«Valfaris» es el segundo trabajo de Andrew Gilmour y el primero del estudio Steel Mantis. Después del desastre que fue el lanzamiento de su primer trabajo, “Slain! Back From Hell”, parece que el bueno @MrAlwolf ha aprendido y la salida de su nuevo título, la epopéyica historia de Therion, parece haber ido sobre ruedas. Yo he tenido la suerte de disfrutarlo, así que poneos vuestras chupas de cuero y soltad vuestras suaves y sedosas melenas (los que tengáis la suerte de tener el pelazo que me falta a mi) y preparaos para ir de viaje a «Valfaris».
La creación de Steel Mantis nos pone en la piel de Therion, hijo de Vroll, en un viaje de vuelta a casa, la lejana estación mundo «Valfaris», para tener unas palabras serias con nuestro progenitor (candidato a padre del año y causante principal de la decadencia actual de nuestro antaño próspero y hermoso hogar). Con esa idea en mente entraremos a sangre, fuego y heavy metal arrasando con todo lo que nos crucemos en un scroll lateral 2D sin demasiadas complicaciones a nivel de diseño de niveles.
En cuestión de narrativa no estamos ante un título que arriesgue o innove de ninguna manera. ¿Es esto algo malo? Pues en esta caso no, no con este tipo de títulos. «Valfaris» es un arcade clásico que bien podría haber habitado los salones recreativos de finales de los 90 y aunque es de agradecer que los indies arriesguen con nuevas formas de narrativa, también hay tardes donde lo único que apetece es darle de cabeza a la acción directa y descerebrada de juegos como los de Steel Mantis.
Como pasa con la narrativa, en lo jugable el vástago de Andrew Gilmour y Thomas Jenns tampoco intenta ninguna locura y se queda en el ámbito de los Run & Gun (Metal Slug, Contra y Sunset Riders por nombrar unos pocos) clásicos, y lo hace extremadamente bien.
Tenemos todos los clásicos del género: acción y plataformeo con posibilidad de disparar en ocho direcciones, un arma principal con munición infinita, una secundaria generalmente más potente, pero con munición finita, un arma cuerpo a cuerpo que, además de dar caña de lo lindo, nos servirá para conseguir recargar la munición del arma secundaria y un escudo con el que protegernos de los ataque enemigos, devolverlos o hacer parry. Lo que hace especial a «Valfaris» es el sentido del ritmo.
El título empieza por todo lo alto, estrellando nuestra nave lupina en la superficie del que otrora fue nuestro hogar, dando inicio a una vorágine de destrucción y acción desenfrenada que solo va subiendo en intensidad y espectacularidad a cada minuto de las cuatro o cinco horas (a mí me ha durado algo más de siete, pero es más por un tema de muñones que de duración) que dura el viaje de Therion.
Durante todo ese tiempo no habrá puzles que entorpezcan la orgía de muerte ni chapas que nos dejen respirar más de treinta segundos entre combate y combate. Lo que si habrá es un arsenal más que abigarrado de herramientas con las que sembrar el caos y la destrucción entre las filas de incautos que se pongan en nuestro camino.
Aquí es donde está mi mayor pega con «Valfaris», con las armas viene añadido un sistema de progresión con el que podremos mejorarlas. Para ello tendremos que gastar metales sangrientos, un material que iremos encontrando en nuestro camino y en zonas secretas, el problema viene cuando encuentras un arma nueva y es claramente inferior a tus armas a tope de nivel. Además, el metal sangriento es escaso así que no podrás subirlas todas y el resultado es que las armas que encuentras casi al final del título apenas tienen utilidad si no has ido guardando metales para mejorarlas. De poco sirve un arsenal variado si luego le quitas relevancia con un sistema de niveles que no aporta nada a las mecánicas.
Por suerte el sistema de progreso no afecta a un ritmo ni a un control, que sin ser perfecto (a los parries a mí me ha costado mucho pillarles el ritmo y diría que me parecen un poco aleatorios) si roza la excelencia, he tenido un par de muertes injustas pero puedo decir con orgullo que, de mis 418 muertes, probablemente 400 han sido culpa mía y no por fallos del control o del juego en general. Claramente el trabajo de pulido en este aspecto en «Valfaris» es un paso adelante comparándolo con “Slain! Back from Hell”, que incluso después de rehacerlo casi de cero sigue teniendo algunos problemas de base importantes.
Si es verdad que a nivel mecánico el trabajo de Steel Mantis es sobresaliente, donde más destaca es en su arte, pixel-art recargadísimo con modelos prerrenderizados reminiscentes de los últimos años de las consolas de 16 bits e inicio de la generación de los 32 bits, un arte que con su estilo biomecánico recuerda a la obra de H.R. Giger, pero con mucho más colorido. En general soy más de estilos más limpios (que no por ello menos detallados) como por ejemplo el de «Blasphemous» o «Death Cells», pero he de reconocer que con el paso de las horas creo que le sienta tremendamente bien, en gran parte por su apartado sonoro.
La banda sonora de «Valfaris», compuesta por Curt Victor Bryant (exguitarrista de Celtic Frost), es de lo mejorcito que me he echado a las orejas en muchísimo tiempo. Todos los que gustéis de grupos como Pantera, Mayhem, Diamond Head, Death o los propios Celtic Frost, estáis tardando en darle una oportunidad al juego de Steel Mantis. Los demás, no os quedéis con las ganas de comprobar en vuestras carnes lo bien que le sienta el heavy metal a un juego de acción tan desenfrenada como este.
«Valfaris» es una carta de amor a un tipo de juego anacrónico y atemporal, al arcade más puro y a un estilo de música igual de anacrónica y atemporal como es el heavy metal. De haber salido en 1993, el juego de Steel Mantis hubiera sido portada en todas las revistas de la época, por desgracia estamos en 2019 y parece que no queda sitio en los medios para hablar de juegos que no sean servicios o triples A de presupuestos multimillonarios.
No dejéis pasar uno de los mejores lanzamientos de este año y dadle una oportunidad a vuestro metalero interior para que se suelte la melena y se ponga a los mandos de un juego de acción directa y rápida donde se pasa más tiempo jugando que mirando estadísticas, niveles o aguantando chapas en general de ningún tipo.
Podéis encontrar “Valfaris” en PC (Steam, GoG), Xbox ONE (a partir del 15 de Nov), PS4 (a partir del 5 de Nov) y Switch
Versión analizada: Steam
Para liarme a tiros buscando a mi progenitor en «Valfaris» he utilizado: