ45, un lector de tarjetas SD y dos Minijack para altavoz y micrófono. Por poner una pega hubiésemos preferido cuatro entradas USB, pero en general el equipo está bien servido de conexiones.
Conclusiones
Bueno, pues toca resumir ya lo que ha sido trabajar y jugar este mes entero con el HP OMEN 15, y para ello podría resumirlo en un escueto: el portátil más completo que he utilizado hasta la fecha. La calidad de los componentes, lo bien equilibrados que están estos y su buen funcionamiento, han conseguido que me olvidara de mi torre durante unas semanas.
Algo que me ha dejado encantado es su pantalla LED IPS, la cual está muy bien aprovechada en espacio (prácticamente no tiene marcos), cosa que me hizo creer de primeras que era un 13″ y no un 15,6″. Además, que el refresco del panel fuese de 144 Hz y con tecnología de sincronización G-Sync hizo de la experiencia en gaming una auténtica gozada, sobre todo en «Overwatch» donde pasaba de los 100 FPS todo el rato.
Su buena autonomía y su peso contenido, no llegando a los 2,5 kilos, hacen que el HP OMEN 15 sea, de verdad, un portátil fácil de mover, no como esos otros armatostes que te destrozan el hombro cuando los transportamos.
Tan sólo destacaría como puntos negativos su problema en la gestión de calor, y su teclado (el cual cumple pero podría ser mejor). Por lo demás, el HP OMEN 15, por unos 1.500 euros, ofrece un acabado y una potencia que, componente por componente, merece la pena si sois usuarios exigentes. Por mi parte, este sería el portátil que elegiría para mí si tuviera que hacerme con uno hoy mismo.