Hay gente que cree que cuando no hay lanzamientos de Triples A a la vista es que no hay buenos juegos a los que jugar, y creo que no podrían estar más equivocados, ya que lo mejor de nuestro sector en los últimos 10 años es, sin duda, la explosión indie, la cual nos trae decenas de buenos juegos cada mes pero que por desgracia suelen pasar desapercibidos (no hay dinero para campañas de marketing). Y el juego que hoy os traigo, «Darkwood», es muestra de ello.
Para quienes no conozcan «Darkwood» toca presentarlo como el primer juego de Acid Wizard Studio, un estudio polaco independiente formado por tres jóvenes y un perro (así se describen ellos), que fue lanzando en Early Access en Steam el 24 de julio de 2014 y que tras tres años más de desarrollo vio la luz ya terminado el 17 de agosto de 2017. Dos años después ha llegado a consolas y nosotros hemos tenido la oportunidad de jugarlo gracias a la gente de Nintendo, quienes nos han proporcionado el juego para Switch.
Y la verdad, me alegra que mi primer contacto haya sido en la híbrida de Nintendo, porque es muy difícil sentarle mejor a esta consola los indies. Eso sí, tiene una parte mala: que he pasado miedo en más lugares de los que me habría gustado.
Poco se nos cuenta cuando todo empieza, pero de lo que no tenemos dudas es que desde el primer momento la atmosfera pesa demasiado. Todo está oscuro. Los pasos resuenan en el silencio como si éste no quisiera ser molestado. Nada se ve con claridad y la esperanza es algo de lo que carece todo lo que nos rodea.
La primera sensación al jugar es la misma que tendremos durante toda la partida, y es que no deberíamos estar ahí, molestando a la quietud. Pero nuestro deber es salir del bosque, el cual está lleno de terribles criaturas y monstruos. Querremos dejar de jugar, pero a la vez necesitaremos seguir avanzando, no podemos quedarnos quietos.
Para los que necesitan unas pinceladas de historia para saber de qué estamos hablando os decimos que la trama presenta a un médico con un concepto equivocado de la deontología, ya que lo que hace es capturar a las personas que se extravían en el bosque y experimentar con ellas. Nosotros seremos uno de sus pacientes forzosos, pero con la fortuna de que en nuestro caso tendremos una oportunidad de escapar. Algo que no es nada fácil.
Con una duración de unas 15 horas si no nos entretenemos mucho el juego consigue mantener enganchado al jugar gracias a las cinemáticas recurrentes que nos irán revelando la historia. Las decisiones afectan al juego y los diálogos opcionales dicen mucho. El juego no quiere abandonar al jugador, sino atraparlo.
El juego nos deja totalmente indefensos y será nuestro deber prepararnos para la batalla (una tosca batalla en el cuerpo a cuerpo, eso sí), donde cada objeto cuenta y donde tendremos que elegir muy bien que usar, ya que nada abunda y los recursos son limitados.
Algo muy original es su mezcla de mecánicas y estilos, ya que si bien es procedural el juego (cada partida es diferente a la anterior), precisa de crafteo y looteo, tiene una gran dificultad y da bastante miedo, el juego pone una gran importancia en la historia. Esta unión de distintos elementos, que por sí mismo son bastante comunes, consiguen que el juego se note diferente a casi todo lo que he jugado. Es más, no os sabría decir ahora mismo de otro juego que juntase todo esto, si bien seguro que hay más de uno.
A todo esto, hay que unirle elementos diferenciadores como las mejoras y habilidades, las cuales van mejorando al personaje con su correspondiente contraprestación. Toda nueva habilidad, como puede ser la invisibilidad, trae consigo algo negativo, como por ejemplo que tengamos menos precisión. Por lo que, además de conseguir material, deberemos elegir qué tipo de personaje queremos crear y qué estamos dispuestos a sacrificar.
En cuanto al combate, algo bastante recurrente, los chicos y el perro de Acid Wizard Studio han demostrado un gran mimo por crear las suficientes armas para que no se hiciese repetitivas las escenas de lucha. Ocho armas de fuego, ocho de cuerpo a cuerpo y cinco objetos arrojadizos. Con todo esto podremos defendernos bastante bien siempre y cuando seamos habilidosos, porque el control es más tosco de los que nos gustaría.
Algo que me ha encantado de este juego es su uso del arte y la puesta en escena. Para empezar porque el juego se ve borroso e impreciso. Sí, cuesta diferenciar los objetos más pequeños y todo tiene como una capa de ruido muy característico. Y no es por falta de potencia o de cuidado, sino porque está creado así de forma deliberada. Y es genial.
Todo es decadente y oscuro, con dibujos burdos, los cuales tienen la misión de transmitirnos inseguridad. Nunca sabemos con certeza qué tenemos delante o qué nos rodea, y os aseguro que esto consigue reforzar todo el planteamiento del juego. Historia, ambientación y puesta en escena reman en la misma dirección, consiguiendo ser tremendamente efectista.
Para los que se lo pregunten el juego ha sido desarrollado con Unity (como la gran mayoría de indies), y se mueve con extremada soltura en cualquier máquina. En Nintendo Switch no hemos experimentado ni un bajón, teniendo un rendimiento muy sólido. Y lo mejor, se ve igual en PS4 Pro que en Switch, ya que la imagen es algo borrosa (como si estuviera en baja resolución) de forma consciente, así que aquí no tenemos la discusión de que si la mejor versión es siempre el de la consola más potente.
Sin duda, y después de varias horas de juego, puedo asegurar que el arte de este juego es una de sus grandes señas de identidad. No es molesto en plena batalla del 4K y lo dota de una personalidad muy necesaria en el sector.
Este apartado siempre es el más complicado, ya que resumir el juego en dos párrafos nunca es fácil, pero allá vamos. Si me preguntáis a mí si merece la pena «Darkwood» os diré que sí. Sin dudarlo. Es original, aterrador y adictivo -gracias a su muy bien contada historia- junto con una estética muy original.
Si os gustan los juegos de terror, y en este caso los survival horror, «Darkwood» es vuestro juego sin duda. Pero si en cambio no os gusta pasarlo mal creo que no deberíais haceros con él antes de probarlo, ya que tiene ciertos sustos que pueden haceroslo pasar bastante mal si sois asustadizos.
A mi me ha convencido, dándome más de lo que esperaba en un primer momento, y mis expectativas ya eran altas. Quitando lo tosco del control y los combates, sin duda estamos ante una de las grandes sorpresas de los últimos años que ahora ya está disponible en Nintendo Switch, PS4 y Xbox One.
Para analizar «Darkwood» hemos utilizado: