Si bien es cierto que los juegos de golf no son uno de los géneros más demandados por los jugadores, en ciertas regiones del mundo tienen su público (por ejemplo, en Japón) y presentan una propuesta muy agradable que nunca está de más, porque relajarse mientras echas unos hoyos mala idea no es. Y esa es la idea de «Everybody’s Golf VR», juego que llegó la semana pasada de forma exclusiva al sistema de realidad virtual de PlayStation 4.
Después de un malentendido (nos llegó el correo con el juego a la bandeja de spam y no nos dimos cuenta hasta una semana después) pudimos ponernos manos a la obra con el análisis del exclusivo de Sony y aquí os traemos nuestras impresiones, espero terminar este texto bajo par.
Una cosa que me suele preocupar mucho con los juegos de realidad virtual es lo accesible que son, ya que en mi caso el mareo es una realidad y con ciertos juegos puede llegar a pasarlo realmente mal. Por eso me alegra decir que este «Everybody’s Golf VR» está pensado para todos los miembros de la familia, con mayor o menor tolerancia a las experiencias VR.
El juego nos suelta en un campo de golf, acompañado de una majísima recepcionista que será quien nos ofrezca las diferencias experiencias, desde entrenar; a echar tres, seis o nueve hoyos; y pasando por el clásico modo espejo. El juego no es que sea muy rico en modos, pero presenta todos aquellos que son imprescindibles.
El título está pensado para jugarse de pie y con los Move de Sony, pero también permite utilizar el mando como palo, por lo que tan sólo necesitaréis las gafas de VR y la cámara para poder jugar. En nuestro caso, y por falta de material, hemos analizado el juego con el mano y con los Moves, por lo que creemos que no hemos disfrutado de la experiencia más óptima, pero aún nos ha servido para sacarle provecho al título.
Con transiciones muy controladas y movimientos de cámara muy suaves en casi todo momento, el juego no marea y presenta una experiencia para todos los públicos, sin duda.
Acompañados de nuestra caddie particular (se pueden desbloquear hasta tres caddies más, uno más jugando y otros dos más pagando), iremos recorriendo el enorme campo de golf para tratar de cumplir las expectativas y no irnos del par.
El juego no es un simulador, pero hace un gran trabajo en cuanto a sensaciones y elementos a tener en cuenta. La elección de los palos es clave para conseguir el golpe perfecto, el viento y su fuerza influye en nuestra dirección al golpear y el terreno puede ser un incordio.
Pese a ello, todo es muy intuitivo y aunque apenas hayáis jugado a otros juegos de golf veréis como a los diez golpes os creéis Tiger Woods o Sergio García si barremos para casa. En cuanto al funcionamiento y realismo del gameplay sólo me puedo quejar de las distancias cortas, ya que los golpes suaves son los que peor registra el mando y no serán pocas las veces que un mismo movimiento registra distintas intensidades.
Vamos, que este juego os puede divertir tardes enteras y si tenéis conocimientos del deporte os ayudará a machacar a vuestros rivales en casa, pero por desgracia no os va servir como simulador para ser invencibles en el green el fin de semana. Y eso está bien, que aquí hemos venido a pasarlo bien, no a entrenar.
Lo mejor del juego, en mi opinión, es que el apartado gráfico invita a jugar y a creerte los escenarios. La estabilidad gráfica es perfecta, por lo que no hay mareos por mucho que movamos mucho la cabeza mirando el paisaje. Los modelados y la variedad de los entornos también destacan, generando una sensación de curiosidad en cada hoyo muy efectiva.
Quitando la poca originalidad en la azafata y la caddie principal (son, literalmente, la misma persona), casi todo cumple su trabajo por lo que la experiencia global es sólida, de lo mejor que hemos jugado en VR, aunque es lógico ya que había que compensar la falta de contenidos (también vale 29,99 euros en vez de los típicos 60€).
Vale, aquí estamos ante una pregunta bastante compleja. Si tenéis las gafas de VR y os gusta, aunque sea mínimamente, los juegos de puntería (bolos, dardos, golf, etc) es un obligatorio ahora mismo, ya que es de lo poco que hay y sin duda de lo mejor. Eso sí, la falta de multijugador le pesa bastante.
A mí, personalmente, me ha gustado mucho pese a no ser mi estilo de juego y a que las experiencia en VR no me acaban de convencer. Incluso el precio me parece acertado para el contenido que ofrece, por lo que os animo a darle una oportunidad. Nos vemos en el green.
Para analizar «Everybody’s Golf VR» hemos utilizado: