Razer, el constructor norteamericano de periféricos, es un referente dentro del sector de los periféricos gaming desde hace más de una década. Sus teclados «BlackWidow», sus ratones «Mamba» y sus auriculares «Kraken» son ya nombres propios en el mundo de los eSports y de la alta competición. Pero su catálogo no acaba aquí, ya que su oferta va más allá de lo que solemos ver en las competiciones en las que los jugadores sólo se equipan con los periféricos de más alta gama. Hay vida más allá.
Para empezar, pongamos las características técnicas del Razer Ornata Chroma para aquellos que busquen datos que interpretar:
Y ahora digamos en qué consiste cada una, o en qué se traduce de cara al usuario en base a nuestra experiencia de todo un mes de uso intensivo, donde hemos jugado, trabajado, y procrastinado.
Lo primero, y lo más característico de este teclado, es la tecnología de pulsado que tiene el Razer Ornata Chroma, ya que usa una novedosa mezcla de membrana y mecánico. Lo normal en este sector es que los teclados sean o de membrana o mecánicos, por eso esta unión de ambos mundos es algo bastante raro de encontrar.
La construcción de esta tecnología es sencilla y efectiva, consiste en que el pulsador que envía la señal de la pulsación está conformado por una membrana, pero el mecanismo imita a la tecnología mecánica en cuanto a tacto y a sonido (cosa que han conseguido al poner unos «clics» en cada tecla que al pulsar imitan el sonido mecánico). Y, ¿qué consiguen con esto? Pues una pulsación suave y cómoda al estilo de los teclados de membrana, y un sonido parecido a los mecánicos.
A nosotros personalmente nos ha gustado mucho, ya que se consigue un tacto preciso y suave en cada pulsación y un sonido muy agradable (aunque mucho menos escandaloso que los mecánicos puros, que pueden resultar molestos).
En cuanto a la teclas de media altura éstas tienen un fin: la velocidad de pulsación. En comparación con nuestro Corsair K40 habitual, es cierto que la teclas se pulsan más rápido y, sobre todo, vuelven a su posición antes, cosa que nos da más pulsaciones por minuto y que en juegos de mucho pulsar puede ser clave entre la victoria o la derrota.
Otra de las características especiales de este teclado es la retroiluminación, RGB por supuesto, y que nos da millones de colores. A quienes les guste toquetear este tipo de opciones con el software Razer Synapse podrá entretenerse durante un buen rato, ya que el nivel de personalización es altísimo y se pueden hacer todo tipo de diseños. Aun así, después de personalizarlo durante un rato nosotros lo volvimos a dejar de la forma en la que viene de casa, todo color verde Razer.
Tampoco podemos dejar de hablar del reposamuñecas, una característica que para aquellos que pasamos mucho tiempo frente al ordenador agradecemos mucho. En este caso, el reposamuñecas que trae el Razer Ornata Chroma es realmente cómodo. Con una altura adecuada (cuidado con los que son muy altos, que acaban consiguiendo el efecto contrario y molestan) y un plástico que imita a la piel, usar el teclado se convierte en una experiencia más cómoda de lo habitual. Aún así, para aquellos a los que estas cosas no les gustan, quitarlo es tan simple como separarlo del teclado y guardarlo en la caja, ya que sólo van unidos por un potente imán.
En cuanto al software Razer Synapse, decir que no sólo se utiliza para personalizar colores, si no que permite también personalizar la teclas. Pese a que hace un buen trabajo, sobre todo en lo referente a asignar a la tecla que queramos macros dedicados para nuestros juegos, aquellos que estén acostumbrados a los softwares de Logitech y compañía verán que este programa ofrece prácticamente lo mismo. Es decir, aquellos que jueguen a MMOS y MOBAS podrán encontrarle una utilidad, y el resto de usuarios seguramente seguramente no lo usen.
Aún así, la inclusión de este tipo de software siempre es bienvenido ya que da a los usuarios más herramientas para personalizar los productos a su medida.
En definitiva, el Razer Ornata Chroma es un teclado que da lo que promete: sencillez (no tiene teclas de Macros dedicadas ni extraños botones típicos de los teclados gamers), buen tacto, un sonido agradable, una alta personalización de colores y una gran comodidad a la hora de usarlo.
El único punto en su contra diríamos que es el precio, ya que sobrepasa los 100 euros, llegando a costar lo mismo que teclados 100 % mecánicos que tienen un coste de fabricación mayor y de mejor calidad que los membrana.