Desde hace años dentro de los videojuegos tenemos un género que en lugar de exigirnos precisión y ritmo nos deja disfrutar de la historia de manera pausada y sin muchas exigencias. Aventuras como Abzû, Journey, RiME o Gris son ejemplos de este tipo de juegos. El estudio Don’t Nod nos trae una aventura donde lo importante es el viaje y donde no hay un jefe final que nos ponga a prueba.
Tengo que reconocer que no consigo conectar con este tipo de juegos, me encanta su arte visual y creo que su música acompaña de manera excepcional en cada momento, pero tienen una forma de contar la historia que hasta la fecha no conecta conmigo. Lamento tener que decir que Jusant no es la excepción.
Jusant comienza cuando llegamos al pie de una montaña enorme. Veremos construcciones y zonas abandonadas donde antes habitaba gente. Y, como ya hemos dicho, el objetivo es ir ascendiendo esta montaña mientras vamos recogiendo pistas que nos ayuden a entender a dónde fueron los residentes de esta zona.
Durante nuestro vertical camino recogeremos cartas, diarios, murales y otros objetos que nos irán contando esa historia. Al mismo tiempo veremos unos paisajes que, siempre en la misma montaña, conforman unos diferentes biomas a lo largo de los seis capítulos que dura el juego. Puedo decir sin lugar a duda que hay lugares preciosos y zonas que me han sacado más de una exhalación de asombro.
Como he comentado, Jusant podría ser un walking simulator pero en vertical. Entiendo que el estudio tuvo que tomar una decisión compleja en cuanto a la dificultad de la escalada. Demasiado fácil y se perdería el elemento diferenciador. Demasiado difícil y sería una barrera de entrada que echaría atrás al potencial jugador de este tipo de aventuras. La solución es un sistema sencillo, pero que requiere de un cierto control.
Con los gatillos del mando o los botones del ratón controlamos la mano izquierda y la derecha de manera distinta. Con poca práctica en seguida le cogeremos el tranquillo a sujetarnos con una mano mientras que con la otra elegimos el siguiente agarre. Cuando conseguimos coger el ritmo hay zonas donde realmente se disfruta esta mecánica. Para los tramos difíciles tenemos la opción de colocar hasta tres anclajes que nos permitirán recuperarnos de una caída.
En Jusant no es importante la habilidad sino la paciencia. No es posible morir ni hay prisa por lo que no tenemos que temer tomar riesgos a la hora de escoger nuestro siguiente agarre ni tampoco pasa nada por para unos segundos a recuperar energías y otear la mejor ruta moviendo la cámara. El juego está pensado para disfrutar de la escalada más que para triscar cuál cabra.
Otras herramientas a nuestra disposición son un salto doble para alcanzar lugares lejanos, zonas para recuperar cuerda, ascensores, tirolinas y un par más que no os desvelamos porque son parte de la historia y no queremos destripar esta aventura a nadie. Por supuesto podemos mover la cámara con total libertad excepto en algunas zonas en las que no entendemos por qué el juego se empeña en decirnos a dónde tenemos que mirar. Y esto nos ha dificultado mucho el poder elegir el siguiente agarre.
Esa dificultad para poder elegir el agarre en muchas situaciones. Junto al hecho de que parece que la mano izquierda del personaje es mucho más floja que la derecha ha convertido partes del juego en frustrantes. Cuando no consigues seleccionar el agarre que quieres porque no puedes mover bien la cámara o cuando te caes porque sin motivo alguno la otra mano se suelta la experiencia que ofrece Jusant se acerca demasiado al juego QWOP. Y creo que no es eso lo que Don’t Nod estaba buscando
Ya hemos dicho que Jusant es precioso. En sus requisitos mínimos piden una Nvidia GeForce GTX 1080 o una AMD Radeon RX 5600 XT. Mi equipo pasa esas especificaciones sin problemas y durante casi todo el juego he podido jugar en calidad máxima a 1080p y 60 fps sin problema. Pero hay una zona que tenía caídas de frames por debajo de los 10 fps haciendo el juego injugable. Por suerte al cerrar y abrir otra vez se ha estabilizado por encima de los 40 fps, aun así he tenido que poner los gráficos en medio para poder jugar sin caídas esa parte.
Además, el motor gráfico se empeña en usar AMD FSR2 o TSR y si te fijas un poco se crean artefactos extraños en lugares donde la carga gráfica es, o debería ser, muy baja. Ambas cosas pasan cuando ya has avanzado bastante y no duran mucho, pero amargan el viaje y es una lástima.
He tardado nueve horas en acabar un juego que por lo general requiere entre tres o cuatro tengo que admitir que me he llegado a perder dos veces. Una porque no veía el sitio a donde tenía que ir. Otra porque el sitio es de esos donde no puedes elegir bien el agarre y pensaba que me estaba equivocando. Solo a la cuarta intentona, y tras haber consultado una guía, he conseguido ajustar el pixel como para que el protagonista me hiciese caso.
En conclusión Jusant es una aventura visual y sonoramente muy satisfactoria, pero que se llega a poner cuesta arriba como juego por unas mecánicas imprecisas, un motor que da tirones a veces y, sobre todo, una historia que no nos cuenta nada a no ser que nos dediquemos a buscar todos los documentos que hay tirados por el escenario. Si tenéis GamePass está incluido y os recomiendo jugarlo, pero si lo tenéis que comprar hacedlo solo porque éste sea vuestro tipo de juegos y no porque esté de moda al haber salido ahora.
Versión analizada: Versión de PC en GamePass