La taza de GAME es uno de los objetos más preciados de internet, y para darse cuenta tan sólo hace falta pasarse por el Twitter de la compañía para ver como hordas interminables de compradores y fans de la marca morada piden diariamente este objeto de deseo. Y no es para menos.
Nosotros, como expertos en análisis de videojuegos y tecnología, con especial incidencia en el ámbito de los periféricos gaming, queríamos pasar a examen a la taza de GAME para comprobar si su fama está justificada o tan sólo es otra de las estrategias de marketing que se ven a diario en las redes. Así que, ¡allá vamos!
Empezamos, como siempre, con sus características técnicas:
Ahora, que ya tenemos los datos puramente técnicos de la taza, vamos a hablar de nuestra experiencia con ella después de más de un mes de uso, tiempo en el cual hemos trabajado, jugado, tomado vasos de leche y mucho, mucho café.
La taza de GAME a simple vista se ve clásica. Tan sólo es una taza blanca, sí, pero tiene las letras de GAME dibujadas en su característico color morado Pantone 253 C que tan famoso han hecho gracias a asociar este color a la alegría de comprar videojuegos y quedarte sin paga cada final de mes.
Este periférico queda bien en cualquier mesa, ya sea la de tu trabajo como la de tu habitación junto al resto de tus artilugios. No desentona y se mimetiza bien, además tiene un asa bien grande por lo que es fácil de coger y trasportar sin quemarte.
Lo más normal que pasa cuando otras personas ven la taza es que sientan el impulso irremediable de querer hacerse con una, sin importar si esa una es tu propia taza y están cometiendo una falta por hurto.
Aunque parezca mentira, la taza de GAME está pensada para que vertamos líquidos en ella para poder transportarlos. Nosotros el mayor uso que le hemos dado ha sido en esta línea, siendo la portadora de nuestros infinitos cafés diaros y de nuestros vasos de leche a los que les solíamos añadir galletas o cereales.
La capacidad neta de líquido soportado en su interior es de una lata de Coca Cola, siendo esto 33 centilitros, o lo que es lo mismo, un tercio de litro. Esto es genial porque te permite morir por tarquicardia con sólo llenar una vez de café hasta arriba la taza.
Decimos que es fantástica para usar con líquidos porque en nuestra experiencia de llenar la taza con ensalada de pasta o solomillos al horno, ésta muestra sus costuras, viéndose cuales son sus límites.
Vamos ahora con lo más interesante, las pruebas que le hemos hecho para saber que tal conserva la temperatura en distintas condiciones y qué resistencia tiene, temas vitales a la hora de ver su funcionamiento en la vida real.
En entornos controlados a 21º de temperatura ambiente, descubrimos que al verter líquidos a 75º en la taza, éstos necesitaban más de 20 minutos para bajar a 35º, por lo que la taza de GAME es óptima para utilizar con bebidas calientes como el té mañanero. En cuanto a echar bebidas frías, la taza también hacía una buena labor y conseguía que se calentaran más lento que las tazas de la competencia que hoy no nombraremos.
Además, el esmaltado de su asa consigue que podamos sacar la taza del microondas sin miedo a quemarnos, ya que esta capa protectora repele las ondas y no se calienta, evitándonos tirar la leche hirviendo por todo el electrodoméstico al quemarnos al sacarla, como nos pasa a veces con otras marcas de taza.
En cuanto a tirarla contra el suelo, no la tiréis, se rompe.
Si lo que buscas es una taza clásica, atractiva, útil, práctica, y con forma de taza, la taza de GAME es la elegida para renovar tu fondo de armario (o el lugar en el que guardéis las tazas en tu casa, a mi no me preguntes que no vivo en tu casa).
Es ligera, tiene buen capacidad y si se la tiras a alguien con mucha fuerza lo mismo lo dejas «moñeco». Si estas pensando en hacerte con una, ya sabes, dale mucho el follón a GAME por sus redes sociales, suele funcionar.