Tarde, bastante tarde ha anunciado de forma oficial AMD su nueva arquitectura VEGA. Una nueva familia de tarjetas gráficas que tendrían que haber salido el pasado año para competir con la gama alta de la serie 1000 de Nvidia.
El refrán dice que nunca es tarde si la dicha es buena, y el problema es que no ha sido la dicha lo suficientemente buena como para que esperar tanto tiempo haya merecido la pena. No al menos con los datos que tenemos a día de hoy.
Pero empecemos con el anuncio tan esperado de ayer de AMD, ya que por fin íbamos a tener información oficial de la compañía norteamericana sobre sus nuevas gráficas después de meses y meses de meros rumores.
Advanced Micro Devices (es decir, AMD) anunció que la arquitectura VEGA serán dos gráficas: la Radeon RX Vega 64 y la Radeon RX Vega 56. De la primera tarjeta -que es la tope de gama- habrá un modelo refrigerado por agua y otro por aire, y de la segunda tarjeta tan sólo habrá un modelo y será refrigerado por aire.
Vamos a ponerlas en orden en una lista:
Estos son los modelos y precios de referencia que AMD ha dado. Luego cada montador decidirá que refrigeración, que overclock y que precio le pondrá a sus tarjetas, pero nos vale para hacernos una idea.
Para los que dominen el lenguaje de Nvidia, la RX Vega 64 pretende competir con las GTX 1080 y la RX Vega 56 con la GTX 1070.
Esto, que sobre el papel suena muy bien, tiene dos problemas grandes. El primero es que han salido menos potentes de lo que se esperaban -aunque esta información la cogemos por pinzas ya que nos faltan datos de benchmarks de terceros y esperamos que en unos meses VEGA mejore bastante gracias a buenos y pulidos drivers- ya que los datos ponen a la RX Vega 64 por debajo de una GTX 1080 y su objetivo en principio era competir con la, mucho más potente, GTX 1080 ti.
Y el segundo problema es el consumo, ya que demandan casi el doble de energía que sus homólogas rivales, ofreciendo un rendimiento muy similar e incluso inferior, algo que en 2017, el año de los bajos consumos y la eficiencia energética, es difícil de asimilar.
Está claro que no podemos hacer juicios de valor aún y que debemos esperar a que salgan más datos, más pruebas y más drivers que pulan a esta nueva arquitectura, pero podemos decir que de primeras no pinta tan bien como todos esperábamos después del genial trabajo que recientemente ha hecho AMD en su rama de microprocesadores con el lanzamiento de RyZen.