

Si queremos remontarnos a la última vez que AMD lanzó una nueva familia de microprocesadores (antes de RyZen) para competir con Intel y sus i3, i5 e i7 tenemos que echar la vista atrás hasta los años 2011 y 2012 cuando la compañía de Sunnyvale lanzaba los procesadores «FX», una arquitectura en 32 nanómetros que prometía buenos «overclocks», muchos núcleos (hasta ocho núcleos encontrábamos en los FX 8000) y un gran consumo eléctrico.
Pues bien, hasta el año 2017 esto ha sido todo lo que AMD ha aportado al mercado de los microprocesadores si obviamos sus eficientes y novedosas «APU» (procesadores con gráfica integrada en el mismo chip) que consiguieron ser un soplo de aire fresco en un mercado muy cerrado. Por si alguien no había oído hablar de las «APU» les recordamos que van incrustadas en el corazón de las más de 80 millones de consolas PlayStation 4 y Xbox One que hay repartidas por el mundo.
Pero, ¿y que ha estado haciendo AMD en el mercado de los procesadores de alto rendimiento desde «FX»? Pues trabajar en RyZen, es decir, investigar e innovar.
Los rumores sobre RyZen llevaban más de dos años entre nosotros hasta que, a principios de este año, AMD decidió sacarlos a la luz, con datos oficiales y pruebas de rendimiento. ¿Y qué mostraron? Una familia de microprocesadores que bien ha merecido la espera.
Y, ¿por qué decimos esto? Pues bien, porque si hasta ahora, el tope de gama en la familia i7 de Intel llevaba 4 núcleos físicos y 8 núcleos lógicos (lo que se conoce por la abreviatura 4/8), su competencia directa en Ryzen, los R7, lleva la friolera de 8 núcleos físicos y 16 núcleos lógicos (8/16). Una cantidad tal de núcleos que, para poder ver en el mercado algo parecido teníamos que pagar más de 1.000 euros (como es el caso del i7-6950X, de 10 núcleos y 20 hilos, y precio de 1.600 euros).
Ryzen ha imitado las gamas de los Intel, sacando los R3, R5 y R7, siendo estos de menor a mayor rendimiento. Tenemos:
Pero, ¿qué diferencia hay entre los modelos con una «x» y los que no la llevan? La calidad de la oblea, es decir, lo bien que van a soportar el overclock y la tecnología XFR, que es un overclock automático que hace el micro si nota que está bien refrigerado y que puede aumentar el rendimiento sin producir daños por calor.
Todas la familia RyZen viene desbloqueada de serie, que quiere decir que todos los usuarios pueden overclockear manualmente sus chips. Y es un gran avance respecto a Intel, que te fuerza a comprar sus chips «K», más caros, si quieres trastear y sacar más jugo a sus micros.
Pues bien, esto AMD no lo hace, deja al alcance de los usuarios el trastear sus microprocesadores y, según ellos, mientras no superes los 1,45 voltios en el overclock todo irá sobre ruedas (vamos, que mientras no pases de ese voltaje el micro no tiene por qué arder).
En cuanto al IPC (Instrucciones Por Núcleo) que, resumiendolo mucho, es lo que rinde cada núcleo, AMD llevaba años por detrás de Intel desde los «FX». Pero, ¿ahora también? Pues sí, pero menos. RyZen de stock está a la par que los procesadores de la familia 4000 de Intel, según los bancos de datos. Pero según nuestras pruebas, con un R7 1700 y RAM a 3000 Mhz, el IPC se sitúa al nivel del i7 6700K, todo un tope de gama. ¿Y que nos dice todo esto? Que si bien en números de stock se queda por detrás, el overclock, tanto de procesador como de RAM, puede equiparar mucho la lucha por la supremacía del «sagrado» IPC, que tanto preocupa a los usuarios más avanzados.
A día de hoy la plataforma RyZen sigue necesitando mucho trabajo. Desde Windows, que tienen que seguir lanzando actualizaciones que, por ejemplo, optimicen el uso de todos los núcleos, y desde los distintos montadores de las placas base (ASUS, Gigabyte, MSI, etc), que tienen que seguir sacando nuevas BIOS que corrijan algunos problemas existentes a día de hoy (como algunos crasheos cuando se intentan overclockear las memorias RAM).
Pese a todo, está claro que AMD ha vuelto por la puerta grande, y si a día de hoy son un rival a tener en cuenta para Intel, en los próximos 6 meses, cuando la arquitectura se asiente y esté al 100% de su rendimiento, se convertirán en la respuesta que los usuarios llevaban 5 años demandando.