En nuestro día a día, como apasionado de los videojuegos, estoy acostumbrado a comentar y discutir sobre periféricos, ya sea en el bar o encendiendo las antorchas en los foros más profundos de la red. Me encantan y disfruto sobremanera las eternas discusiones sobre que mando es mejor, que monitor da mejor tiempo de refresco o sobre que ratón hará que seas más letal que la Gripe Española. Sin embargo, pocas son las veces las que puedo hablar sobre uno de los periféricos gaming que más desapercibido pasa, pero que cumple un papel esencial en la vida de todo amante del arte digital, la bolsa de GAME.
Pero como toda web seria, lo primero es lo primero, empecemos como es habitual con las características técnicas del producto:
Con toda esta retahíla de datos puros, pensados para los usuarios más técnicos, vamos ya de cabeza a lo interesante, como mejora nuestras vidas la bolsa de GAME.
Seguridad y comodidad son las señas de identidad de la bolsa de GAME, con un diseño sobrio, blanco con el logo de la empresa en el morado tradicional de la marca, y dos asas cómodas incluso para jugadores de manos grandes. Comodidad para el usuario y seguridad para nuestras preciadas compras videojuerguiles: juegos, mandos, consolas, muñecos y productos relacionados con los videojuegos de todo tipo.
Si bien, y como punto flaco, la bolsa no protege de golpes fuertes, como granizo, accidentes de tráfico y el metro en hora punta. Sí que hace una labor más que encomiable a la hora de proteger nuestras amadas pertenencias del polvo, el agua y de arañazos poco profundos. En ese aspecto, poco más podemos pedirle a la sufrida y elegante bolsa de GAME. No solo realiza su labor de protección de una manera excelente, además, gracias a las elegantes líneas del logo y a la sublime elección cromática, combina a la perfección con las últimas tendencias en moda tanto primavera-verano como otoño-invierno.
Es cierto que el amante de los videojuegos es el público objetivo de los productos GAME, pero como ya pasaba en el caso de la taza de GAME, la bolsa está llena de posibilidades. Desde transportar el pan de esa panadería hipster donde no dan bolsas, a proteger el cardado de la lluvia veraniega, el abanico de posibilidades es casi infinito.
La bolsa de GAME tiene una construcción ejemplar y totalmente estanca, lo que la hace válida para transportar líquidos (tanto fríos, como calientes), perdiendo en ergonomía, pero destrozando en benchmarks a la archiconocida taza de la misma casa. Además, una vez vacía cabe sin ningún problema en el bolsillo del pantalón, lista para el siguiente uso (otra prueba que la taza no consigue pasar en la mayoría de los casos).
Pero, por desgracia, no todo podía ser bueno. Y aunque me encante la estética actual de la bolsa de GAME, entiendo las posibles quejas por la total falta de luces RGB. No es este asunto baladí, puede que el RGB le diera un toque más agresivo propio de la cultura gamer, pero además dotaría de nuevas funcionalidades a la bolsa, tales como el uso como linterna o luz de emergencia para hacer señales, por poner un par de ejemplos.
La bolsa de GAME es, sin duda, uno de los periféricos más subestimados y necesarios del día a día de todo amante de los videojuegos. Puede quizá que la falta de RBG le haga perder puntos entre los usuarios más jóvenes, pero sin duda alguna hará las delicias de los que, como yo, compaginan la vida gamer, con una vida profesional más sobria.
Bolsa cedida amablemente por la gente de GAME en la Madrid Games Week 2018.
Si tuviera que ponerle nota (cosa que en Tribeca Review no hacemos a los periféricos), esta sería un 9.