El mundo de la prensa del videojuego está copado por personas de entre veinte y cuarenta años que tenemos la tendencia a pensar que somos, de manera equivocada, el público objetivo de cada nuevo título que llega a nuestras manos. Creo que, en parte, por esa razón la obra de Sectordub ha recibido más palos de los que debería. En general las notas no han sido malas, pero en el aire han quedado unas cuantas voces tildando a “Pikuniku” de demasiado corto y simplón en sus mecánicas.
Objetivamente es cierto que el juego se completa en apenas tres horas en las que la dificultad es prácticamente nula, pero como yo lo he disfrutado como un niño, voy a intentar en este texto daros mi visión de la primera obra del estudio franco-británico.
Así empezamos las aventuras de nuestro protagonista, viendo un anuncio donde Mr. Sunshine (villano adorable y carismático) nos ofrecerá dinero GRATIS a cambio de nuestra basura. Después de ese corto interludio tomaremos el control de la temible bestia de la leyenda largo tiempo dormida en su cueva, la adorable pelotita roja con patas llamada Piku.
“Pikuniku” nos presenta una trama llena matices, donde nada es lo que parece, repleta de intereses ocultos y agendas en la sombra, en la cual el refrán “cría fama y échate a dormir” adquiere el sentido más literal posible (aunque nunca sabremos que hizo el pobre Piku para crearse tan mala fama en un principio).
Se que os estáis preguntando porque no desvelo más de la historia. Pues porque “Pikuniku” es una comedia sencilla, simple, directa y refrescante que está muy ligada a la sorpresa la mayor parte del tiempo y no voy a ser yo el que os chafe las bromas y situaciones planteadas a lo largo de la obra.
A nivel de mecánicas el equipo de Sectordub ha decidido optar por un plataformeo 2D sencillo que sirve de hilo conductor a una serie de minijuegos basados principalmente en el uso de las físicas. Es este uno de los puntos que más he disfrutado en una época en la que juegos como “Anthem” o “Assassin’s Creed Odissey” parecen obsesionados con la duración. A diferencia de las obras más vendidas del sector, “Pikuniku” opta por ofrecer un pequeño menú degustación de experiencias muy bien pensadas y ejecutadas para no ser en ningún momento un reto imposible para ningún jugador, ya sea veterano o nuevo en esto.
Y por eso al principio del texto dejaba clara la situación del sector de la prensa videojueguil. A menudo se nos olvida (a mí el primero) que no somos el público objetivo de los últimos lanzamientos. Olvidamos que existe una cantidad monumental de personas a las que, por falta de costumbre o porque acaban de llegar a esto de los videojuegos, se les hace complicado manejar dos sticks a la vez o gestionar todas las posibilidades que brinda el combo teclado+ratón.
Y es ahí donde hay que reivindicar juegos como “Pikuniku”, juegos “para todos los públicos”, que no agobian, ni exigen dedicación exclusiva durante horas. Pequeñas píldoras perfectas para iniciar a aquellos que tienen curiosidad por el entretenimiento digital y para disfrutar con los más pequeños de la casa, ya sea pasándose el mando o tomando el control de Niku, el compañero de minijuegos en el modo multijugador.
Si con la historia y las mecánicas decía que la obra Sectordub estaba enfocada para ser sencilla y entendible, con el aspecto artístico la cosa ni iba a ser menos. El mundo de Piku y Mr. Sunshine es colorido y agradable, pero ante todo es sencillo y legible, nada de menús complicados o interfaces abarrotadas de información.
Y le sienta de maravilla, al igual que la música que nos acompaña durante toda nuestra aventura, música que tiene un aire veraniego y de música de ascensor al más puro estilo chill-out, que al menos a mí no ha llegado a cansarme en ningún momento.
Entiendo que en una época en la que los triple A de cincuenta horas y los juegos como servicio tienen meses y años de contenido, una propuesta pequeña y contenida como “Pikuniku” pueda parecer extraña y poco apetecible. No va a ser uno de mis juegos de año, pero ha llegado en un momento de mi vida en el que estoy saturado de betas, demos y lanzamientos de juegos cuya única intención es tener mi atención exclusiva todo lo que queda de año (y estamos aún en febrero).
Sin embargo, el trabajo de Sectordub ha llegado a mi vida sin más pretensiones que entretenerme unas pocas horas sin exigir nada a cambio, y se agradece. Por mi parte no solo lo he disfrutado, si no que se lo recomiendo a todas esas personas que gusten, de tanto en tanto, de desconectar de hilos argumentales rimbombantes y de cientos de variables jugables en forma de tablas de estadísticas.
También se lo recomiendo a aquellas personas que quieran meterse en el mundo de los videojuegos y no tengan muy claro por dónde y a todas aquellas que quieran disfrutar de su hobby con los más pequeños de la casa. En “Pikuniku” encontraréis un juego preocupado en que disfrutéis que nunca os meterá prisa u os agobiará.
Podéis encontrar Pikuniku en PC (Steam, GoG, itch.io) y Switch
Para despertar y aterrorizar al mundo exterior hemos usado: