Análisis del Honor 10, el buque insignia todo pantalla de la marca china
- 4 septiembre, 2018
- Chema Carvajal Sarabia
Pantalla de 5,84″, 4 Gb de RAM y 128 Gb internas, procesador Kirin 970, doble cámara gestionada por IA y una batería de 3.400 MAh. Estas son las armas con las que el Honor 10 quiere convencer a la gama media más premium
Sí, estamos ante otro análisis de un terminal cedido por Honor, ya que parece que nuestro idilio con la marca china no tiene fin. Pero eso sí, esta vez no estamos ante un smartphone de gama media o, de entrada, que si bien hacen su trabajo tampoco ofrecen la mejor experiencia de usuario posible, sino que hoy estamos ante el Honor 10, su buque insignia que intenta mirar de tú a tú a algunos gama alta gracias a su diseño y sus componentes, por la mitad de precio.
Con un cuerpo de cristal, un frontal todo pantalla, doble cámara trasera y con el ya clásico notch delantero el Honor 10 nos ha acompañado (bueno, me ha acompañado, ya que no lo hemos utilizado todos los redactores de Tribeca Review) durante todo un mes, tiempo en el cual he viajado, trabajado y echado muchas fotos. Pero, antes de ponerme a analizar el terminal, vamos con el principio, sus características técnicas:
- Procesador: Kirin 970, Octa-Core (4×2.4 GHz Cortex-A73 & 4×1.8 GHz Cortex-A53), GPU Mali G72 MP12
- Pantalla: 5.84″ Full HD 2.280 x 1.080 LCD IPS, 432 ppp, relación 19:9 (79,9 % pantalla)
- Memorias: 4 Gb de RAM y 128 Gb de memoria interna
- Sistema operativo: Android 8.1 + EMUI 8.1
- Cámara trasera: Principal: 16 megapíxeles f/1.8 RGB Secundaria: 24 megapíxeles f/1.8 b/n
- Cámara delantera: 24 megapíxeles, f/2.0
- Redes: 2G, 3G y 4G
- Conectividad: WiFi 802.11 b/g/n, 2.4GHz, Wi-Fi Hotspot, Bluetooth 4.1, USB 2.0
- Batería: 3.400 mAh
- Peso y dimensiones: 153 gramos, 149.6 x 71.2 x 7.7 mm
- Tarjetas: Dual nano-SIM
Y, ahora que ya sabéis que es lo que lleva en su interior el Honor 10, vamos con lo verdaderamente importante: su uso y rendimiento estas semanas.
El terminal de Honor más potente
Lo que más me llamó la atención cuando recibí el terminal fue que, por fin, dejaban de lado los Kirin 659, para pasar a la gama alta de estos procesadores, ya que el elegido para el Honor 10 es el Kirin 970, el mismo que monta el tope de gama de Huawei, el P20 Pro, así que ya podemos afirmar, de primeras, que potencia no le falta.
Este micro es un ocho núcleos (4 a 2.4 GHz Cortex-A73 y 4 a 1.8 GHz Cortex-A53), y se pone a la altura de lo que nos prometen en Qualcomm con el Snapdragon 835 (aunque luego vemos que en el uso diario hay una leve diferencia). Este micro es el buque insignia de la compañía, fabricado en 10 nm tiene un controlador de inteligencia artificial con el que resuelve varios procesos, como el tema de la cámara para tomar las fotos.
A esto se le une una GPU Mali G72 MP12 de 12 núcleos que también promete un rendimiento muy alto en juegos y demás tareas multimedia. Como demostró en todos los juegos que probamos, consiguiendo un rendimiento muy elevado, y más desde la salida del GPU Turbo, la nueva tecnología de Huawei para mejorar la tasa de refresco en los juegos, aunque la mejora ha sido muy inferior a lo prometido (entre un 5 y 7 % de media en los juegos).
Pero, como lo que de verdad importa a mucha son los números que salen en los benchmarks, vamos a poner varios ejemplos de los resultados que nos han dado en distintas pruebas:
- AnTuTu v7: 199.495
- Geekbench 4 (monohilo / multihilo): 1.898 /6.581
- PCMark Work 2.0: 6.826
El tema es que, si bien en su uso diario el móvil está a la altura de toda tarea, no llega a moverse con la misma fluidez que un terminal con Qualcomm. No sé si se debe a la optimización de aplicaciones para la marca de procesadores americana, o a qué las apps funcionan mejor con Snapdragon, el Honor 10 no llega a sentirse tan fluido como debería, si bien su rendimiento es fantástico y pocas veces he notado lagueos o bajadas de rendimiento. Aunque más que con mi móvil personal, el cual lleva un 835 Snapdragon, el procesador rival.
Memoria RAM, almacenamiento interno y pantalla infinita
Llegamos a un punto clave. junto al procesador, necesitamos que el resto de los elementos estén a la altura para que el baile no se interrumpa al poco de comenzar, y para ello tenemos que tener en sintonía la memoria RAM y el almacenamiento interno, dos cuestiones que su acompañan consiguen que el terminal envejezca bien y dure bastantes años.
El Honor 10 que nos cedieron es el modelo de 4 Gb de RAM y 128 Gb de memoria interna, una combinación que, sin duda, es perfecta si tenéis intención de aguantar tres años con el móvil sin necesidad de sacrificar apps ni vídeos troll que tengáis en la carpeta de WhatsApp. Y esto lo digo porque con el smartphone recién arrancado tenemos libres unas 2,3 Gb de RAM y más de 102 Gb de memoria con el terminal más o menos ajustado a nuestras preferencias.
En mi uso diario del móvil las aplicaciones que más uso son Youtube, Gmail, WhatsApp, Chrome, Twitter, la cuenta del banco y dos o tres más, por lo que solía tener, más o menos, unas 10 apps abiertas siempre todo el rato, e iba saltando de una a otra durante el día. Con este uso, tenía libres más de giga y medio para poder jugar si me apetecía a algo o poner Netflix y ver una serie en Full HD.
Y, ¿qué quiero decir con esto? Que 4 gigas de memoria RAM ahora mismo es una capacidad perfecta, tanto para hoy como para futuras actualizaciones de Android, y no creo que de aquí a dos años os vayáis a quedar cortos, aunque ya sabemos cómo va lo de la obsolescencia programada, así que la mano en el fuego no la pongo (sólo la pondría por aquellos móviles con 6 Gb de RAM).
Además, esta memoria RAM es LPDDR4X, por lo que estamos ante los módulos más rápidos y de bajo consumo que ahora mismo pueden montarse, así que problemas en las latencias o en la lectura no vamos a encontrar en ningún momento, o no me he percatado hasta el momento.
Si yo os tengo que recomendar una configuración sería, sin dudarlo, la de 4 Gb de RAM con los 128 Gb de memoria interna, porque si bien de memoria random vamos bien para bastante tiempo, la experiencia nos ha enseñado que la capacidad de almacenamiento nunca sobra, así que con 128 Gb os cubrís en salud, pudiendo así descargar capítulos de Netflix, bajaros varios discos de Spotify por si perdéis conexión en el metro y tener mil aplicaciones en el móvil se preocuparos de los gigas libres que os quedan.
Ahora toca hablar de la pantalla, el elemento que más llama la atención de todo el Honor 10, ya que estamos ante un todo pantalla de 5,86 pulgadas con una resolución de 2.280 x 1.080 p, de tecnología LCD IPS, que nos da una densidad de 432 ppp (píxeles por pulgada), una relación de aspecto de 19:9, y con un ratio de frontal / pantalla del 79,9 %.
Pero ¿qué significa todo esto? Pues que el Honor 10 tiene una de las mejores pantallas del mercado, y posiblemente sea una de las tres mejores dentro de la gama media premium que es. Eso sí, el notch superior es un elemento que, por desgracia, no deja indiferente a nadie, y si bien me agradaba al principio. acabé muy cansado de él y terminé por eliminarlo por software a través de las herramientas de Android.
La pantalla es tan grande que ver contenido multimedia es de verdad una gozada, además de que podemos ampliar los vídeos (tanto en Netflix como en Youtube) para forzar rellenar la pantalla pese al ratio 19:9, sacrificando apenas unos milímetros de espacio por arriba y por abajo (no hagáis lo de forzar la pantalla completa en vídeos con poca resolución porque se acentúa la mala imagen, en cambio si es en alta resolución apenas se nota).
