El sector de los juegos de lucha sigue creciendo y la atención de los medios junto a la subida de número de jugadores en todos los juegos competitivos por todo el mundo está consiguiendo que las compañías inviertan en tener su propia versión de este tipo de periférico nacido para emular las experiencias de las máquinas arcade de recreativas más tradicionales. Y el Nacon Daija no es más que la respuesta a esta nueva vertiente competitiva.
Para quienes no los conozcan, Nacon nació en 2014 dedicada al mundo de los periféricos (mandos fundamentalmente hasta ahora) para PC y videoconsolas, y desde entonces no han dejado de aumentar su catálogo y de querer conquistar a cada vez más jugadores, siendo su última apuesta el sticks arcade Daija, su primer periférico para juegos de lucha.
La marca contó con la jugadora profesional francesa, Marie-Laure ‘Kayane’ Norindr (que ha jugado como profesional desde 2001 a juegos de lucha como «Dead or Alive», «Soul Calibur» y «Street Fighter») como colaboradora para el diseño y promoción de este Daija.
Como siempre, aquí os dejamos las especificaciones técnicas del Stick Arcade Nacon Daija:
Uno de los asuntos que primero miran los usuarios expertos de periféricos de este tipo es el input lag. En este caso Daija Stick Arcade presenta un input lag de 2 frames (aproximadamente 32 milisegundos), que es realmente poco para otro tipo de juegos, pero para la mayor parte de los juegos de lucha donde se premian la anticipación, los reflejos y las ejecuciones rápidas sin error, puede ser un mundo en el entorno competitivo, ya que si nos encontramos con momentos decisivos de los combates, estos pueden quedar decididos incluso por 1 frame o menos.
Los usuarios medios no deben de percibir casi nunca problemas con esta cantidad de input lag, pero los más expertos que pueden pasarse horas en el modo práctica realizando el mismo movimiento infinitas veces pueden sentir ese pequeño retraso en la salida de las animaciones. Por fortuna en los foros especializados podemos encontrar tutoriales sobre cómo cambiar la placa de circuito impreso por otra que garantice menor input lag.
El diseño resulta sobrio y elegante, invitándonos a «moddearlo» a nuestro gusto con cualquier panel estético levantando el panel de plexiglass fijado con 6 tornillos allen. Navegando por la red buscando si había algunos diseños ya hechos descubrimos que la comunidad ya ha dado rienda suelta a su creatividad habiendo modelos muy chulos como la edición limitada de «Soul Calibur VI» que se vende con el juego únicamente en Francia para PS4.
Pese a ello, y habiendo otras propuestas mucho más atractivas como puede ser el Razer Panthera, para los usuarios a los que no les guste llamar la atención el diseño que ha elegido Nacon nos parece el correcto, y para nada feo, tan sólo sobrio.
Después de más de 100 horas de uso, Daija nos deja un sabor de boca tremendamente positivo. Durante las horas de prueba en juegos como Tekken 7, Marvel vs Capcom 3, Street Fighter V y el recién salido del horno Mortal Kombat 11 nos ha brindado una experiencia difícil de igualar.
La calidad de los materiales salta a la vista desde el primer contacto hasta cuando se han acumulado muchas horas consecutivas de uso. El feedback de joystick, botones y las superficies es difícilmente mejorable sin perder un ápice de las sensaciones iniciales.
El muelle del stick es tremendamente agradable y tanto la ejecución como el retorno a neutral (es decir, lo que tarda y lo preciso que es su retorno al centro sin tocarlo) es suave gracias a los 0.4 kg (standard en otros dispositivos) del mismo y consigue el sonido que los anglosajones llaman ‘clicky’ al moverlo, y engancha (en muchas ocasiones, en las pantallas de carga además de machacar los botones solemos mover el stick solo para escuchar de nuevo ese adictivo ruido o practicar los combos que nos sabemos).
Los detalles del cable USB, su seguridad de uso, ya que parece imposible dañar el cable y los extremos del mismo, junto a la sensación de empaque y estabilidad sobre nuestros muslos (gracias a su superficie de goma rugosa inferior), es hasta la fecha la más satisfactoria que hemos podido disfrutar de la redacción.
Finalmente a destacar, la incorporación de un destornillador para animarnos a ‘moddearlo’ a nuestro gusto, es todo un detalle que no suele incluirse.
Algunos compañeros de la redacción con más experiencia han advertido el dispar tamaño de los botones laterales en la derecha como algo problemático para un uso ágil, debido a los distintos tamaños y la altura a la que están situados, aunque con las horas de uso la mayoría de nosotros se adaptó a echarle mano y familiarizarnos con su disposición.
Su transporte puede ser tedioso por su peso como ocurre con otros sticks de similar carga, haciéndolo algo más difícil de transportar si no se disponen de mochilas que se adapten a esta tarea, ya sean específicas o no para el transporte de sticks arcade.
La superficie de metacrilato con el dibujo de rombos es agradable, pero echamos de menos tras varias horas de uso cierta incomodidad al ser plana (otros dispositivos incorporan cierta inclinación), aunque igualmente es otra de las propiedades de este producto a las que uno se adapta con la frecuencia de uso sin ningún problema.
Algunos de nuestros compañeros encontraron los 180 euros que cuesta el Nacon Daija algo expeditivo, pero teniendo en cuenta que es un dispositivo de gama media-alta, no lo es especialmente dentro de este rango de precios.
Nacon se ha iniciado en el sector de los stick arcade con un modelo de gran calidad y parece que la comunidad (quitando los problemas de input lag que han recibido bastante atención), lo ha recibido con los brazos abiertos. Nosotros lo recomendamos sin dudar, ya sea para un uso amateur como para una utilización más enfocada a la competición.