Análisis de Starfield (25 years in the making)
- 11 octubre, 2023
- Josué Gómez
Bethesda Games ha vuelto con Starfield, una nueva IP con el tamaño de un universo. Tras unas 140 horas de juego nos ponemos manos a la obra para analizar uno de los juegos más esperados de la década. ¡Rumbo a las estrellas!
El espacio, la última frontera es una de las frases más icónicas de la ciencia ficción, y nos la trajo Star Trek allá por 1966. Estamos en 2023 y Bethesda Games nos presenta su nueva IP con la misma premisa, ir a donde nadie ha ido antes y explorar nuevos y extraños mundos. Veamos en este análisis sin spoilers si estamos ante un nuevo clásico de la ciencia ficción o si estamos ante otro caso de juego triple A donde las expectativas han superado con mucho al resultado final.
Bethesda Games ha tardado 25 años en traer una nueva IP pero lo ha hecho a lo grande. El primer teaser salió en junio de 2018 y desde entonces nos han ido dando información pero sin fecha porque no querían un estreno donde los bugs impidieran jugar.
En junio de 2022, dentro del Bethesda Games Showcase, el mismísimo Todd Howard nos daba un adelanto de quince minutos donde veíamos una pincelada de la historia de Starfield y muchas de las mecánicas que incluían en el juego. También sabíamos que habría más de cien estrellas con un total que superaba los mil planetas explorables y una coletilla: «Estamos deseando ver qué encontráis».
Una nueva IP plagada de mecánicas para conquistar el universo
Varios trailers después ya sabíamos que Starfield incluía muchas mecánicas y, si soy sincero, mi primera impresión es que eran demasiadas. Las clásicas de combate y diálogo era obvio que iban a estar pero otras excedían lo que parecía lógico para un juego de rol. Las armas tenían más opciones de personalización que las de Call of Duty, las bases espaciales parecían más complejas que cualquier Sims, y el astillero de naves haría las delicias de los fans de Car Mechanic Simulator. Si hacer un juego bien es difícil, imaginad un juego que incluya las principales mecánicas de cuatro o cinco juegos distintos.
Como veremos más adelante el tiempo dedicado por Bethesda Games a pulir el juego ha evitado que haya grandes errores y se agradece. En más de ciento cuarenta horas de juego solo he tenido que recuperar un grabado anterior dos veces. Por desgracia el resto de cosas que hacen a un juego bueno o mejor no están tan pulidas y eso penaliza la experiencia. Si quien mucho abarca poco aprieta entonces podemos decir que intentar abarcar un universo es lo igual a apretar poco, tirando a nada. Pero comencemos por el principio, por la historia.
Corre el año 2330 y eres un minero en la lejana luna de Kreet
Así comienza nuestra aventura: tienes que bajar a una galería y extraer un mineral especial. El comprador está por llegar y no hay pausa para el bocadillo. Con esta sencilla premisa comienza nuestra historia. El tutorial está muy bien resuelto dado que se integra en todo momento en los episodios que van ocurriendo al principio. Tranquilos porque es muy corto y no se hace cansado para nada. A lo largo del juego nos irán explicando cómo hacer más cosas según vayan surgiendo y me ha parecido una solución muy resultona.
Durante el tutorial tendremos que elegir el aspecto de nuestro personaje, con un editor muy interesante y que da gran variedad de opciones tanto de cara como de cuerpo. Además tenemos que elegir nuestra historia antes de ser mineros. Nuestro trabajo pasado nos dará tres habilidades iniciales y hasta tres rasgos únicos nos darás bonificaciones y penalizaciones si los elegimos. Algunos rasgos os darán además acceso a encuentros o misiones secundarias que añaden variedad al juego. Yo elegí la aproximación del vagabundo en Dark Souls. Sin pasado y sin rasgos. El pasado no es tan importante porque las habilidades las podréis subir como queráis en el juego pero los rasgos no se pueden cambiar así que elegid con cuidado.
Acabado el tutorial y la elección de personaje comienza la aventura. Como ya es clásico en Bethesda tenemos una historia principal y una serie de historias secundarias. Incluso yo me atrevería a decir que tenemos misiones terciarias. Éstas son las que no tienen una historia en sí pero nos ayudan a conseguir dinero y experiencia. Por lo general las encontraréis en los paneles de misión que os irán enseñando mientras recorremos Starfield.
Las historias secundarias son más largas, están divididas en varias misiones y nos ayudan a entender mejor las relaciones entre facciones y entre personas del universo Starfield. Algunas os la darán los mismos personajes de la misión principal, otras saltarán al escuchar una conversación, al leer una tábula, incluso en un encuentro fortuito en el espacio con otra nave. Es la parte que más he disfrutado del juego, la estar paseando por una ciudad y que al escuchar una conversación salte una misión y puedas ayudar a alguien a avanzar en su vida. O desentrañar un misterio de una nave espacial que aparece varada junto a un remoto planeta.
Estas secundarias tienen historias muy variadas y al menos a mí me ha parecido reconocer varios homenajes a clásicos de la ciencia ficción. Misiones que parecen un episodio de Star Trek, otras con un personaje que parece sacado de «El juego de Ender», «En los límites de la realidad» en un planeta y así. Unas historias que me han hecho sentir parte de esa prometida epopeya espacial. Aunque reconozco que las misiones tienen tendencia a ser todas iguales. El espíritu de Skyrim es fuerte todavía en Bethesda. Importante dentro de estas historias es que nuestras decisiones tienen consecuencias que si bien no son terribles si alteran de manera efectiva el juego y como los NPCs reaccionan.
La historia principal. He prometido no hacer spoiler así que solo os puedo decir que cumple. Seguirla en interesante y uno de sus capítulos es genial. Pero no creo que esté bien resuelta. para mí está por debajo de las secundarias y tendría que haber tenido más mimo y más opciones de elección. El misterio que nos encontramos en Kreet no nos anima tanto a resolverlo como, por ejemplo, saber que ha pasado en una estación de investigación que te encuentras con todo el personal asesinado.
Las historias están bien pero la jugabilidad no acompaña
Si la parte de la historia está bien, muy bien, incluso para notable, las mecánicas no ayudan a sumar. Incluso restan. Para empezar Starfield está creado con el motor Creation Engine 2, una iteración del motor utilizado para crear Skyrim o Fallout 76, y aunque la mejora del motor se nota en el consumo de recursos no se nota tanto en la calidad gráfica. Si nos hubieran dicho que es el mismo motor nos lo hubiéramos creído. No solo nos sale más caro recursos este motor si no que hemos perdido una de las características más famosas de los juegos de Bethesda, la posibilidad de deambular.
En Starfield no puedes deambular por todo el mapeado, por lo general tendrás que usar el viaje rápido o depender de varias pantallas de carga, muchas veces no disimuladas, para llegar a sitios. La primera ciudad que visitas está divida en cuatro distritos que el juego te dice siempre que uses el metro para ir de uno al otro. Pero lo cierto es que es posible recorrer tres de esos distritos a pie si sabes a dónde vas. Y como hemos dicho antes deambular te ayuda a conocer historias y desbloquear misiones. Una elección de diseño bien extraña cuando más adelante te encuentras con otras ciudades igual o más grandes que sí están pensadas para ser recorridas a pie.
De igual forma hay comercios a los que puedes entrar directamente y otros que requieren una pantalla de carga para cargar una única habitación. ¿Salir al espacio? Pantalla de carga. ¿Ir de un planeta a otro? Pantalla de carga. ¿De un sistema a otro? Una o varias pantallas de carga en función del combustible que puedas llevar y de si conoces el camino. Os recomiendo familiarizaros con el sistema de viaje rápido porque al menos con una pantalla de carga solucionáis un camino de tres o cuatro.
Todos esos complejos sistemas de habilidades, armas, naves y bases poco aportan. Algunas habilidades están escondidas detrás de una subida de nivel. Es decir, no puedes robar, o ser sigiloso, o usar un jet pack, si antes no desbloqueas esa habilidad. Otras sin embargo comienzan desbloqueadas pero subirlas es un horror. Como comento en el episodio 6×02 de Tribecast llegar a poder mejorar las armas dentro del tier 4 requiere gastar nueve puntos de nivel. Y éstos son bien escasos. Además por cada uno de los niveles hay que recolectar elementos para hacer investigaciones y modificar un número de armas que puede llegar a ser de treinta. Sensaciones de estar jugando un MMO gratuito en algunos momentos.
Subir las armas está bien porque te permite personalizar tu estilo de juego. Silenciadores para ir sigiloso, más daño, cargadores mejores, y otras mejoras sobre las armas que te vas encontrando. Otras habilidades que requieren de la misma dedicación, como la de bases espaciales, se hacen bastante inútiles para el juego. Puedes crear un imperio minero o granjero pero de poco te va a servir para lo mucho que te va a costar.
Puedes crear tus naves, es cierto, pero aparte de la estética no hay una gran ventaja en hacerlas a tu gusto. Es más fácil comprar una nave o mejorar las que tengas en el espaciopuerto más cercano. Y como el pilotaje solo es interesante para combate porque no hay una navegación espacial real pues es otra habilidad que se siente muy poco edificante. El mapa espacial es difícil de usar porque no puedes buscar un sistema o ciudad, tienes que recordar dónde están las cosas. Encima algunos saltos estelares dan una vuelta que tendrán su lógica pero no lo aparentan.
De esta manera el juego se nota viejo: las misiones se resuelven casi siempre a tiros y en contadas ocasiones con unas tiradas de persuasión. Starfield es un juego de 2013 que sale ahora y se le ven las limitaciones. Los planetas interesantes son los que han creado en Bethesda, el resto se generan de manera procedural y a veces te ocurre que se generan cuatro eventos justo donde aterrizas. ¿Por qué? Porque por algún motivo el límite que te puedes alejar de tu nave es cinco kilómetros. Así que todo lo que se puede hacer en ese planeta o luna estará dentro de ese radio.
Conclusión
Lo dije en Tribecast y lo mantengo. Starfield es un juego que van a disfrutar mucho los que quieren perderse en un mundo de Bethesda. El universo es enormemente grande y está muy vacío, tanto en la vida real como en el universo de Bethesda. La sensación es que el 90% del universo está ahí por exigencias del guion y se podría haber evitado.
Lo mismo con las mecánicas, muchas de ellas se tornan inútiles y también se podrían haber quitado. La impresión es que en Bethesda han prometido mucho y aunque han dedicado todo el tiempo necesario no han conseguido llegar ni a la mitad.
El juego está bien si eres aficionado a este tipo de RPGs y espero que algunas de las exigencias de requisitos se arreglen con parches. Así como que el DLC le de contenido a parte de esas habilidades y sistemas solares que no se utilizan.
Nota: 7,0
Versión analizada: Clave cedida por Bethesda para Steam
Equipo de pruebas:
- PC: AMD Ryzen 5 3600 @3.6GHz // 32 GB RAM DDR4 // Sapphire RX 6800 16GB GDDR6
- Logitech G502 Proteus Spectrum
- LG Ultragear 27GN650-B 27″ LED IPS FullHD 144Hz G-Sync