Por último, decir que el tratamiento del color en el terminal de Honor es algo agresivo, mostrando colores muy vivos y, en ocasiones, algo saturados. Esto no es mayor problema, sólo que si venís de paneles fríos (como es mi caso con el Xiaomi Mi6) al principio puede molestar, hasta que te acostumbres. Aun así, estamos ante un panel muy bueno y una pantalla que aprueba con sobresaliente.
Una batería a la altura y una cámara casi perfecta
Sí, parece que estoy bastante con el Honor 10 debido a los nombres de las secciones del análisis, pero es que de verdad este terminal está a la altura de las circunstancias y del precio que tiene. Y es un hecho que destaca aún más si lo comparamos con los anteriores Honor que hemos analizado, y ahí entra de lleno el tema de la batería, una asignatura que hasta era estaba pendiente de aprobar por parte de la compañía china.
En el Honor 10 tenemos una batería de 3.400 MAh que, gracias a la carga rápida, y tirando de su cargador oficial, conseguía llenar en tan sólo una hora y 32 minutos (1 h 32 minutos para pasar del 5% al 100% de batería). Esto son números ya comunes entre casi todos los móviles con carga rápida pero que siguen siendo buenos, sobre todo porque si tan sólo disponemos de 30 minutos para cargar el terminal por cuestiones de urgencia, el teléfono llega casi al 50%, cubriéndonos así cualquier escapada de casa o de la oficina por, al menos, unas horas.
En términos de autonomía, la batería se ha mostrado sólida, si no excelente, pero ha cumplido con el mínimo que yo le pido a un móvil de estas características. Y esto se traduce en que, con mi uso mixto de trabajo y ocio, el Honor 10 me ha dado 6 horas de pantalla de encendida, que es la unidad con la que se mide la autonomía de los móviles. Siempre sobrepasando las 6 horas, pero nunca llegando a las 6 y media. Es cierto que con los 3.400 MAh deberíamos esperar más, pero no podemos olvidar que son casi 6 pulgadas de pantalla, y eso consume mucho.
Cómo vemos en la foto, con la última versión de EMUI que lleva el móvil, la 8.1, que corresponde a un Android 8.1, se ha hecho un buen trabajo de optimización del sistema operativo, además hay que añadirle que el Kirin 970 está construido en 10nm y es el micro más eficiente hecho por ellos hasta ahora. Las 6 horas de pantalla son, en definitiva, un buen número y una buena autonomía teniendo en cuenta la potencia del móvil y la pantalla.
Y, sí hablábamos antes de que la pantalla es el elemento visual que más impacta desde fuera, toca hablar del hardware que más me ha impresionado una vez puesto en marcha el teléfono: su doble cámara. Estamos ante una dupla formada por un sensor de 16 megapíxeles f/1.8 RGB y un segundo sensor de 24 megapíxeles f/1.8 b/n. El trabajo de estas dos lentes más la gestión de su aplicación «cámara» me ha sorprendido muchísimo, estando ante uno de los mejores terminales que mejores fotos hace de su segmento.
Además del buen rendimiento que tienen estos dos sensores, hay que hablar que lo que consigue que las fotos sean tan vivas y con tanto contraste es la gestión IA de la cámara, ya que la fotografía es procesada por un gestor de inteligencia artificial para conseguir el resultado final, que a más de uno le parecerá algo artificial si lo que busca es temperaturas de color más realista y/o planas.
Tanto en zonas de luz natural, como de luz artificial o con falta de luminosidad, la cámara se mueve como pez en el agua, consiguiendo siempre buenas fotografías si necesidad de apenas tiempo de exposición ni resultando con molestos bordes borrosos. La verdad es que, en mis vacaciones, en las que visité varios lugares bonitos e históricos, hice casi todas las fotos con el Honor 10 y no me arrepiento de ello, ya que han quedado fotografías muy buenas, suficiente como para poder imprimirlas sin que se noten que no hay detrás una cámara de fotos dedicada, si no un móvil.
En cuanto a la cámara delantera, la de los selfies, es un sensor de 24 megapíxeles, con apertura f/2.0 que tiene modo retrato (tan de moda y ya tan desfasado a la vez) que hace un buen trabajo, si bien es cierto que peca un poco de ojo de pez si estamos muy cerca de la lente. Eso sí, como soy poco fan de echarme selfies no os voy a dejar ningún ejemplo, que ya tenéis miles en la red. Tan sólo hay que decir que con buena luminosidad hace muy buenas fotografías.
Puertos, conexiones y diseño
Ahora vamos a hablar de la parte física, de sus conexiones, de sus puertos y de su diseño. Ya que es, al fin y al cabo, lo que vamos a tocar y ver cada día y que pueden suponer el hacernos con el Honor 10 o no, ya que los smartphones también tienen que entrarnos por los ojos. Y este móvil entra por los ojos, no hay duda de ello.
En cuanto a sus puertos cuenta con dos entradas. Una de USB Tipo C para cargar el móvil y para transmitir datos al PC que hace un buen trabajo, ya que aprovecha bien su ancho de banda para cargar rápido y para trasmitir las fotografías de la cámara (que pueden pesar hasta 8 Mb por imagen con el modo IA).
Además de esto tiene una entrada minijack, para conectar auriculares, y eso es motivo para aplaudir a la marca China hasta perder las manos, ya que el resto de las marcas están empeñadas en hace que desaparezca uno de los puertos más útiles y que más se usan a día de hoy y desde hace muchos años. La solución del conversor Tipo C a jack al final no es útil porque siempre se olvida cogerlo o se acaba partiendo por la mitad (suelen ser de mala calidad y se fuerzan con facilidad al meter en el bolsillo).
En cuanto a los botones que encontramos en el Honor 10 todos se encuentran en el lado derecho, tanto el de subir como bajar volumen y el de encender y apagar. Con buen tacto y algo rígido, será raro que os confundáis a la hora de presionarlos o que lo hagáis sin querer al agarrar el móvil. En el lado izquierdo tiene la entrada de tarjetas sim, al cual le caben dos nano-sim, pero ninguna MicrosSD, ya que no es posible aumentarle la capacidad de almacenamiento de forma externa.
En cuanto al lector de huellas, algo que no puede faltar ya en ningún terminal, éste se encuentra en la parte frontal, en la zona de abajo, tal y como vemos en los iPhone o Samsung. Funciona bien, mejor que sus hermanos pequeños, aunque sigue lejos de la perfección que han alcanzado otras marcas como Xiaomi. Se precisa de un segundo entero de posar el dedo y dejarlo quieto para que lo capte. Eso sí, a cambio tiene un desbloqueador facial que funciona de maravilla, así que pocas veces necesitaréis la huella para desbloquearlo.
En cuanto al diseño qué decir, con esta pantalla de 5,84″ y su ratio frontal del casi 80% el honor 10 es impresionante. Además, en la parte de detrás
lleva un cristal llamado ‘Aurora Glass’ en el que, a base de diversas capas se crea un degradado de colores que refleja la luz de manera distinta dependiendo del ángulo con el que lo miremos, por lo que si eres muy clásico con los colores puede chirriarte un poco, pero si no tienes problema con esto te divertirás moviendo el móvil en los ratos muertos para ver los colores que coge.
Conclusiones
Tras más de un mes de uso, puedo asegurar que este es el mejor móvil hecho hasta la fecha por Honor. Tiene buena batería, una pantalla infinita de gran calidad, potente para gestionar cualquier uso por muy exigente que sea, almacenamiento para no preocuparnos en 3 años de uso y un diseño muy bonito. Y todo esto hace de este Honor 1o el mejor smartphone de la compañía.
Quitando algún problema con el procesador Kirin 970 debido a que no acaba de estar Android tan pulido como debería, no hemos encontrado ningún hándicap insalvable en este tiempo. Más allá de que el notch no me gusta personalmente, pero esto tiene una solución rápida y sencilla, ya que desde Android se puede eliminar vía software (continúa la banda negra del notch hacia los lados y le crea un borde artificial que funciona bien).
Por unos 370 euros que cuesta el Honor 10 en casi todos los centros de venta, el terminal de la marca joven de Huawei es, sin duda, uno de los mejores smartphones que hay en su franja de precio y en su gama. Si no quieres gastarte más de 400 euros en el móvil, pero quieres algo potente que te aguante varios años, este Honor 10 es un terminal a tener muy en cuenta.