HP ha lanzado su nuevo monitor enfocado a gaming, el HP OMEN 32″, con el que pretende recuperar parte de un mercado que había dejado de lado en los últimos años.
El HP OMEN 32″ tiene 32 pulgadas de diagonal, una resolución 2560x1440p (2,5k), un panel VA de 60 Hz y tecnología FreeSync (tecnología de software libre que evita la desincronización vertical de la imagen). Sobre el papel es idéntico a su hermano de oficina el Pavilion 32″, pero ¿cómo puede ser que tenga las mismas características un monitor lanzado para gaming y otro de oficina de la misma compañía? Pues porque tiene un par de características especiales.
En los papeles, el OMEN indica que, si bien tiene 7 ms de tiempo de respuesta, igual que el Pavilion, este tiempo se puede ver reducido desde el menú del propio monitor, llevándolo de una respuesta estándar de 7 milisegundos hasta los 5 ms, una cifra recomendada para jugar.
Y la otra diferencia es la tasa de refresco del monitor, ya que el OMEN tiene dos modos: 60 Hz y 75 Hz. El monitor en todo momento te recomienda utilizar su frecuencia nativa, los 60 hz, pero si desde el menú cambiamos el modo de la pantalla y elegimos modo «juego», el refresco aumentará hasta los 75 hz y se activará el FreeSync, una diferencia que en juegos de acción y disparos agradecerá el usuario, ya que esas 15 imágenes por segundo son notables según nuestra experiencia.
¿El problema? Este modo sólo funciona de forma satisfactoria con aquellos usuarios que utilicen tarjetas gráficas de AMD. En nuestro uso con una RX 480 de 4 GB el monitor se comportó de forma fantástica a 75 hz, dando mucha más fluidez que a 60 imágenes por segundo. En cambio, cuando pasamos a probar este modo con la GTX 1070 de Nvidia, una vez pusimos la tasa de refresco a 75 Hz y activamos la sincronización vertical, comenzamos a sufrir de «frame skipping», en el cual las imágenes se iban saltando unas a otras dando una sensación de falta de fluidez y haciendo incómoda la experiencia de juego.
Esto se debe a que, si bien AMD es compatible con este software libre de sincronización, Nvidia tan sólo es compatible con su propia tecnología llamada G-Sync (estos monitores, si bien suelen ser de gama alta, tienen un sobrecoste por añadir esta tecnología, ya que para usarla tienen que pagar a Nvidia por la licencia y el chip). Esto se arregla quitando el modo «juego» del monitor y volviendo a los 60 Hz, comportándose entonces como cualquier otra pantalla.
Esto, que es el punto más importante para aquellos que busquen en el HP OMEN 32″ su pantalla para entrar a los cientos de mundos y galaxias a los que los videojuegos nos transportan, no es la única cuestión relevante del monitor, ya que su panel, de tipo VA, es un «rara avis» en el sector gaming, y ¿por qué? Pues porque tradicionalmente han tenido un alto tiempo de respuesta, mayor que los paneles IPS y mucho mayores que los TN. A cambio de esta peor respuesta, los paneles VA pueden presumir de tener los mejores negros del mercado, parecidos a los OLED, y un contraste que, en ciertas escenas durante nuestras pruebas en «Battlefield 1″y «The Witcher 3», la diferencia entre las zonas claras y oscuras era realmente impresionante.
En este caso -sobre el tiempo de respuesta-, después de probar juegos como «Counter Strike: Global Ofensive», «Battlefield 1» y «Overwatch», HP ha hecho un buen trabajo con el OMEN 32″, y en los test no hemos podido encontrar diferencias entre un monitor IPS y el VA.
No al menos sensorialmente, ya que, en pruebas técnicas, el panel del HP es más lento. En cuanto a la comparación con un TN sí que podemos decir que hemos notado una pequeña diferencia, que los más aficionados a los «shotters» notarán en cuanto a una respuesta mejor de este último respecto al OMEN.
En conectividad, el HP OMEN 32 cuenta con una entrada DisPlayPort, dos entradas HDMI 1.4 y dos entradas USB. Respecto al espectro de color, el OMEN ofrece un 100% del espectro sRGB (muy indicado para aquellos que busquen buen rango y fidelidad en los colores). También resaltar la peana, muy rígida para soportar los casi cinco kilos de pantalla, y que permite inclinar hacia adelante y hacia atrás la pantalla. Eso sí, no tiene opción a regular la altura, algo comprensible al tratarse de un monitor bastante pesado.
En conclusión, el HP OMEN 32″, con un precio recomendado de 499 euros según la página web de HP, es un monitor que cumple con lo prometido (si posees una tarjeta gráfica AMD) y que su relación calidad precio es buena, sobre todo para aquellos usuarios que jueguen a menudo o que trabajen de forma multitarea ya que sus 32 pulgadas lo convierten en una herramienta muy cómoda que os permitirá tener varias ventanas a la vez, y trabajar de forma más rápida y ordenada.
Cómo únicos puntos negativos hay que apuntar que no trae altavoces incorporados, por lo que si queréis escuchar música, vídeos o juegos en vuestro ordenador tendréis que utilizar altavoces externos o auriculares, y que el FreeSync funciona a 73 Hz no a 75 Hz como promete el producto.