El mando de PlayStation es un icono. Su cruceta a la izquierda, sus dos joysticks en el centro, y esos cuatro botones (triángulo, círculo, equis y cuadrado) han sido las herramientas de millones de jugadores en todo el mundo. Pues bien, tuvo que llegar Nacon y revolucionar un diseño que llevaba inamovible más de 15 años.
Para ser justos con la historia, esta revolución no se le puede atribuir a Nacon, sino a Microsoft, quien cambió para siempre nuestra concepción del mando y de donde tenían que colocarse los botones. Pero el mérito de Nacon ha sido el llevar este diseño (para mucha gente, nosotros entre ellos, mucho más ergonómica) a un terreno sagrado en cuanto a mandos: PlayStation.
Pero, ¿no es un mando más? Pues sí y no. Lo primero es que es un mando con diseño similar al «Xbox Controller». Lo segundo es que Sony no regala sus licencias a cualquiera. Y lo tercero es que vale 109 euros de precio recomendado (unos 50 euros más que el Dualshock 4).
¿Y que significan estas tres cosas? Que es un mando más, pero que es un mando bueno que puede marcar diferencias.
Ahora que lo hemos presentado toca analizarlo y decir que características tiene, que no son pocas. Lo primero que hay que destacar es que no es inalámbrico. El Nacon Revolution Pro Controller se conecta a la consola a través de un puerto USB (cosa que lo convierte también en compatible para jugar en PC) y un grueso cable de 3 metros que promete reducir la latencia frente al mando tradicional.
¿Y a qué se debe esto? A que en el mundo de la alta competición el retraso de la señal entre que el jugador pulsa un botón hasta que esa señal llega y se procesa es algo de lo más mimado y que todos los profesionales intentan evitar para ganar en tiempo de reacción.
La disposición del mando, como ya hemos comentado, imita la ergonomía de los mandos de Xbox. Esto hace que los jugadores de la consola de Microsoft se sientan más cómodos al jugar en PlayStation 4. Después de muchas horas de pruebas, podemos decir que el pasar de jugar en Xbox One a PS4 se hace mucho más natural y cómodo con el Nacon Revolution Pro comparado con el Dualshock 4.
Otra de las características que hacen único a este mando es que los dos joystick analógicos tienen un rango de movimiento de 46 grados, superior al mando de Sony, lo que consigue trazados más precisos y más rango de movimiento, perfectos para juegos de disparos o de mucho giro de cámara.
Tampoco hay que olvidar que la cruceta del Nacon Revolution Pro es un paso más allá de lo que Sony nos tiene acostumbrado y que hará las delicias de aquellos jugadores que suelan jugar a juegos de lucha, en los que la cruceta es algo vital a la hora de realizar movimientos y combos.
Lo que hace especial a esta cruceta es su tamaño, sensiblemente más grande que la de Sony y, sobre todo, que posee ocho direcciones independientes, por lo que ya no es necesario pulsar dos botones de la cruceta a la vez para alcanzar las ocho posiciones como se había hecho siempre.
Al igual que el mando de Sony, el Nacon Revolution Pro posee los botones de «Opciones» y «Compartir», con el mismo funcionamiento que en el Dualshock 4, y también lleva entrada minijack par auriculares y el panel táctil característico (y que según nuestra experiencia funciona de forma más precisa que el panel del mando de Sony).
Pero lo que hace de verdad especial al Nacon Revolution Pro es la personalización que se le puede hacer. Desde cambiar la sensibilidad de los joystick, a guardar cuatro perfiles diferentes para según que juego y el poder trastear de muchas más formas gracias al software para PC que Nacon tiene en su página web para los usuarios. Lo único que tienen que hacer los jugadores es bajarse el programa al PC, conectar su mando a través del USB al ordenador y configurar al gusto.
El mando posee en su parte trasera dos posiciones. El «Modo 1», que es sencillamente el modo básico, donde imita al mando de Sony. Y el «Modo 2», que es el avanzado, donde los jugadores ya pueden cambiar los perfiles guardados dependiendo de los juegos a los que vayan a jugar (nosotros teníamos perfiles guardados para «Destiny», «Bloodborne», «Skyrim» y «Battlefield 4» que encontramos ya hechos en la aplicación de Nacon).
Por último, el periférico posee cuatro botones de acceso rápido también personalizables en su parte trasera, muy útiles en juegos de conducción y lucha, gracias a su comodidad y posición, pero que en la mayoría de juegos apenas les sacaréis partido (sobre todo porque se suele olvidar que están ahí).
Como resultado final, nuestra experiencia después de más de un mes de uso, es que el Nacon Revolution Pro merece la pena para aquellos jugadores que se quieran zambullir en el mundo eSports o jugadores que, simplemente, quieran dar un salto de calidad en su tiempo de ocio dedicado a la consola.
El mando es robusto, cómodo de coger, personalizable tanto en botones como en pesos (puedes cambiarle el peso gracias a unas pesas que vienen en la caja y que se meten dentro del mando), y lleno de posibilidades para aquellos a los que les gusta trastear.
Lo que te ofrece el Nacon Revolution Controller no te lo ofrece ni el Razer Raiju (el otro mando licenciado por Sony que ya analizaremos) ni el Dualshock 4, por lo que es una apuesta segura para aquellos que buscan algo bueno y diferente en el mundo PlayStation.