La compañía taiwanesa ASUS lleva tantos años en el negocio de la informática que presentarlos puede llegar a ser absurdo o innecesario. Sus productos de calidad, su innovación y su filosofía la han convertido en una de las marcas mejor valoradas por los usuarios y por los expertos. Y se lo han ganado a pulso.
Desde aquí, para los más perdidos, sólo vamos a recordar que aparecieron en 1989 y que diseña todo tipo de hardware informático y de electrónica de consumo, como ordenadores, portátiles, monitores, ratones, teléfonos móviles o tablets.
El producto que hoy nos ocupa es su nuevo monitor ASUS Swift PG27A, uno de los equipos de la gama alta de la compañía. Estas son sus características:
Lo primero que tenemos que decir es que el monitor pertenece a una gama muy alta, normalmente pensada para profesionales del gaming o de la edición fotográfica, y eso es igual a precios elevados, como es el caso. Pero, como veremos, está justificado.
Para empezar el análisis tenemos que hablar del tamaño, ya que 27 pulgadas no entran en cualquier escritorio, pero la verdad es que merece la pena que se le hagan hueco, porque el día a día con el monitor, gracias a su tamaño, ha sido muy productivo, permitiéndonos trabajar con dos documentos abiertos a la vez en todo momento, y esto agiliza mucho el trabajo.
Además, el equipo posee una peana que deja personalizar bastante la posición, pudiendo subir y bajar el panel hasta 12 cm, rotarlo 60 grados a cada lado, girarlo 90º hasta pasar de horizontal a vertical, e inclinarlo de 20º a menos 5º. Todo esto, que suele ser lo normal en equipos de trabajo profesionales, es muy útil y los que trabajan con distintas herramientas sabrán apreciarlo. Además, la construcción de la pena transmite robustez y el monitor no se mueve ni vibra con un uso normal de escritorio.
En cuanto al panel, que es la parte en la que más destaca, el 4K a 27 pulgadas es agradable a la vista, y es que desde aquí vemos este tamaño como el mínimo dentro de lo razonable para resoluciones tan altas. Aún así, el tamaño del escritorio y el de algunas aplicaciones tendréis que subirlo al 150 % para poder trabajar cómodos.
Además del 4K destaca la elección de un panel IPS (In-Plane Switching), ya que lo habitual en el sector gaming son los paneles TN, pero la verdad es que esta decisión es todo un acierto, debido a que la pantalla se ve realmente bien, con colores vivos, poco saturados y con un contraste perfecto para trabajos de edición de fotografía y vídeo, además de para jugar, claro.
Pese a que este tipo de panel suele tener fugas de luz por los bordes, en nuestra unidad a analizar no observamos ninguna, cosa que se presupone debido a la gama alta a la que pertenece, pero que también es cierto que no es raro de ver en dicho sector premium.
La tecnología G-Sync que implementa el monitor es propiedad de Nvidia, y que lo que hace, básicamente, es sincronizar la salida de imágenes por segundo de la tarjeta gráfica al refresco de la pantalla, para así evitar cosas como el tearing.
Si ponemos el foco de atención en los dos altavoces integrados, de 2 watios cada uno, podemos decir que cumplen su función: la de sonar. Se escuchan relativamente fuerte, para la baja potencia que tienen, pero no esperéis un buen sonido, tan sólo correcto para lo que son.
En cuanto a entradas el ASUS Swift PG27A tiene: una entrada HDMI, una entrada DisplayPort 1.2 , 2 entradas USB 3.0 y una entrada para auriculares minijack. En nuestro uso no hemos echado de menos más puertos, la verdad.
Como último punto, decir que el menú y la navegación con éste se hace muy cómoda gracias al pequeño joystick con el que se maneja. Y esto es importante ya que el menú tiene muchas opción y bastante personalización y lo más seguro es que los usuarios se tiren bastante rato utilizándolo (la opción de poner el contador de FPS a través de la pantalla nos ha encantado, adiós FRAPS).
Bueno, ahora empieza lo serio. ¿Qué tal se juega y se trabaja a 4K? Pues genial. Pero claro, para eso se necesita un equipo muy potente, en nuestro caso una torre OMEN X con una GTX 1080 y un i7 6700K, junto a 32 Gb de RAM DDR4, que ha conseguido sacar el jugo al mejor monitor que hasta ahora hemos podido probar.
Jugar a esta resolución es increíble, en juegos como «Battlefield 1», «Total War: Warhammer 2» o «The Witcher 3», el lavado de cara que supone la ultra alta resolución les sienta de maravilla, llegando a parecer otro juego en ciertos escenarios ricos en detalles con abundante vegetación, ciudades o paisajes.
Además, la inclusión del G-Sync, el cual sincroniza la imagen a la pantalla sin consumir recursos de la tarjeta gráfica, ayuda mucho a la GPU a poder dar todo su potencial en una resolución siempre difícil para ir a 60 FPS estables.
En cuanto al trabajo con programas de edición, la resolución 4K ayuda mucho para poder perfilar detalles que en 1080p cuesta mucho ver, además al cubrir más resolución en pantalla se nos muestra más tamaño de imagen de la que con un monitor Full HD vemos, y eso también ayuda a la hora de trabajar.
Y a su vez, al ser un panel IPS los fotógrafos y editores de vídeo podrán fiarse de los colores que ven en la pantalla, ya que este tipo de paneles son famosos por su color real y esto es primordial en dichas profesiones.
El monitor ASUS Swift PG27A es el mejor que hemos probado hasta ahora. Su funcionalidad, su calidad de imagen, su resolución, su tasa de refresco (alguien dirá que podría ir a 144 HZ pero, la verdad, no hay gráfica que mueva eso actualmente a 4K), su tecnología IPS, y su peana lo convierten en un monitor todoterreno de gran calidad, que no decepcionará ni a los más exigentes.
Con un precio cercano a los 900 euros, el monitor ASUS Swift PG27A se coloca como el pretendiente ideal de los jugadores o los profesionales que quieran dar el salto una gama alta no apta para todos los bolsillos.